Tu Sonrisa | Anuel AA |

027.

ARABELLA
Enmanuel no volvió a insistirme desde aquel día que casi lloraba en la puerta, no volvió a escribirme, a llamarme, ni siquiera publicaba historias enseñando su rostro, nada más promociones. Sé que no era la mejor novia del mundo pero por lo menos yo si lo intenté.

-Toc, toc. -dice mi hermano Alberto-

-Puedes entrar. -Dije del otro lado de la puerta-

-Nada más te pasas metía' aquí ¿que fue? -dice de broma-

-Jajaja pescabicho -dije con sequedad- No vengas a joder para acá.

-Solo vengo a ver cómo estaba mi princesa -Me abraza-

Ya estaba casi llorando, este embarazo me ha puesto bastante sensible de que lo yo era.

-Hey. hey ¿Y ya vas a llorar? -Pregunta-

-Si, si si ya voy a llorar, es que tu sobrina o sobrino me tiene ultra sensible, no puedo.

-¿Estás segura de que es el embarazo o el revolú que tienes con Enmanuel.?

-Me senté en el borde de la cama? Todo Alberto, ya vete por favor. -Tapé mi rostro-

-¿No ves el daños que te haces a ti y a tu hijo guardándote todo? -Dice fuerte- nada más sales a comer, casi ni ves a tu sobrino Arabella, ese daños te estás haciendo tú, ¿No ves que la gente nada más quiere ayudarte?

-Te dije que te vayas -Grité mientras lloraba-

El dolor me estaba quemando, estaba haciendo todo mal, y lo peor del caso es que el tiene toda la razón.

-NO ME VOY DE AQUÍ HASTA QUE ME CUENTES -Grita-

-Ya basta Alberto -Grité llorando-

-¿A ver que puñeta son esos gritos? -Entra mi cuñada-

-Nada -Dijimos Alberto y yo al unísono-

-¿Nada? -Se cruza de brazos- A mi no quieran ocultar sus peleas que escuché todo desde abajo.

-Discúlpame, no era mi intención. -La miré-

-Ay mi niña -Me abrazo- no sabía que estabas llorando, si quieres desahogarte aquí estoy yo y tu hermano, Ari -Me vuelve a abrazar-

Dicho esto, se fue dejándome sola con mi hermano.

-¿Por qué no lo perdonas?

-No se lo merece-sollocé- Siempre es el mismo show.

-Es el amor de tu vida y padre del niño que esperas.

-No me digas -Dije de forma sarcástica-

-PUÑETAAAA -Me grita- Pon de tu parte y deja de ser tan estupida.

-Ajá.

-Que lo perdones no quiere decir que vuelvas con el, lo puedes llamar por video y que te vea a ti y a su bebé, que le hable. eso es primordial en el embarazo, el bebé nesecita escuchar a su padre, saber que está ahí.

-¿Otra cosa?

-Hablen, déjalo que venga y véanse, sean amigos, tienen un hijo en común, tuvieron mucho tiempo como pareja, se apoyaron en las situaciones más difíciles de su vida, lo viste caer y levantarse, el estuvo contigo a pesar de tener una madre loca, controladores que no lo quería, tenía que esperar que pudieras escaparte, te espero hasta que tuvieras lista para entregarte, aguantó muchas humillaciones de mamá sin siquiera poder decirle todo lo que se merecía y ahora te cumple el sueño de ser madre.  ¿Tú crees que cualquiera hace eso?

-No -Se me escapó una sonrisa- El es todo lo que otra mujer pudiera desear en su vida.

-Y por cosas del destino te tocó a ti, así que deja el show y ponte para tu macho -Me abraza- Llámalo, AHORA -Me grita la última palabra.

Cuando cruzó por la puerta, la cerré, me metí al baño a tomar una ducha y lavarme el pelo, me cambié por un top Calvin Klein y unos bike shorts color negro, sin zapatos porque iba a estar en la casa. Me acosté y decidí llamar a Enmanuel para que vea como va nuestro bebé en mi segundo mes de embarazo.

-Ándale contesta Enmanuel, puñeta -Dije nerviosa-

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