Gloomy sunday

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Lúgubre domingo,
horas de insonmio.
Mis queridísimas sombras,
Vivo con ellas, incontables,
Pequeñas flores blancas,
nunca te despertarán.

Su cabello negro sedoso y medio largo posado y callando de manera tan sexi sobre los cojines del sillón color salmón que había comprado en la navidad pasada estaba brillando como las mismísimas perlas de Neptuno.
Sus ojos hundidos, párpados teñidos de un tenue púrpura elegantemente triste decoraban ese rostro precioso que meses atrás rebosaba de vida y amor tan genuino que el mismo Dios estaría orgulloso de su más preciada obra maestra. Noches incontables de llanto, sus emociones se habían esfumado volando tan rápido como un atardecer en verano que ahora estaba incluso más Delgado, deprimido y para variar irritable hasta con la mínima muestra de afecto... pero como no estarlo si se había enamorado de alguien que no podía tener, su mejor amigo Shorter.

Había intentado de todo, le había demostrado su interés de la mejor manera, aún que al principio su intención nunca fue enamorarse lo veía más como un hermano, uno al que podía jugarle bromas en doble sentido, y... besarse sin compromiso pero las cosas se estropean y bueno, el perdedor resultó ser el, sin querer paso y se enamoró, los dos se habían enamorado pero ninguno quería dar el paso..
Por qué? Fácil shorter tenia pareja, el pequeño sing era su novio, era un controlador posesivo que había inclusive obligado a sentirse culpable por las conversaciones que encontró entre el y shorter, tanto así que el chino se distanció un poco y le cortó las alas diciéndole que no podían seguir así por que se sentía mal de hacerle eso a su "toxico" que no sabía lo que le pasaba que solo se sentía extraño cuando hacían "eso" referente a besarse y hasta ese día cuando lloro mientras manejaba rumbo a su trabajo entendió que no lo veía como un amigo nada más... se había esmerado en no aceptar tal cosa por que de antemano sabía que el saldría perdiendo no quería ser el plato de segunda, y sabia perfectamente que no se habia metido entre ellos por que para empezar, ni cuenta se había dado en la forma en la que se veían...
Eiji era más transparente se notaba su amor, todos lo hacían siempre llevando un pequeño topper para el chino con algo de fruta o alguna golosina... y pensaba que el mayor lo comía y lo disfrutaba o que al menos le importaba un poco .... pero se equivoco.

Sus propios compañeros de trabajo se lo decían, que compartía la comida que el con tanto amor le daba, a alguien más.... o simplemente la regalaba, solo le quedaba fingir que no le importaba y decir  "para eso es" aún que por dentro sabia que no le importaba ni un poco.
Era siempre el japonés quien demostraba interés, preocupándose por si dormía, comía, vestía, trabajaba o incluso por los cabellos salidos de su bien peinado cabello púrpura, siempre dejándole un buen día, o alegrandole su día con un:

"Cuídate mucho pórtate bien, descansa y vete con cuidado si necesitas algo llámame por favor aquí estaré esperando"

A lo que el solo respondía con un:

"Jejejeje si gracias"

Y mentiría si no dijera que su corazón se hacía chiquito cada vez que le respondía así,  y a quien quería engañar estaba enamorado hasta el carajo de ese chico, jamás en su vida había tenido un sentimiento igual a ese, con ninguna persona habia tenido tanta paz. Pero que más daba...
No podía enojarse con el por solo -existir- y hacer que se enamorara de él, por que para empezar ni siquiera se lo había pedido... el solo estaba ahí... dejándose admirar.

Ahh pero el si tenía todo el derecho de celarlo y creerse su dueño, un día era tan dulce como la miel llevándole un detalle pequeño y otro día era tan seco como el desierto y amargo como la hiel. Se sentía feliz con esos detalles pensaba por un lado que si le importaba aún que sea un poco... se estaba conformando con las sobras que obviamente era lo único que recibiría de él...

Ya no respondía sus mensajes, le ignoraba en ocasiones, era distante y cruel a veces solo bastaba un mensaje y  Eiji- salía corriendo a buscarle y darle su ayuda, negándole el paso a los demás, a otras personas que probablemente si tenían interés en el, mientras que el perdía su tiempo con alguien a quien le valía cantidades industriales de Verga.

Era la primera vez que se enamoraba con sus 18 años dando casi los 19, este era su primer amor pese a que ya había tenido varias parejas, era el primer sentimiento que le quemaba de manera tan deliciosa y dolorosamente satisfactoria que, cuando llegaba del trabajo esperando al menos una reacción del chico y no tenía nada, se metía a la regadera y lloraba... lloraba pero no lo suficiente para que sus padres no se dieran cuenta y se preocuparan, después se encerraba en su habitación y volvía a llorar esta vez de manera más cómoda ya que sabía que a la mañana siguiente que se levantara con los ojos hinchados y las ojeras marcadas nadie se daría cuenta.

Veía algunas series en Netflix y escuchaba música triste hasta que lo vencía el sueño a eso de las 2 o 3 de la madrugada pensando en que era un grandísimo idiota por haberse enamorado jurando no caer en su sonrisa Bonita y haciéndose creer a si mismo que se alejaría de él y lo ignorarla olímpicamente como el lo hacía.
Pero no.

Siempre que el venia, eiji volvía a el, una y otra vez era un circulo vicioso autodestructivo que lo estaba consumiendo poco a poco, apagando sus emociones y esperando un milagro de que el se diera cuenta se sus sentimientos y aún que suene egoísta dejara a eso que tenía por pareja..

Pero se vale soñar despiertos no?

Y cada día que volvía al trabajo se daba cuenta...

Si el no lo buscaba,  shorter no lo haría y ahí se dio cuenta.
El amor solo estaba de su lado, y el no significaba nada para shorter.
Que idiota a sido por creer en algo que nunca pasaría...

O se estaba equivocando?

Besos en guerra Ash • Eiji○one ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora