Kibum arrastra sus dos maletas dentro del departamento del mayor. Estaba sorprendido de lo grande y lujoso que es el lugar, no lo recordaba así de la única vez que estuvo ahí. Quedó asombrado y algo confundido, el camino que él recordaba —muy poco por las lágrimas con las que se fue— no se parecía en nada al recorrido momentos antes.
—Sería lindo si me ayudaras. —Kibum se queja por lo pesadas de sus maletas.
—Sería lindo. —Reafirma Jonghyun, quien camina adelante guiando hasta la entrada.
—¿Entonces me ayudarás? —Cuestiona esperanzado.
—Tienes razón en que sería lindo gesto de mi parte, pero no dije que te ayudaría. —Jonghyun sonríe burlón—. Además, serán solo unos pocos días, no entiendo por qué trajiste todo tu closet. Tenemos solo 5 días como máximo para hacer la entrega del proyecto final.
Kibum le hace gestos de disgustos e insultos mudos a la espalda de su jefe. Definitivamente es un patán, piensa.
Cuando el pelinegro ha tenido tiempo de descansar unos minutos y dejar su excesivo equipaje en la habitación de huéspedes va a la sala con el mayor, el cual ya luce concentrado en el trabajo.
—Mira esto. —Lo llama al sentir su presencia y le entrega unas hojas—. Es parte del libro. La introducción de cada escrito nos ayuda a ponernos en contexto acerca de lo que el libro quiere decir, es como el color de la pupila: como cuando observas que tan puro es el verde o el negro de los ojos. Como la pureza y vivacidad de tus ojos marrones.
Kibum lo escucha atento. Jamás pensó que Jonghyun fuera así de detallista en su trabajo o tan sensible como para expresarse de esa forma del arte del diseño.
—A decir verdad, yo ya leí el libro. —Saca del morral una copia del manuscrito y lo coloca en la mesita de centro sobre las cosas que Jonghyun había puesto allí.
El alfa se sorprende gratamente al ver la dedicación de su compañero. Toma el manuscrito entre sus manos y lo abre delicadamente, sus ojos se agrandan al ver las notitas pegadas en las páginas marcando algún párrafo que el menor consideró importante o dándole cierta interpretación desde su perspectiva de lector que podría ayudar a la elaboración de la portada.
—Woah... Kibum, esto es muy bueno. Se ve que tienes pasión por tu trabajo —pronuncia con una clara honestidad—. Esto me refleja tus ojos... Sin verlos puedo sentir tu calidez —dice esto último en un tono casi inaudible.
—Gracias. —Kibum luce un tanto confundido pues no logró escuchar por completo a Jonghyun pero la primera parte de su discurso fue un elogio y eso era suficiente para él. Nadie le quitaría las palabras “esto es muy bueno” en la voz de su jefe y eso le bastaba.
—Avancemos un poco de esto y luego cenaremos. —El kim mayor era exigente pero porque él mismo se exigía a ser el mejor y eso a Kibum no le molestaba ya que él era de igual temperamento.
Unas horas después de mucha discusión —y lectura— y la oscuridad de la noche ya estaba casi de salida, las manecillas del reloj marcan las 4 a.m y los chicos ya se sienten hartos de las letras y hasta de los dibujos. Han estado en el mismo lugar sin moverse, casi sin respirar y eso los agotaba más. Ambos sienten la tensión que gobierna el aire, ellos hablan de manera cordial pero es sabido que no tienen una buena relación.
—Yaaa. No puedo más, tengo hambre. —El pelinegro se estira cansado.
—Está bien, es hora cenar. —Jonghyun toma su celular para pedir comida y se alarma al ver la hora— ¡Son las 4:02 de la mañana!
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Mi inevitable destino (Jongkey)
FanficJonghyun es el macho alfa que consigue a cualquier chica que quisiera, de sentimientos fríos y sin saber amar. Kibum es un omega con complejo de alfa que piensa que puede valerse por sí mismo, caprichoso como nadie. Siempre consigue lo que quiere c...