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Cuando llegué a mi universidad el ambiente era no tan como, igual llegar a mi país natal se me hacía un poco complicado, pero quería estar lo más lejos posible de él...

Cuando abrí la puerta de mi habitación encontré dos camas en ellas, y en la que daba para el lado izquierdo había una chica sentada leyendo un libro.

—hey tú debes ser mi compañera—saludó alegre, se sentó en la cama y me miró—soy Mila

—hola, yo soy Antonia.

Dejé la caja que tenía en mis brazos encima de lo que hará es mi cama junto con mi mochila.

—¿Scott?—preguntó y asentí—guau de verdad haz cambiado, desde que Alemania te tuvo aquí en la cárcel te hiciste leyenda, te nombraron la "chica droga" nadie podría creer que una chica de 14 años portara más de 11 mil kilogramos de droga para vender.

—guau no sabía eso de mí, bueno ¿en qué año vas?

—tercer año, ahora—hizo una pausa—te diré algo, normalmente suelo ir a fiestas casi todos los viernes, y bueno de vez en cuando vienen amigos míos hasta aquí y espero que no te moleste.

—tranquila no hay problema con ello—sonó mi celular y vi la pantalla.

Payton

Entré a su conversación y leí el mensaje.

[Diablo 😈]

De verdad perdona, puedo cambiar solo para poder estar contigo, te quiero conmigo Antonia.

Sentí lástima, no se va a rendir pero yo no soy fácil para perdonar.

—¿es tu novio?—preguntó Mila

—si lo fuera me hubiera emocionado—dije sin interés.

Aún así le respondí el mensaje cosa qué tal vez pronto lo lamentaré.

Si te hubiera importa aún que sea un poco igual me lastimaste

Yo Payton a ti te amo pero no te perdonaré así de fácil

Si lo hubiera hecho no me hubiera ido de Carolina del Norte y me hubiera quedado contigo

¿Podrías dejarme ser feliz ahora que estoy lejos de ti?

De verdad perdóname, aunque sea solo eso, no te pido que vuelvas o algo así

Pero no seré feliz

Te amo y estoy devastado, quiero dejar de comer los mismos errores de siempre, quiero ser tu novio y cogerte de la mano cuando se me dé la gana, al igual que besarte y abrazarte

Nunca me había sentido así desde que te conocí y no hay minuto que me arrepienta, tuve que haberte dicho la verdad de un comienzo y no seguir ocultando este mierda

Ya déjalo, cuando te perdone te llamaré y te diré si quieres que yo vaya para Estados Unidos o tú vengas a Alemania, pero no significará que quiera tener algo contigo

Si me das una oportunidad en cualquier momento, te juro que no te fallaré

No hagas promesas que sean difíciles de cumple Moomeier

Aún así trataré de cumplirla

No le seguí respondiendo o sino me darían ganas de volver a darle un golpe y luego besarlo.

—por lo que veo en tu cara, no creo que te sientas bien—la miré y asentí—pero tranquila, conmigo el dolor sanará rápido.

Y eso espero.

Mila me ayudó a ordenar lo que tenía en las cajas que me habían llegado, las clases no comenzaban en dos semanas más así que Mila se ofreció para conocer más la universidad y a algunos amigos suyos.

Cuando terminamos de ordenas nos pusimos a charlar un poco más, yendo conociéndonos y en pocas palabras es una chica muy maja y divertida.

—creo que eres más callada—dijo cuando vio que solo asentía con la cabeza.

—no te creas eso, sólo que tengo la cabeza en otra parte, pero en sí soy de las chicas que les gusta hablar—sonreí forzosamente.

—puedes confiar en mí, ¿es por el mensaje que te llegó?

—no sólo eso, sino que también él—recordarlo es muy masoquista de mi parte pero aún así me duele.

—¿qué te hizo?— dudé un momento pero me di por vencido.

Comencé a contarle toda la historia, ella miraba atentamente y asentía de vez en cuando, cuando di por fin la conversación ella se acomodó en su cama.

—bueno... lo que hizo él no tiene perdón, pero si está arrepentido es porque de verdad te ama, y sé nota que tú también lo haces.

—¿sabes? No me duele tanto el hecho de que me haya querido lastimar yo también quería hacerlo y las veces que lo iba a hacer llegaba borracha a su casa, lo que me duele a mí es que me haya mentido y haber fingido, eso es lo que más me duele—pasé las manos por mi cara agotada.

—te entiendo, también pasé por algo parecido, el tema es que yo a él si lo perdoné y ahora estamos juntos, a veces uno se dice mil veces que no ha de perdonarlo, pero cuando pasa el tiempo te das cuenta que aún así te sientes incompleta cuando intentas de ser feliz, yo y él pasamos por mucho, por tanto que cuando me lastimó traté de olvidarlo pero aún así no lo lograba, eres joven y puedes tener miles de parejas, pero nadie será como él quien te enamoró y más encima fue el primero—negó con una sonrisa—lo que quiero decir es que, si lo vas a perdonar que sea una respuesta definitiva y no te afecte después.

Sonreí ligeramente y en cierto modo ella tenía razón, si lo iba a perdonar en algún momento de mi vida tenía que ser una respuesta definitiva y segura para luego así asumir las consecuencias.

Créanme que cuando digo que no perdono de un día a otro hablo enserio, pregúntenle a Molly hace cuando años no la he perdonado.

Hace mucho hace ya casi 5 años que no la perdono por el daño que me hizo tal vez ahora pueda perdonarla, ella me dijo que Payton me estaba mintiendo pero no decidí escucharla.

—muchas gracias Molly—hice una sonrisa rápida—creo que nos entenderemos muy bien.

—eso espero—se levantó de su cama y se dirigió y la puerta y antes de salir volvió a mirarme—¿lo amas?

—sí y por eso lloré.

—entonces si lo amas perdónalo pero primero torturalo, se lo merece por perder una chica como tú—salió de la habitación y me quedé pensado.

¿Torturarlo? Claro que puedo y sé muy bien cómo hacerlo.

Me tiré a mi cama y miré el techo de la habitación con las paredes con un blanco perfecto, sólo que para el lado de la cama de Mila su pared está llena de posters de bandas de rock and roll.

—lo amo mucho y cambié por él.

Maldito Diablo ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora