Hordianos

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Catra

En cuando quien sea que me está espiando se da cuenta que lo vi se aleja. Me paro de la silla y ahora soy yo quien lo quiere espiar. Empiezo a seguir con sigilo y distancia al chico, quien es alto, delgado y viste una camiseta de mangas largas. Se sienta en una mesa donde otras personas lo esperan, dos chicos y una chica.

—¿Por qué no te sientas con nosotros Catra? —dice el peliazul con voz firme.

Por un momento me impresiona que sepa mi nombre. Luego ato cabos y recuerdo que la chica que lo acompaña está en mi clase así que seguro ella le dijo mi nombre.

—No gracias —digo de forma educada sin planes de moverme de donde estoy.

—Si quieres divertirte júntate con nosotros —insiste él.

No me importa, yo no estoy aquí para divertirme. Ya me había dado la vuelta lista para irme cuando agrega.

—Nadie se meterá contigo si estas con nosotros.

Eso fue suficiente para convencerme, así que me siento a su lado.

Después del receso cada uno tomo rumbo a su salón. El peliazul que resulta se llama Hordak se fue solo pues resulta que él es de quinto semestre, mientras que Rogelio, Kyle, Lonnie y yo nos fuimos a nuestras aulas, los chicos al 3ero A y nosotras al 3ero B.

Ya estamos en el auto con Andrew al volante, cuando Scorpia me pregunta con curiosidad.

— ¿Dónde estuviste en el receso?

—Estuve en la biblioteca —digo sin darle importancia.

—Oh entiendo —dice un poco desanimada—. Es solo que quería presentarte a una amiga.

Esas palabras encienden mi curiosidad.

—¿Acaso era la rubia que te saludo esta mañana? —digo levantado una ceja y sonriendo.

Scorpia se sonroja. Me pregunto porque reacciona así cuando se trata de esa chica.

—No era ella, Perfuma solo es mi compañera del club de teatro —dice nerviosa—. Quería presentarte a la chica que estaba sentada al lado mío en el auditorio.

— ¿La de largas coletas? —pregunto acordándome.

—Sí, se llama Entrapta —dice—. Vamos Catra, almuerza con nosotras mañana.

Le iba a decir que sí, pero recordé que mañana me vería con Hordak y los otros, pero tampoco quería decepcionar a Scorpia después de lo buena que ha sido conmigo.

—Mañana no puedo —digo sin dar más explicaciones— ¿Te parece si lo dejamos para el miércoles?

—Seguro —dice ella.

El auto se detiene, veo la gran casa de los Black desde mi ventana.

—Llegamos señoritas Black —dice el chofer.

—Gracias Andrew —decimos al unísono.

Bajamos del auto. Parece que los señores Black nos están esperando porque en cuanto Scorpia abre la puerta ellos dejan de hablar y nos voltean a ver.

—Chicas, que bueno que llegaron, vamos al comedor para que nos platiquen sobre su día —dice animada la señora Black.

Me resulta extraño, no sé qué hacer así que imito a Scorpia quien deja su mochila en el sofá y se dirige hacia su madre. Entonces dejo mi mochila y me dirijo hacia ellos. Cuando estoy cerca el señor Black me pone la mano sobre el hombro y nos dirigimos a comer.

—Entonces chicas ¿Qué tal su día? —dice el señor Black mientras se sirve un poco de todo lo que hay sobre la mesa.

—Genial, tengo los mismos maestros del año pasado. Además la directora Lunary dio un discurso acerca de que este año las cosas cambiarían un poco para que nosotros como estudiantes seamos miembros más activos de la comunidad estudiantil —dice Scorpia emocionada—. Así que ahora cada alumno deberá estar por lo menos en un club.

—Me parece una idea fabulosa —dice la señora Black—. Supongo que seguirás en teatro Scorpia.

—Si mamá, el ambiente ahí es muy agradable —le responde Scorpia.

Estoy casi segura que lo dice por Perfuma.

—¿Qué hay de ti Catra? ¿A qué club te vas a unir? —me pregunta la señora Black mientras pone una mano sobre mi brazo que reposa sobre la mesa.

—Bueno, mmm... en realidad no sé qué clubes hay —digo algo avergonzada pensando que tal vez lo dijeron en el auditorio durante mi siesta.

Pero si fue así Scorpia no lo menciono.

—Hay un club de robótica, el de teatro, el de arte, el periódico escolar y el equipo de fútbol.

—¿Algo que te llame la atención cariño? —me pregunto el señor Black.

—Bueno, siempre me ha gustado el futbol —digo honesta, ya que parece ser mi única opción pues no tengo intención de unirme a un club del cual vaya a hacer el ridículo por no saber nada.

Mi respuesta hace que los ojos del señor Black brillen.

—Genial, yo también estuve en el equipo de futbol cuando fui a la preparatoria —dice y ahora entiendo su reacción— ¿Te gusta jugar en alguna posición en específico? Yo era el delantero del equipo.

—Oh bueno, en el futbol callejero no nos fijamos mucho en eso —digo rascando mi nuca.

—No te preocupes el entrenador Micah sabe cómo dirigir al equipo, de hecho él fue compañero mío.

Entre charla y charla comemos. En un momento la señora Black me pregunta.

—Dime Catra, sé que es el primer día pero ¿hiciste algún amigo cariño? —Su voz es totalmente serena pero noto un poco de preocupación en su rostro.

—Sí, de hecho pasé el receso con Hordak y sus amigos —digo con alegría.

Scorpia casi se atraganta con su comida, intenta arreglarlo bebiendo agua y le parece funcionar.

—Cariño ¿Qué sucede? —le pregunta su padre.

—Nada papá —dice y sonríe para hacerlo más creíble.

Después de levantarnos de la mesa los señores Black tienen que volver a su trabajo. Me voy a mi habitación y un rato después alguien toca mi puerta.

—Pase —digo.

Veo a Scorpia entrar con evidente preocupación en el rostro.

—Catra, yo solo quiero decirte que tengas cuidado con los hordianos.

—¿Los hordianos? —pregunto extrañada.

—Así les dicen a Hordak y a su grupo de amigos —me aclara—. Conozco a Hordak desde que éramos niños, siempre hemos estado en el mismo salón y puedo decirte que no es un buen chico y menos un buen amigo.

Seguro Scorpia exagera.

—Está bien Scorpia, tendré cuidado con los hordianos —digo haciendo énfasis en el tonto apodo.

—No quiero que nadie te lastime hermana —dice y luego se va.

Hermana.

Es la primera vez que me dice así y suena raro, pero debo admitir que podría acostumbrarme. 

Imposible [SPOP AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora