-Peridot: ¿Quién es usted exactamente?- preguntó.Una mujer misteriosa llegó al castillo Drewsly, afirmó ser una partera y familiar de Peridot.
El rubio fue llamado y la reconoció, siguiente pasó a confirmar la afirmación de aquella mujer y la dejó entrar.-Los magos llevamos mucho tiempo ocultos, unos cuantos se arriesgaron a salir al mundo humano, pero otros nos quedamos escondidos en el bosque, el guardián nos protege como nosotros protegemos su hogar, yo pertenezco a la élite de los magos, viajo sin llamar la atención para ver cómo avanza la humanidad, tuve que venir al saber del nacimiento del destructor, todos los magos tienen miedo de lo que pasará.
-Peridot: Pero puede cambiar ¿Verdad? — dijo recordando el tema, se había centrado tanto en los entrenamientos y en la salud de Lapislázuli.
-No es solo una la adivinación del futuro, está predestinado, no importa cuánto se esfuercen en controlar su poder, ese evento tendrá que suceder y nada lo evitará.
Peridot tenía la duda, miraba con desconfianza al niño recién nacido que fue pasado a su madre.
-Peridot: Él será un peligro.- dijo cansado y un poco frustrado.
-De hecho no diría "él", nunca ví a una criatura así, deberían haber registros de los humanos nacidos en formas extrañas — dijo la mujer siendo franca.
Peridot hizo un gesto de confusión
-Peridot: ¿Cómo dice?
-Míralo por ti mismo.- dijo señalando a Lapislázuli, quien sonreía al ver al pequeño lactar.
-Peridot: Mmmm quizá luego.- se negó para no interrumpir la alimentación de su hijo.- ¿Qué tenemos que hacer para por lo menos evitar en lo más mínimo el desastre?- preguntó.
-No lo sé, solo cuiden del bebé.- dijo algo preocupada.- yo debo irme, hay problemas en otro pueblo, esa chica me trae muchos inconvenientes.- dijo repentinamente.
La mujer se despidió de ambos y se retiró del castillo.
El bebé lloraba mientras Lapislázuli lo arrullaba para calmarlo.
Peridot se sentó a su lado muy pensativo y frustrado.
-Lapislázuli: ¿Te parece alguien malo?- preguntó la castaña mirando con una sonrisa al bebé.
-Peridot: Pregúntale eso a mi madre.- comentó mirando al ventanal enorme.
-Lapislázuli: Papi tiene miedo, sí, te tiene miedo.- sonreía notando como el bebé se calmaba.
Peridot sonrió por un momento, en verdad sentía miedo de lo que sucedería después, no sabía cómo ser un padre o como cuidar de un ser tan pequeño que dependería totalmente de Lapislázuli y él. Principalmente no lograba entender la gran calma y tranquilidad de la castaña.
-Peridot: Dime ¿Cómo lo haces?- preguntó acariciando despacio la mejilla del bebé.
-Lapislázuli: También me asusta el hecho de que este pequeñín indefenso pueda ocasionar un gran desastre, ¿Que puede suceder para llegar a ese punto?
-Peridot: No lo sé ¿Yo seré malo?
-Lapislázuli: Eres malévolo y aún así estás aquí con los dos.- sonrió acariciando los pocos cabello rubios del bebé.- debe ser otro factor.
La puerta fue tocada en ese momento, luego la voz de Drewsly solicitó el permiso de entrar.
Peridot se dirigió a la puerta y lo dejó entrar.
-Drewsly: ¿Puedo verlo?- preguntó sin acercarse tanto.
-Peridot: Claro, supongo.- dijo viendo a Lapislázuli, quién asintió.

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Hasta El Último
FanfictionPeridot Ibanov es un asesino conocido además de ser ladrón, por dejar a una persona viva es que debe cargar con la culpa ¿Contradictorio no?