Mientras observaba a Scorpius dejar la habitación, cientos de emociones cruzaron a Albus. Confusión, preocupación, cariño. Quería ponerse de pie y seguirlo, averiguar qué había estado mal los último días, asegurarse de que no hiciera ninguna ridiculez: sin embargo, a penas podía moverse en la cama sin que alguna parte de su cuerpo doliera, además de que era protegido por una enfermera que se oponía a cualquier cosa que pudiera dañar a sus pacientes;
--No, no, puedes hablar con tu novio luego--exclamó, frunciendole el ceño y tirando de él hacia el colchón--. Ahora, descansa. El chico volverá una vez que se calme un poco.
Albus no estaba tan seguro.
Quizá fuera por la mirada en sus ojos o el que estuviera llorando, pero algo le decía que la inseguridad de Scorpius se había vuelto enorme, invadiendo cada espacio seguro de su mente. Y tenía miedo de que quisiera apartarse, pensando que eso sería lo mejor para ambos. O algo peor, como ir a enfrentar a los Gryffindors y sus amigos.
--Albus.
Oh, casi había olvidado que su mejor amiga, aquella que no le hablaba desde hacía tiempo, se encontraba allí.
Beverly dio un paso al frente. Llevaba el cabello en una larga trenza y el uniforme impecable, mientras que su rostro se encontraba manchado de tristeza. Albus no la veía hace tiempo, ni mucho menos la oía hablar, pero el hacerlo no le trajo nada más que una punzada en su estómago. Estaba furioso, por sobre todo; la había extrañado, así como aun la quería, pero el resentimiento sobrepasaba aquellos sentimientos. Quizá eso lo hiciera una mala persona, pero no podía evitarlo.
"--¿Cómo te sientes?
--La mitad de mi cuerpo está cubierto de moratones--él dijo, encogiéndose de hombros--, aunque aún respiro. Podríamos decir que bien.
--Suenas como Scorpius--a Beverly se le escapó, ante lo cual se apresuró a añadir, temerosa;--. No sabes cuánto lo siento. No sabía que esto podría llegar a suceder, creí que permanecería en un simple rumor, y cuando comenzó a expandirse...
--¿Disculpa?
Albus había abierto los ojos y se encontraba dándole una mirada de muerte. Beverly se calló de golpe. Oh, diablos, pensó, sacudiendo la cabeza y buscando alguna manera de retractarse. Albus no sabía sobre el rumor, no sabía que ella lo había iniciado: podrían haber arreglado las cosas con más sencillez si no fuera por su bocota.
"--¿Qué rumor?
--Dije...--Beverly tomó aire, temblando de los pies a la cabeza, con el coraje atorado en la garganta--, dije que Scorpius te había dado una poción de amor.
El chico no pareció comprender sus palabras al instante. Se mantuvo quieto, con la boca abierta, antes de comenzar a reír. No había nada de la ternura y amabilidad que Beverly siempre había visto en él, solo ironía y furia, algo que había copiado de Scorpius. A pesar de que no tenía derecho, se enfureció un poco. Sus pensamientos con respecto al rubio se encontraban un poco confusos, ya que ahora no sabía qué creer, pero seguía manteniendo la idea de que era una mala influencia.
Albus, sin embargo, no parecía pensar lo mismo.
--Por Merlín--el chico exclamó, tirando la cabeza para atrás--, eres la amiga más tóxica que nadie jamás podría tener.
--No es cierto--Beverly se defendió, apretando los puños ante sus palabras--, solo quería que estés bien. Scorpius es la última persona con quien podrías conseguir una buena relación. No puedo creer que no lo veas; se pasa la mitad de su tiempo faltando a clase y reprobando asignaturas.
--¿Solo por ser malo en la escuela se convierte en un pésimo candidato para una relación?--Albus alzó las cejas, con una sonrisa tirando de sus comisuras e hizo un esfuerzo para sentarse, a pesar de que la enfermera, escuchando su conversación desde el otro lado de la habitación, le lanzó una mirada de advertencia--, ¿Sabes quién sí es una mala persona? Tú. Scorpius siempre me mostró respeto, es una de las persona más buenas que conocí y jamás hizo nada en lo que yo estuviera de acuerdo o algo para perjudicarme, a diferencia de otras personas.
--No lo hice con malas intenciones--ella murmuró.
--No te creo.
Beverly lo miró con grandes ojos, sin poder creerlo. Albus se la devolvió con la misma intensa ferocidad, apretando los labios ante su expresión, dolida, como si buscara hacerlo sentir culpable.
--Albus--ella suspiró--, lamento que lo veas así. Solo intentaba ayudar.
--¿Sí?--Albus la miró durante unos instantes, pensativo--, ¿Y hablaste con Scorpius?
La expresión de Beverly dudó momentáneamente.
--¿A qué te refieres?
--¿Hablaste con él, antes de esto? Cuando salió, te dijo que tenías razón; ¿A qué se refería?
--Una noche..., cuando ambos volvían de Hogsmeade, le dije que se apartara de ti--su voz se escuchaba entrecortada, débil.
Cuando volvían de Hogsmeade, luego de la cita que el chico había organizado. Y el primer día en que Scorpius comenzó a actuar extraño.
Albus tuvo el impulso de enterrar el rostro en la almohada y gritar. No podía creer que estuviera tan distraído como para no notar que el debate de su novio era consigo mismo, en lugar de él y su aburrida y tonta vida; a pesar de que no parecía aparentarlo, Scorpius era un chico inseguro, lo que debió de haberse alimentado ante las palabras de Beverly
--Sé que, a veces, no puedo saber qué es lo mejor para mí--continuó, incapaz de dejar las cosas así--, pero deberías de confiar en mis decisiones. Sobre todo en esta, porque, si te hubieras tomado un momento para dejar las reputaciones de lado, notarías que Scorpius es una persona increíble.
"--Tú, en cambio...--Albus se mordió el labio, sin saber qué decir--, no creo querer volver a hablarte jamás.
Cuando la chica se puso de pie, en silencio y otorgándole una última mirada de impotencia, y salió de la enfermería sin contestar, Albus no pudo evitar soltar un suspiro tembloroso.
Lo invadían unas inmensas ganas de llorar, pero sabía que había hecho lo correcto.
¿Por qué aferrarse a alguien que hace daño, sin embargo? Quizá Beverly tenía buenas intenciones, quizá no; de todas formas, había hecho algo detestable a espaldas de Albus, interrumpiendo en su vida, relación y sus decisiones sin pedir permiso.
--Que bueno que se fue--su enfermera dijo--, es hora de que comas algo.
Albus suspiró, mirando hacia la puerta.
--¿Crees poder pedirle a James que busque a Scorpius, por favor?
La enfermera solo dudó un momento, tendiendole la bandeja de comida, antes de asentir y abandonar la habitación.
Tan pronto pudiera hablar con su novio, todo estaría bien. Mejor.
Se dejó caer contra su almohada con un suspiro. Finalmente.
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Moהotoהía (SCORBUS)
FanficAlbus Potter está cansado. Cualquiera que mirara desde afuera, fácilmente puede decir que lo tiene todo: dinero, padres famosos, buenos hermanos, las mejores notas de la clase y la capitanía del equipo de Quidditch. Pero las cosas no eran tan sencil...