Nobody compares to you [Outer Banks]

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙙ó𝙨; 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚.

Mañana iríamos en busca del oro, pero como siempre Pope repasaba todo.

—Gracias— le dice Kie de repente a Pope, estaba volviéndose sentimental con él.

—¿Porque?— pregunta él.

—Oh, yo me voy más allá— señaló—Agradécele todo lo que quieras.

Reviso mi teléfono un poco, pero de repente se encienden unas luces.

—¿Que fue eso?— escucho que pregunta Pope.

—No lo sé—hablo mirando el lugar.

—¿Quien diablos está ahí?— pregunta Kie, caminamos hacia allá.

Vemos a JJ con luces neón y un jacuzzi.

—¿Que hiciste JJ?— le pregunta Pope.

—En este momento un chorro de agua le da a mi trasero—responde, está algo abrió—Deberían entrar ahora mismo. Salud.

—¿Cuánto costó todo esto?— pregunta Pope, yo solo lo observo.

—Bueno, con el generador, la gasolina— señala las cosas—Y la entrega rápida, casi todo el dinero.

—¿Todo?— preguntó.

—Todo—responde.

—¿Gastaste todo el dinero en un día?— le pregunta Pope.

—Si, me quede prácticamente seco— dice—Pero vamos chicos, miren esto, es lo mejor en terapias de masajes ¿que pasa? ¿No puedo permitirme darme un lujo?. Solo se vive una vez ¿verdad? Basta de mierda y entren el trasero de gato.

—¿En que?— pregunta Kie.

—En el trasero de gato, así lo llamó yo— nos mira—Oigan, casi lo olvido.

Enciende una bola disco.

—Si, así es — sonríe—Modo disco.

—¡¿Estás bromeando?!— le pregunta Pope molesto—¡Podrías haber pagado la restitución!.

—¡O dárselo a una organización benéfica!— le dice ahora Kie.

— ¡Podrías haberlo usado en algo que realmente ayudaría!— ahora le digo yo algo molesta.

—Saben que— él se pone de pie y deja ver una golpea en sus abdomen—Hice otra cosa, compre una jacuzzi para mis amigos, saben que, compré un jacuzzi para mi familia.

—JJ...—solo lo miro.

—Miren lo que hice por ustedes—señala todo—¡Miren!. No, no me pongas esa cara— me dice.

Entro al jacuzzi y lo abrazo.

—No pude hacerlo— dice mientras lo hago, siento como sus manos van a mi cintura y la rodean firmemente.

—Estoy aquí para ti JJ— le susurro, el llora—Te juro que haremos que todo mejore.

—!Ya no lo soporto!— dice—¡Iba a matarlo!.

Los chicos se acercan y también lo abrazan.

—Solo quería hacer lo correcto — nos dice.

—Lo sabemos, lo sabemos— le dice Kie mientras lo abrazamos.

—Te queremos— le dice Pope.

Nos separamos del abrazo y veo cómo Pope va a su auto y atiende el teléfono, nos hace una seña.

—¿Que pasa?— preguntó con las manos en mi cintura.

—Es Papá—nos mira —Tengo que ir a casa, pero no podemos dejarlo solo.

—Vayan, yo me quedaré— les sonrió—Guardaré las luces y luego me iré, me quedare un rato con él.

—¿Segura?— pregunta Kie.

—Claro—asiento con la cabeza—Los veo mañana.

—Adiós— se despiden al mismo tiempo.

Camino hacia donde está JJ.

—¿Porque te quedaste?— me pregunta, tiene en su mano una la botella de champagne.

—Porque me importas—se la arrebato—Apagarás ese jacuzzi y saldrás de ahí.

Me acerco al interruptor de las luces.

—Espera un poco más, déjalas— me habla, veo como sale del jacuzzi.

Tomó una manta qué hay y la estiró en el suelo, tomó asiento y también lo hace JJ. Miro su torso y con mis dedos toco suavemente su golpes.

—Todo mejorará— subo mi mirada y le veo a los ojos—No te preocupes.

Nos quedamos viendo unos segundos a los ojos, pero segundos después nuestros labios se juntan en un beso, nos separamos y quedamos unos minutos en silencio.

—Yo...—hablo mirándolo a los ojos—Lo..

Él se acerca y nos besamos otra vez para luego separarnos por falta de ahí, me recuesto en la manta.

—Quédate — dice, me volteo hacia él y acaricio su cabello.

—Lo haré por toda la vida si es lo que quieres– hablo con una media sonrisa—Puede que termine aburriéndote.

Escucho una risa por parte de él. Lo abrazo por la cintura a lo que él sostiene mi mano.

—Te conozco— susurro en su oído—Puede que mañana harás como si nada hubiera pasado. Te quiero JJ.

Mis ojos comienzan a cerrarse.