Besos en guerra Ash • Eiji○one Shots

Didn't I

No, no, no te quise?
¿No, no, no volamos los dos?
Que sepas que, que sepas que todavía me importas,
pero, ¿no, no dijimos adiós?

Había salido una vez más esa noche, estaba cansado y ojeroso su piel Nivea estaba carcomida por cicatrices espantosas no tenía idea el mundo de cuanto estaba deseando morir
Caminando bajo la lluvia mientras sus lágrimas saladas y brillantes se mezclaban y... nadie se daba cuenta...
Pero eso quería no es así?

Se negaba a aceptar que todo había acabo par siempre y que simplemente ya no quedaba nada de su amor, de ese japonés de ojos negros que tanto amaba con locura y pasión.
Por qué a final de cuentas la vida se lo arrebató... si si la vida, o dios si es que existía de ninguna forma había sido el quien lo había aventado por las escaleras en un arranque de celos por verlo pegado al pequeño sing, que el sabía que estaba enamorado de él.... pero su eiji tan dulce ni se inmutaba.

Juro que vi tu rostro,
en una cafetería en la octava.
O quizás fue en mi cabeza.
Y juro que oí tu risa
viniendo de una persona que pasó junto a mí
la otra noche en una fiesta.

Había lluvia ese día, tranquilo como para estar en casa mientras tomas café o té.
Había salido temprano del estudio donde trabajaba en NY con un aclamado fotógrafo, si así es Aslan Jade todo un modelo, novio y prometido pronto esposo del bailarín Okumura Eiji el número uno en las listas de idols japoneses nivel mundial.
Pero el estaba cansado de llevar esa vida, quería pasar tiempo solo con su novio y es por eso que decidió de manera clandestina tener un amante, y para su mala suerte escogió al peor de todos.
Yut Lung Lee el dueño de las empresas de telefonía y electrónica Lee y colaborador de Comics y mangas en Marvel y DC.

Nunca pensé que tuviéramos que vivir sin ello,
que otro me relevase sin lugar a dudas (hands down).
Somos la clase de melodía que no se desvanece,
no se desvanece, no puede desvanecerse.

¿No, no, no te quise?
¿No, no, no volamos los dos?
Que sepas que, que sepas que todavía me importas,
pero, ¿no, no dijimos adiós?

Era rebelde y caprichoso y obviamente estaba entrado de su compromiso con el ídolo pero aún asi se negaba a irse, el echo de que Ash le diera entrada en su vida era un pasaje sin retorno y si era necesario apartarlo del mundo y tenerlo para el lo haría.
Siempre se veían por la tarde y ese día no era una excepción.

Vuelve pronto querido- sonrio ladino- te esperare mañana...

Esto tiene que terminar yue- El rubio resoplo recordando que el nipón volvería ese mismo día- lo nuestro fue solo una aventura y se acabó entiendes- gruñó subiéndose el pantalón y acomodando su lujosa camisa de seda después de la sesión diaria de sexo.

No puedes hacer tal cosa- grito el azabache- arruinar tu carrera, tu vida, tu relación con eiji quedará echa pedazos te dejaré en la calle!!!

Gritos y más gritos eso es lo único que tengo de ti, estoy cansado maldición- el rubio golpeó la mesa frente a el- atrevete a hacerle algo a Eiji y te mataré.

Y por primera vez le levanto la mano y lo abofeteó con tal fuerza que su mano quedó marcada en la Blanca piel. Y ojalá no hubiera echo eso, quisas, tan solo quise el ahora no estaría tan jodido y Eiji... o su dulce Eiji...

No... no tienes idea de lo que acabas de hacer- yue lloro en silencio entre las sabanas blancas que tan acostumbradas estaban a su calor- Aslan...

No yue, se acabó si...

Recuerdas todos aquellos planes
que hicimos depués de beber demasiado
en la cocina del apartamento de tu hermano?
Donde la vida era como un pozo de los deseos,
las cuatro de la mañana y armando escándalo.
Maldición, te conocía tan bien.