DomasxOS

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"En tres, dos… ahora" la bala pasó a cada uno de sus compañeros y en su mente sonaba esa canción que siempre cantaban la gloria y la sangre van de la mano como ellos dos, de lejos veía a dónde estaba con la espada en mano y su forma tan propia de hacer esgrima, Dove mordió el labio antes de nuevo apuntar al blanco que le mostraban. 

Era lista, hermosa, disciplinada, despiadada, descarada y sobretodo una dama, se diferenciaba de cada una de sus compañeras por ser aquello y aún más importante conservar la cabeza en situaciones difíciles e importantes sin dejarse guíar por sus emociones hasta que cierta persona había llegado al instituto.

Los ojos azules se estaban posando en ella, desnudandola con la mirada, más allá de eso recordando cada noche anterior a la práctica de esa semana o de las otras semanas, la pose que tenía la rubia era perfecta para que con los tobillos ahogara a sus enemigos mientras una bala en el pecho dejaba más que débil al otro, Thomas volvió la vista por encima de su hombro no era el único que la miraba. 

Era cruel, mente fría, sigiloso, inteligente, hábil, fuerte y técnico, sabía más de técnicas de tortura que ningún de ellos ahí, era delgado, fuerte, alto y sus ojos eran de un azul tan profundo que podía encantar a cualquiera que lo viera, era la mente maestra de cada misión que tenía y eran quien daba el golpe final, lo sabía bien, era el líder innato de la clase y junto a la rubia formaban la pareja más poderosa de todo el instituto. 

Sus nombres sonaron para que ambos pasarán al frente dejando lo que tenían en sus manos como armas, estaban tan cansados de los típicos ejercicios con los que ahí se enseñaban pero era necesario, dentro de un mes pasarían a su graduación y de última prueba sabía que sería matar a alguien de alguna gran asociación o al más débil de sus compañeros; las posiciones que tomaron para lucha cuerpo a cuerpo eran muy distintas a las que siempre tomaban estando juntos, nadie lo sabía pero aquellos dos asesinos asueldo tenían el corazón, el cuerpo, y el alma inundado del otro, morían por el otro y apenas el servicio que tenían que dar como paga se irían lejos de ahí a buscar su propio camino juntos. La campana sonó avisando que comenzarán, ambos se fueron encima del otro girando, golpeando e Incluso algunas veces aplicando algún tipo de llave o dolor físico que les habían mostrado para torturar aunque en los ojos del otro no querían hacerse, tanto, daño aún seguía aplicando la misma fuerza en el otro hasta que la campana tocará de nuevo dejándolos tomar el aire que no sabía que les hacía falta. 

***

El pequeño pueblo en América que describía Dove a Thomas era un lugar que nadie le gustaría ver, que no era tan bonita pero que para ella si y conservaba un palacio en ruinas de sus sueños, una pequeña niña bailarina que por destrozos de una guerra y problemas de sus padres se había quedado huérfana mucho antes de que la pudieran adoptar había salido de ese lugar para buscar en todos lados donde estaban todas esas personas que amenazaban constantemente a sus padres, aquellos soldados que no habían ayudado, en el camino Dove había encontrado la academia Swichwirtz en donde con tan solo seis años le habían dado cobijo, le habían seguido las clases de ballet hasta los diez cuando aprendió a disparar una bala para aquellos que pasaban por su cuadra. 

Esa era la historia de la rubia que miraba con atención por las puertas de cristal el cuerpo dos veces más grandes que ella bañándose a vapor de agua caliente con gotas bajandole desde el pecho hasta el abdomen 

-Esperas aquí ¿Entendido?- 

Las palabras de su amante sonaban fuertes y claras, eso había hecho Dove como buena niña esperaba sentada con los pies en la cuarta posición de ballet por Thomas. 

*** 

Thomas tenía un padre, solo eso, una de las familias poderosas en su momento de Escocia o eso se decía, el caso era que se habían quedado pobres muy pobres tanto que su papá lo había vendido a una mujer mucho más grande que él, su padre, que le obligaban a hacer cosas que a él no le gustaban, jamás había hablado pero apenas llegó al instituto Swichwirtz tuvo que estar en terapia por todo un año durante los 8 a los 9 años, rescatados por uno de los vecinos de aquella mujer. 

Después de la terapia Thomas tomaba clase de etiqueta y teatro que era lo que más le gustaban, comportarse como todos esos hombres de las películas antiguas que veía en las noches en el instituto o en la casa de dónde había salido, tenía una sonrisa hermosa al igual que su elegancia y a los diez había clavado el primer cuchillo en la mano de uno de sus entrenadores que rendido ante los ojos color mar había puesto aprueba sus habilidades para tener esa indetidad que se había creado. 

Como la que tenía con la rubia que se movía de un lado al otro de manera sensual con el vestido blanco con el escote en su espalda baja, pasó la lengua por los labios dejando la copa de lado caminando a ella, sujetando fuertemente su cintura pequeña para que ambos bailarán juntos, Dove era la única que sabía cómo seducirlo con su belleza, con su cuerpo, con sus palabras. 

-Ire con un vestido blanco, te llamaré una vez si no vienes… ya sabes- 

La risa de esa belleza americana y la elegancia del príncipe de los corazones rotos se alzaba en el salón en donde los directores lo miraban sabiendo que algo pasaba tanto que podía arruinar sus carreras como los mejores espías y agentes. 

Nota del autor:
Hola, tiene muchas referencias a canciones que me sirven para escribir este y mi fic principal so… Tengo dos ideas, hacer un libro de curiosidades acerca de cositas de casa historia o en su caso marcar un apartado para la playlist.
No me dejen en flop y diganme en los comentarios que les gustaría :)