[12.No soy gay]

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Mientras daba saltos cada vez más fuertes y rápidos, no podía evitar jadear y gemir, no se preocupaba porqué los oyeran, abajo la música estaba alta, y entre conversaciones a gritos y todo el alcohol que consumían aquellos adolescentes, simplemente era imposible que alguien se diera cuenta de que estaban allí follando como si no hubiera un mañana. Aún así, a Izuku se le conocía por ser algo inseguro, dedicó una mirada rápida a la puerta, dándose cuenta de que estaba un poco abierta, no se preocupó demasiado, lo primero que pensó es que seguramente ni cerraron, en esos momentos poco estaba dispuesto a recordar si habían cerrado la puerta o no, y si no la cerraron, ¿qué más dá? Nadie era tan testarudo como para desobedecer la única norma que había en las fiestas de Shigaraki "No. Vayáis. Arriba." Tres palabras fáciles de comprender para cualquier ser humano, y no es porque arriba hubiera algo de valor, era más por el hecho de que a Tomura no le gustaban los chismosos, rebuscando entre sus cosas sin su consentimiento.

Izuku llegó al punto donde no se podía sentir mejor, sus gemidos salían sin pudor mientras saltaba y Dabi daba pequeños, pero placenteros, embiestes hacia arriba, y aún con todo esto, Dabi agarró el pene de Midoriya, y comenzó a masturbarlo, Izuku sentía que la fuerza de su cuerpo se iba mientras el comienzo de uno de los mejores orgasmos de su vida se hacía camino desde la base de su miembro hasta la punta.

No se había quedado tranquilo, volvió a mirar a la puerta, y casi le da un infarto, la puerta estaba totalmente cerrada, alguien los había visto, menuda vergüenza.

[*]

Bakugo, quien seguía agarrado al pomo de la puerta, sin ningún temor de romperlo de lo fuerte que apretaba, se estaba empezando a asquear, no había bebido tanto, pero el mareo que comenzó a adentrarse en su cuerpo hacía que hasta sus oídos pitaran, no podía apartar la mirada, estaba iracundo, pero no sabía ni porque, hace mucho que no veía a Deku como una persona, para él, ese peliverde no tenía derechos, entonces...

¿Porqué se sentía tan mal eso?

Ver como ese muchacho disfrutaba tanto, a lo mejor es por el hecho de que siempre le ha hecho llorar, verle contento es algo que le repugna, mucho peor si esta gozando de parte de alguien al que debía temer, porque sí, se dió cuenta de que Dabi estaba debajo del pecoso, y se notaba un poco más contento que el que le saltaba encima sin descanso.

Katsuki no entendía nada, le dolía la cabeza, a sus oídos ya no llegaban ni la música ni los gritos de las personas en la planta baja, solo escuchaba como Deku dejaba salir aquel apodo del muchacho al que le estaba saltando encima de sus delgados y brillantes labios, todo entre jadeos y gemidos, y es que fue un pensamiento tan efímero el que le pasó por la cabeza, y fue a la vez tan grande el impacto.

Cerró la puerta, buscó el baño, se miró en el espejo, no tenía buen aspecto, unas grandes ojeras que tenía por la falta de sueño, llevaba días donde no dormía bien, cada vez que su padre llegaba a casa no se iba a dormir hasta que él lo hacía, solo por si acaso, aunque las ojeras le hicieran ver más intimidante no le gustaban, para él eran como una muestra de una debilidad suya, su piel tampoco demostraba que estuviera muy bien, pues se le podía comparar con una hoja de papel, todo en él era un desastre, sentía que se caía y poco podía hacer para mantenerse de pié, quiso levantar sus manos para alcanzar el grifo y dejar fluir agua para echarse un poco en la cara y despejarse, pero tenía los puños cerrados a los costados de su cuerpo, sus nudillos estaban blancos de la fuerza que hacía, estaba hasta temblando, si se decidía por levantar un poco el brazo, o si quiera mover su cuerpo, acabaría por golpear el espejo y romperlo, estaba viendo la peor versión de él, y le resultaba asqueroso, no quería seguir viéndose así, no podía, no debía...

No, de ti noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora