Capítulo 14.

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—¿Para qué crees que nos necesiten a todos?

Rodando los ojos mientras caminaba al lado de su amigo, Christopher bufó, cansado de que se les repitiera tanto un nombre: Erick.

Es decir, lo amaba tanto y siempre quería que todo de lo que se le hablara fuese de él y de nada más, pero en cualquier caso prefería que no tuviese tantos nombramientos para algo que simplemente le daba asco, para algo que lo lastimaba y encogía un poco más cada segundo su corazón.

Erick no necesitaba falsos puestos de alto rango, si todo era ganado por cometer horrores. Pero bueno, a su chico le emocionaba y él, ya no iba a decir nada, si la última vez quisiera o no, había tenido que matar a un par de personas también.

—Para repetir que Erick es su favorito, supongo, y premiarlo con alguna estupidez.

Yoandri asintió no muy convencido y un poco desganado también, puesto que a pesar de ser el de menos tiempo en aquél lugar, como Christopher, había sido obligado a matar pero, a diferencia de éste, se había negado a hacerlo a pesar de las amenazas recibidas sobre lastimar a sus seres queridos puesto que sabía que su madre estaba segura muy lejos de ahí y a su padre no podrían darle una segunda muerte ¿verdad?

Desde siempre habían sido sólo ellos tres y claro que, a pesar de que su padre sí tenía más familia no tenía ningún buen sentimiento para con ellos, así que no le preocupaba nada.

No había nadie más a quien pudiesen hacer daño porque no había nadie más a quien quisiera, aunque de cualquier manera se sentía algo nervioso y apagado, por eso Christopher lo acompañaba.

—Seguro será eso —le siguió—. Al menos tienes la seguridad de que, cuando Erick sea el jefe podrá cuidar de tí.

—¿Cuidar de mí? —rió con gracia y el peliverde asintió— ¿Y a qué te refieres con eso?

—No te obligará a hacerle daño a nadie —mencionó con algo de duda_, supongo.

Christopher sonrió levemente hacia su amigo y negó, consciente de que su disposición era muy mala y soñadora, así que simplemente colocó la mano sobre su hombro para detenerlo antes de entrar al lugar de reunión y, bajando la voz, le dijo:

—Siendo jefe cuidaría de que los negocios no se vengan abajo, no de mí —una mueca apareció sobre sus labios—. Además, Erick ha dicho alguna vez que siempre será él en primer y último lugar, y que sólo cuidará de él y nadie más, por eso está conmigo...

—¿Porque te cuidas tú mismo? —interrumpió.

Christopher asintió encogiéndose de hombros.

—Eso exactamente, así que no hará nada por mí hablando del trabajo sucio.

Sin más, se adentró al lugar y unos segundos después Yoandri también lo hizo, pero a diferencia de cualquier otra vez, al verlo, Walter sonrió ampliamente y al verlo quedarse lejos se apuró a acercarse y tirar de su brazo para acercarlo.

—Oh, Yoyo estás acá —extrañamente feliz lo miró—. Ven, ven, siéntate aquí —pidió señalando una acolchonada silla y, dudoso, el peliverde se sentó sobre ella lentamente por si era que había algo en ella, pero nada sucedió y Walter rió al notar su confusión—, ya mismo te traen tu cena.

La mirada de Christopher al ver tal escena claramente falsa de hospitalidad y no sentir ningún peso o vibra de más, comenzó a buscar con la mirada a su Erick, que desde horas atrás había salido a alguna encomienda y no sabía si ya había regresado pero, a pesar de enfocar hasta debajo de la mesa no encontró nada y suspiró, sin saber qué era lo que realmente deseaba que en ese momento pasara.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2021 ⏰

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Niño sicario || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora