Capítulo 14

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Por fin lunes, es la primera vez que Kibum se levanta tan animado para ir a trabajar. Ahora si tiene ganas de ver a Jonghyun. Sale raudo directo al imponente edificio donde trabaja. Al llegar entra con la mejor sonrisa y saluda a sus compañeros como de costumbre.

—Hey...

El pelinegro voltea y ve a Woohyun en su escritorio como cada día.

—Hola. ¿No es algo temprano para que estés trabajando ya?

—Si pero los jefes de área están más malhumorados que nunca. —Kibum ladea la cabeza confundido.

¿Malhumorado? ¿Cómo podría estar de mal humor Jonghyun, después de los días y aquella noche que pasaron en su casa?

Tal vez está estresado o incómodo por nuestra primera discusión. ¿Debería ir a saludarlo primero? Piensa mientras acomoda sus cosas y prende la computadora.

Cuando Jonghyun entra en la sala pasa directo a su escritorio y sin mirar a nadie, le dedica una sonrisa coqueta a Jessica cuando ella lo saluda, saca algunos documentos de uno de los cajones de su archivero y sale de la sala nuevamente.

Ni siquiera me miró. Pudo haberme saludado. No no no, está ocupado, tranquilo. Respira, no pasa nada. No creo que siga molesto por lo de antes.

Las horas pasan rápido entre tanto ajetreo y la gente yendo y viniendo.

—Atención, al personal que fue designado para participar en el fase final de producción del nuevo libro se les pide que vayan a la sala de conferencias B —dijo la secretaria que se asomó a la entrada solo para dar aquel anuncio e irse rauda a seguir con sus actividades.

Kibum y Woohyun —ambos colaboradores de ese proyecto— se levantaron y fueron a la sala. Woohyun fue al lado de su jefe quien lo llamó para hacer las últimas coordinaciones y el omega se quedó solo. Todos caminaban a su alrededor en sus propios mundos sin notarlo. Mira hacia adentro por las mamparas que lo dividen de la sala de conferencias y ve a Jonghyun. Se veía tan profesional y concentrado, tan sexy siendo serio y hablando formal, con esa postura de ser dominante y experto en lo que hace, el movimiento de sus manos para darle énfasis a sus palabras y como achica los ojos procesando la información para poder tener la respuesta de forma inmediata lo hacen un sueño.

Si es un dios griego. Recuerda las palabras que le dijo a Taemin y con las que este siempre se burla de él.

Es sacado de sus pensamientos por la llamada de una de las secretarias indicando a todos que ya pueden pasar. Kibum busca y encuentra la silla que le corresponde —al lado de Jonghyun—, se sienta tímido jugando con sus manos en señal de nerviosismo. Nunca había participado de algo tan importante, era un paso importante para su carrera. Si alguno de los proyectos que hizo con Jonghyun fuese aprobado sería solo el inicio de mucho éxito para Kibum. Porque también cabía la posibilidad de que lo que hicieron en esos 3 días en el departamento del alfa fuese rechazado.

Jonghyun ve al menor y camina hacía él, se coloca en su lugar —ya asignado previamente— y sonríe.

—¿Cómo éstas? ¿Dormiste bien? —Habla mirando los documentos que ordena sobre la amplia mesa.

Kibum se sorprende y su sonrisa se forma casi de inmediato.

—Si, ¿tú dormiste bien? —Responde de igual manera que el contrario, sin mirarlo—. No me saludaste hace rato...

—Lo siento. Aunque sé que no hay excusa para no haberlo hecho yo estaba muy ocupado...

—Me lo imaginaba —interrumpe.

Mi inevitable destino (Jongkey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora