[16.Trabajo]

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Que lo utilizaran como un saco de boxeo no era algo que a Izuku le gustara demasiado, a nadie le gustaria, pero pudo sacar algo bueno de todo eso, y fue la sensación de protección de parte de Todoroki. Sin duda era una sensación extraña, pero era agradable, tener un amigo bueno estaba bien.

-¿Izuku-chan? -Se había perdido en sus pensamientos, cuando Tsuyu llamó al peliverde este se sobresaltó, habían pasado varios días de aquello, y Todoroki ya se había integrado por completo en su grupo, se estaba volviendo lentamente cercano a Izuku, y aunque tampoco es que eso fuera muy difícil, para el bicolor era un gran éxito.

-¡Perdón! Es que estoy cansado.

-Podemos descansar un rato si quieres.

No era un trabajo realmente complicado, o al menos no lo era para los peliverdes, solían ser bastante aplicados e inteligentes por lo que este proyecto no iba a conllevar un gran esfuerzo, pero Izuku estaba cansado mentalmente, a parte de que su cara estaba hecha un cromo, tenía más marcas en el torso que en la cara, pero igualmente Tsuyu no estaba tranquila. Aún así ella conocía a su amigo, no iba a hablar de ello, aunque sabía quien se lo había hecho, pero Izuku era de los que preferían callarse las cosas, nunca contaba donde iba después de clase o los fines de semana, no sabían nada de él fuera del ámbito escolar, podía ser algo triste pero con el tiempo aprendieron a respetar la privacidad de Izuku, si quiere contar algún día todo lo que le pasa en su vida a ellos sólo debían ser pacientes y esperar a que el pecoso este preparado.

-Pareces contento. -Eso era extraño, Izuku no pudo hacer más que sonreirle a su amiga.

-Yo creo que no. -Acabaron por terminar el trabajo, eran un equipo muy trabajador y eficiente, se llevaban bien.

Izuku si que estaba feliz.

[*]

Uraraka no podía creer que de verdad se encontraba en aquella situación. Sin duda alguna querían humillarla o algo.

La casa de Momo era apoteósica a comparación con la suya, también es cierto que la castaña tiene ciertos problemas económicos, así que lo más seguro es que la pelinegra quiera reírse de su condición.

Pero lo que tenía en mente la pelinegra era algo que le iba a proporcionar más diversión a largo plazo.

-Ven, es por aquí. -Guió Yaoyorozu a la castaña por su casa, tenía muchísimas habitaciones y un pasillo que parecía no querer acabarse, a Ochako le estaba dando asco como la pelinegra exhibía su mansión como un premio, de verdad creía que ella era tan simple. -Este es mi cuarto.

-Joder.

Puede que si fuera tan simple, cuando Momo abrió una de las puertas del interminable pasillo, se dejó ver una habitación que era más grande que toda su casa, una cama enorme que parecía muy blanda, un escritorio muy amplio con un ordenador de una marca cara, junto con un equipo de música impresionante, observó toda la habitación con mucho detalle, había mucha ropa tirada por el suelo también.

"A ti te ha criado el dinero." Pensó la castaña sobre la otra chica, de nadie que hubiera compartido más de dos frases con Yaomomo era sorpresa que la chica era una malcriada, pero era muy diferente el suponerlo ante el verlo.

-¿Te gusta? -Ochako miró a la más alta, esta le sonreía inocente y pacíficamente.

-Tampoco es para tanto. -Intentó quitarle importancia, no le iba a dar el lujo de que pensara que era mejor que ella, pero su rostro cuando Momo abrió la puerta ya dejó ver eso.

No, de ti noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora