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La vuelta a casa fue un poco más dolorosa.

Ace no dejo de mirarme hasta tomar por lo menos tres objetos de recuperación de HP, y no me soltó hasta que éste subió de nuevo a verde, sin embargo mis piernas aún no podían sostenerme del todo, por lo que tuve que apoyarme de Popitres y Ace para volver a la Escuela de Raphiel.

Los miembros de los grupos más grandes decidieron encargarse por si solos de abrir la puerta y revisar el siguiente nivel, además decidieron buscar a Dialac por su cuenta, aunque sabía que no parecían muy interesados en ellos.

Intentar hablar sobre la muerte de un compañero a un montón de aprendices entusiasmados fue realmente lo peor de todo, todos ellos estaban sonrientes y felices de que hubiéramos pasado el jefe a la primera, pero sus caras cuando no contestamos sus preguntas sobre Luke ocasionó que la larga estaca de hielo que tenía incrustado en el pecho empezará a doler más.

Y me merecía el dolor. Porque yo sabía que no podía levantar la espada contra un jefe, ese pedazo de información no se lo había dicho a nadie, Lucas me había confiado su secreto a mí, y yo como un perfecto arrogante y estúpido había dejado que nos acompañará a la sala del Jefe, si, estábamos aún más cerca de salir, pero ¿a qué costo? Solo podía pensar en su hermana, sus padres, todas aquellas personas que esperaban que despertará, pero él nunca lo haría, le había prometido sacarlo de aquí a toda costa, sin embargo todo había sido en vano. No había podido mantener esa promesa, y por eso era lo peor.

¿Si no había podido mantener seguro a un chico que era inmortal en un juego, cómo encontraría a Mason? ¿Cómo podría proteger a Dialac, Popitres, Ace, Raphiel, Reg, todas las personas importantes para mí, si no había podido cumplir esa simple promesa?

Esas dudas no dejaron que mi mente descansará en paz esa noche, ni la siguiente, o la siguiente, cuando intentaba dormir solo recordaba a Lucas, su cara justo antes de morir, esas palabras que creí debí haber escuchado, pero se perdieron en el viento antes de llegar a mis oídos.

En ninguno de esos tres días, Dialac dio señales de seguir en el mapa.

Yo sabía porque, después de mí, ella parecía la más apegada a Luke, le había enseñado a entrenar, siempre estaba con él, le cocinaba, y él realmente parecía feliz con ello, según él Dialac le recordaba a su hermana, pero seguía preguntándome qué estaba haciendo Dialac, conociéndola no debía ser nada bueno.

En algún punto, me planteé la idea de suicidarme, para ver si era verdad aquello de que tu conciencia desaparecía por completo, me lo había planteado varias ocasiones desde que el juego fue cerrado, pero no había tenido oportunidad, porque Popitres me importaba demasiado, porque Ace por más que lo negará era alguien tan importante para mí como lo era Mason, porque Dialac era mi amiga, porque por más oscuro que fuera el mundo real, allí todo era diferente, no tenías que luchar por tu vida, no había peleas diarias, no había dolor ni angustia, o al menos mucho menos que aquí.

Entonces recordé a Daven y Mistock, líderes de los AKers, los cuales no creían nada sobre la verdadera muerte del juego, y entonces los entendí. No querían creer que de un simple juego saliera una idea tan macabra como el poder morir porque todos tus puntos de HP desaparecían, tu cuerpo estallaba en fragmentos y nisiquiera dejabas atrás un cadáver aquí, solo dejabas de existir, aunque tus amigos y compañeros te recordaban si ellos también perecian todo rastro de ti desaparecía de este mundo, y del otro también.

La idea de dejar de existir y desaparecer debía aterrarlos y prefieran no creer en ello, igual que a muchos les aterraba saber que la humanidad estaba condenada, por eso preferían ignorar esa verdad cruda y vivir en la ignorancia, a sabiendas que estamos en una profecía inevitable de autodestrucción.

Tempel Jäger  OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora