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El segundo nivel era menos divertido, o mejor dicho menos esperanzador que el primero.

Éste data del año 2250, justo en el auge de la ya acaba Tercera Guerra Mundial.

La historia suena demasiado realista, a decir verdad. La tierra finalmente estalló en guerra tras varios siglos de tensión entre las grandes potencias, Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Norte y Venezuela, y decidieron enfrentarse para poder ver quién ganaría como el mejor. Los detalles son inexplorados por los NPC, pero ellos afirman que las armas nucleares y los combates a gran escala dejaron a Europa totalmente vacía de vida. América se salvó, pero entonces a consecuencia de tanto desastre, la tierra empezó a vengarse, los desastres naturales empezaron a volverse cosa cotidiana, gran parte de los sobrevivientes de la guerra murieron en cuestión de décadas, y a eso se le lleva el problema de la escasez, los cultivos eran difícilmente sostenibles, los animales eran más precavidos y salvajes con los humanos, y los recursos eran cada vez menos para una cantidad relativamente grande de humanidad que logró salvarse.

La estupidez humana siguió de todas maneras, estaban los sensatos, que intentaban unirse para encontrar una solución usando la ciencia y la unión para poder sostenerse a si mismo, llamados Athenos.

Y luego estaban los insensatos, aquellas personas que solo robaban y consideraban que entre menos gente habría más para ellos, asesinos sin corazón que solo pensaban en si mismos y se dedicaban a destruir puntos de concentración humana para robar recursos y matar gente. Ellos eran llamados Los Berserkers.

Pasando la puerta, oímos esa historia de dos NPC, que intentaban convencernos de unirnos a ellos, si elegimos Berserkers, nos dedicaríamos a robar y cumplir misiones de infiltración, si elegimos Athenos, nos pondríamos a hacer misiones de recuperación, de huida y de intentos de secuestro de los Berserkers.

Miré a Popitres, que parecía a punto de dormirse, la zona bajo sus ojos parecía pintado de tinta negra.

-Solo escoge una, de todas maneras no creo que repercuta en los siguientes niveles -dijo casi sin interés.

-Athenos.

Al instante de mi orden, apareció una insignia de una jeringa bajo unos lentes sobre nuestras cabezas y finalmente terminamos en una inmensa ciudad, no tan tecnológica como el nivel anterior, pero algunas personas levitaban en autos y los edificios llegaban cerca al cielo, solo que parecían edificios normales, nada especiales o aparatosos, pero igual largos.

-Tengo que irme, P.

-Si, ya es tarde, fue un buen día, hablamos mañana, Derek.

Buscamos un lugar donde dejar nuestros avatares, ya que si nos desconectamos en medio de la nada, apareceríamos congelados y cualquiera con el nivel suficiente nos mataría.

Un hotel lleno de medicinas y calentadores fue nuestra opción final, no sabía si mi cuerpo real tenía hipotermia o no, pero aquí al menos era casi tan cálido como las playas cercanas al Mar Caribe.

Recostamos a nuestros avatares en una cama para cada uno, Popitres se desconectó con un sincero: Si te masturbas, que sea en el mundo real y no aquí en mi presencia, gracias. Yo en cambio me quedé viendo el techo un rato, revisando mi inventario y buscando algo en específico, el ítem estaba ahí, impune, una chaqueta negra de escamas que ponía: Recompensa por vencer a Reikus, resistencia+2 y fuerza+1.

Quise aplicármelo allí mismo, pero debían ser por lo menos las 2 am en el mundo real, abrí mi menú deslizando mi dedo hacia la derecha en forma recta, la opción: Desconectarse, apareció en verde, presione si tras la típica advertencia: Estás seguro?

El mundo se volvió negro y ya no estaba en un hotel en el año 2250, estaba acostado, en una cama, en el cuarto de un chico de 15 años con un casco de realidad virtual puesto en la cabeza.

Tempel Jäger  OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora