Epílogo

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Diez años después

Adora despierta como cada mañana y llena de besos la cara de su esposa.

—Mmm...

Hay cosas que nunca cambian, que Catra no se quiera despertar es una de ellas.

—Amor levántate ¿No saldremos a correr hoy?

Eso era algo suyo que se había vuelto parte de su rutina, salir a correr juntas antes de que la rubia se fuera a entrenar. Pero hoy Catra se despierta muy a su pesar y con esa cara tierna que aún resulta irresistible para Adora le pide.

—¿Puedo no ir hoy?

Aunque le resulta extraño Adora no puede negarse.

—Está bien, iré sola. —Besa los labios de su gatita y ve cómo está sonríe aún con los ojos cerrados contagiándole la sonrisa.

Una vez lista para salir se dirige a la sala. Es ahí donde se encuentra a un pequeño y a un golden retriever sentados en el sofá.

—¿Qué haces despierto pequeñín? —le pregunta Adora a su hijo de cinco años mientras le revuelve el cabello, el cual es del mismo color que el de ella.

—Viendo las caricaturas mami —le responde Finn con una sonrisa.

—¿No es muy temprano para eso? —pregunta la madre a su hijo.

—Nunca es muy temprano para las caricaturas —le responde el pequeño animado.

Antes de irse a correr, Adora le da a su hijo un tazón de cereal con leche para que el pequeño no vaya a despertar a su otra madre cuando tenga hambre. Lo que la rubia no sabía era que en cuanto ella cruza la puerta Catra se levanta con rapidez y corre a la sala.

—¿Estás listo enano? —le dice a su hijo.

El niño se levanta del sofá y corre a donde su mamá saltando a sus brazos, el perro lo sigue detrás.

—Siempre mamá —le dice.

Catra llena su cabeza de besos.

—Vístete para que te lleve a la escuela —le dice.

—¿Y si no me llevas a la escuela? —pregunta el pequeño y hace una cara tan adorable como la de su madre que lo carga.

Ahora entiendo lo que tiene que pasar Adora cuando le pido algo con cara tierna, piensa Catra.

—Está bien, pero debo dar una clase, así que te llevaré. —La mujer le enseña la palma de su mano extendida al niño—. Debes prometerme que te comportaras.

Catra sabía que si el pequeño lo prometía, a pesar de su corta edad, lo cumpliría. El niño extiende su manita sobre la de su madre.

—Lo prometo mamá.

—Entonces aprovechemos antes de irnos para preparar algunas cosas —dice Catra dejando a Finn en el suelo—. Busca las fotos y yo buscaré la vajilla.

El niño corre emocionado hacia el cuarto donde están los álbumes familiares y su madre va hacia la cocina, cada uno hace lo que debe. La sonrisa de Catra nunca abandona su rostro, si todo sale como lo planea, su octavo aniversario de bodas con Adora será más que perfecto.

En su mente pasan como una película algunos de los momentos más importantes que ha pasado con Adora desde el día en que se prometieron amarse con fuerza y sin excepciones:

Cuando su equipo de la preparatoria ganó el intercolegial y a ambas les ofrecieron reclutarlas para jugar profesionalmente. Adora había aceptado sin dudarlo, pero ella no. Catra refirió dedicar la vida a su gran y verdadero amor, así fue como al graduarse decidió estudiar música.

Imposible [SPOP AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora