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Y así paso una semana, y 20 personas habían muerto.

Nadie sabía exactamente si morían o no, pero no retornaban al nivel 1 como siempre lo hacían, sus avatares desaparecían para siempre y sus nombres (que habían sido puestos en La Tabla el día fatídico) se tachaban con una línea que cubría completamente el nombre de su avatar.

Nadie había dado respuestas en todo ese tiempo, ni un mensaje, ni una señal que esto no era más que una pesadilla, la gente gritaba y excavaba intentando llegar a una salida que no existía. Realmente el juego estaba cerrado de manera hermética, nadie salía, nadie entraba, y nuestra única esperanza de salir se veía demasiado lejano e imposible, como si desconectarse del juego no fuera más que una ilusión cruel que nunca existió.

Toda conexión a internet y segunda ventana fue removida del sistema, no podíamos entrar a internet, de hecho lo único que podíamos ver más a allá de nuestra visión general era la actualización de La Tabla a tiempo real, la cual tenía más y más nombres tachados cada día que pasaba.

Popitres y yo seguíamos en grupo, y la mayoría de Hunters al ver el increíble riesgo estaban creando grupos pequeños que les permitían compartir recursos y seguridad, pero eso no quitaba que el número de jugadores descendiera cada vez más.

Nadie había logrado superar el jefe del nivel 6, el cual era una simulación realista de la segunda guerra mundial en todo su apogeo, nosotros representabamos las potencias aliadas conformadas por el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética, mientras que teníamos que pelear de manera unida en contra de las potencias del Eje lideradas por Alemania, Italia y el Imperio de Japón. Todo el nivel estaba diseñado como un inmenso montón de continentes pegados, ya que el mar aquí componía básicamente un kilómetro de distancia entre continente y continente, era el mapa más grande que hubiera visto en un MMO en mi vida.

La mayoría de nosotros sabíamos donde estaba el Templo y el jefe, el único problema era que nadie sabe cómo pasar la primera fase, ya que la prueba era totalmente aleatoria, solo éramos conscientes que era una simulación de la batalla más importante y el inicio del final de La Segunda Guerra Mundial, la batalla de Stalingrado, en donde la resistencia liderada por Hitler finalmente empezó a ceder ante las Potencias Aliadas, pero habían intentado todo, pasar a través del fuego enemigo, derrotar a todos los contrincantes, viajar por toda la ciudad buscando un hueco importante durante el cual peleariamos con el jefe final. Pero solo habíamos logrado perder a mucha gente en el proceso.

A sabiendas que todo estaba pasando, a la semana del cierre del juego, la mayoría de jugadores delanteros decidimos hacer una reunión en la plaza del nivel 4 frente al Capitolio, en donde Raphiel fue juzgado y donde Daven y Dialac habían luchado.

Popitres y yo nos sentamos en la esquina de un montón de gradas improvisadas, osea básicamente sillas puestas una detrás de otras para al menos 100 personas, aunque realmente había solo 30 Hunters, contándome a Dialac, Popitres y a mí.

No habia visto ni hablado con Ace en todo el rato, le habia enviado mensajes y había intentado triangular su posición desde el menú principal, pero había bloqueado esa opción, y pensaba que era por mi culpa. El único indicio de que seguía vivo era el brillo del anillo que tenía en la mano, y el hecho de que seguía cuarto en La Tabla sin su nombre tachado.

-Vale -anuncio Raphiel chocando su lanza contra el suelo, el sonido de ello resonó en todas las gradas -Es hora de tomar las riendas de este juego.

-¿Es siquiera un juego ya? -dijo un Hunter aleatorio a la iglesia -Estamos muriendo, muriendo de verdad, y nadie da respuesta, el juego acabo hace mucho tiempo.

Tempel Jäger  OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora