Un punto de vista un tanto,¿diferente?

5-.Alexitimia

El Gran Nacimiento de una Esperanza.

Todo ha sido tan repentino... apenas he tenido tiempo de analizarlo.

Cuando Hinata estaba a punto de unirse a nosotros, todo... Absolutamente todo el cielo de un momento a otro se tornó desesperante, tonos grisáceos y negros, un cielo antes azul, ahora envuelto en la obscuridad.

El monitor que estaba en una de las palmeras empezó a transmitir una imagen, al principio, parecía no tener señal, pero de pronto comenzamos a visualizar una silueta de un...¿oso?, si, pero, bastante pequeño, quizás un poco mas grande que Usami.

Aquella silueta empezó hablar, llamándose a si mismo "Monokuma". Me lo tome como una broma, claro, pero al ver la reacción de nuestra tutora desconcertó a todos. Desapareció, dejándonos solos. Todos los que habían decidido no unirse -incluyendo a Hinata- salieron disparados hacia el parque.

Aunque trate de vestirme rápido, fui uno de los últimos en llegar. Usami gritaba, ¿pero a quién o que?, "¡Sal de tu escondite!" y de pronto... salió de la gran estatua la silueta de antes, una mitad de el era negra con una grieta carmesí en su ojo, siniestro. Pero de la otra mitad, era blanco con sólo un punto negro de ojo, un leve rubor, tierno. Que rara forma de mantener la balanza en equilibrio.

De un momento a otro Usami y Monokuma, comenzaron a pelear. He de decir que fue honorable de su parte, "protegernos", pero por eso mismo Monokuma le arrebató su Varita Mágica Chupitástica, creí que solo es un juguete, pero ella se veía tan horrorizada que quedaba en claro que no era un juego. Incluso después le cambió de apariencia. En lugar de su lindo traje ahora solo había un pañal. Además de que, según él, ahora se llamaba "Monomi"

Monokuma mencionó algo de "Monobestias", que protegerían cada una de las islas, y... exterminaría a cualquiera en dado caso de que fuera necesario, sin previo aviso, las estatuas de los 5 animales de bronce comenzaron a agrietarse ,saltando así cinco robots gigantes... que supongo eran las monobestias...

Sin precio aviso mil balas dirigidas hacia nuestra maestra.

Y aquí estaba yo.

Analizando todo. Viendo como Monomi desapareció por tantas balas de las monobestias.

Lo único en lo que puedo pensar ahora es en Hinata. ¿Ek porqué? Él tuvo la razón desde el principio, y aunque yo también pensé en la posibilidad, simplemente no la tome en serio, claro, siempre teniéndola en mente, pero aún así, Hinata había tenido razón todo este tiempo, y cuando mencionaba algo todos le miraban extrañados.

Tan difícil fue querer sacarlo de mi mente que me hallé buscándolo con la mirada.

Una bala perdida rozando su mejilla.

No lo pensé ni un segundo, aunque quizá no ocupase mi ayuda, me sentía con la obligación... no, mas bien con la necesidad, necesidad de asegurarme que él, un símbolo de la esperanza se encontrará bien.

Me acerqué, no es el mejor momento. Tenía los ojos en blanco, yo estaba ahí, de pie, con escasa distancia. Sus ojos llenos de pánico provocaron escalofríos en todo mi ser. Tome mi pañuelo...un recuerdo de mi mamá, y aunque me gustase conservarlo limpio y perfecto, este no era momento para preocuparme por ello.

Lo envolví en mi dedo para recorrer la herida, limpiando la sangre que escurría. Volvió a la realidad ante el tacto, me miro por un momento sin decir nada. Le dedique mi sonrisa mas cálida y acogedora que pudiera esbozar. Aunque nunca he sido el sitio de confort para nadie.

¿Cómo se siente Hinata ante esta situación?

...

Que difícil en intentar ser empático. ¿Alexitimia? No me sorprendería si así fuera.