Capítulo 13

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—¡Hey!

—¿Qué? —Esboza una sonrisa.

—¡Déjalo!

—¿Que cosa? —Se hace el desentendido.

—¡Deja de mirarme así!

—¡¿Por qué?! —Cuestiona indignado.

—¡Porque no puedo trabajar!

—Es que tienes algo ahí. —Apunta con el índice al rostro de Kibum.

—¿En serio? ¿En dónde? ¿Qué tengo? —Se toca buscando ese "algo".

—La obra de arte más belleza que se puede contemplar.

El omega se sonroja y le tira un cojín al contrario.

—Tu lado donjuán realmente me molesta. —Su vista sigue fija en la pantalla de la portátil.

—¿Donjuán? ¿Yo? Pfff... Me duele que pienses eso. —Finge indignación y se pone de pie para sentarse al lado del Kim menor.

—¡Ya deja de jugar! Debemos terminar esto y nos quedan solo dos días.

—Lo terminaremos. No te preocupes mucho. —Deja un suave beso en la mejilla de piel tersa.

—No hemos comido ni dormido bien estos tres días y aún sin pausas no acabamos la portada. Esto tiene que ser perfecto. Es mi primer proyecto importante. Debe ser perfecto.

—Kibum, calma. Todo va a salir bien. Te lo prometo. —Cierra la laptop en la que segundos antes trabajaba el pelinegro.

—¿Y si no sale bien? —Se forma un puchero en sus labios.

—Ya te lo prometí, ¿no confías en mi?

—Bueno...

—No me respondas. Solo confía en mi. —Toma las manos contrarias—. Vamos a tomar un descanso. Pidamos comida y veamos una película.

Su don de labia y su sonrisa coqueta logra convencerlo, se acomoda de lado para centrar su atención en el alfa y en decidir el filme y la cena.

Kibum nota que la sonrisa de Jonghyun es cálida, su expresión concentrada en el teléfono mientras ordena la comida y como lo mira de reojo tímidamente lo convence de que él es definitivamente más que un donjuán. Jonghyun probablemente es el ser más puro y sentimental que exista, pero evidentemente como todo alfa debe guardar las apariencias. Aunque —ciertamente— no es mentira que el castaño es todo un alfa dominante, fuerte e imponente, además de sexy y atractivo; solo que él cree —y así se lo hicieron creer— que un alfa no podía ser débil, que los sentimientos y el mostrar emociones no es para alfas, y que divertirse con omegas y betas estaba bien porque siendo el eslabón débil de la cadena solo podían estar para complacer al alfa.

La comida no tarda en llegar y es colocada en la mesa. Los aromas de exquisitas delicias inundan las fosas nasales de Kibum.

—¿Ordenaste sin preguntarme que quería? —Arquea una ceja un tanto confundido.

—Si —responde relajado pero aún con una sonrisa.

—¿No crees que el invitado debe decidir?

—Normalmente si, pero sé que esto te gustará. —Abre los empaques de comida revelando el contenido—. Es lo que siempre comes en la oficina y es de tu restaurante favorito. Además vi que lo disfrutabas mucho en aquel almuerzo con los directivos.

Kibum parece tener escarcha en las pupilas, sus ojos brillan... ¿De amor? ¿Acaso está conmovido? Sin importa porqué sea que sus ojos se han empañado ligeramente, le complace saber que fue debido a Jonghyun.

Mi inevitable destino (Jongkey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora