El Heroe

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Salió de la cita con sentimientos encontrados, por una parte se sentía bien al saber que era apta para tener hijos. Inclusive la doctora había dejado en claro en pocas palabras que todo estaba en perfectas condiciones...

-Usted está completamente perfecta de salud ministra y le aseguro que goza de una excelente fertilidad -Dijo la sanadora con una cálida sonrisa luego de mostrarle los exámenes que avalaban sus palabras.

El problema era que para tener un bebé se necesitaban dos y a Hermione le había quedado claro que Harry no estaba realmente interesado. Le gustaría saber que había cambiado de un tiempo para acá, ella no podía entender el repetido desinterés de su esposo tomando en cuenta que él mismo le había propuesto tener hijos; aunque había pensado en un millón de posibilidades no podía comprender por completo que ocurría...

¿Acaso ya no la amaba?... ¿Ya no la deseaba?...

Ni si quiera se atrevía a pensar o si quiera reforzar el pensamiento acerca de la tercera opción... ¡No, Harry no le haría eso!.

Llegó hasta la sala de espera en donde Ron y otros tres aurores la esperaban.

El pelirrojo al verla en seguida se puso de pie.

-¿Todo está bien? -Preguntó.

Hermione hizo lo que pudo para sonreírle aún cuando el solo esfuerzo lastimara su corazón.

-Sí, estoy perfecta -Respondió.

Ron la miró y le sonrió con ternura, le daba mucha tristeza con ella... Él había intentado contactar a Harry pero simplemente fue imposible.

-Entonces vamos de aquí, no me gustan los hospitales. El ambiente es pesado y me da sueño -Dijo haciendo una mueca.

Hermione rió.

-Sí, seguramente no tiene nada que ver con las inyecciones -Dijo divertida golpeándole el brazo con el codo.

-Prometiste que sería un secreto -Susurró con los ojos entrecerrados.

Con risas los cinco desaparecieron del hospital y aparecieron en la entrada de la mansión ministerial. Adentro un bullicio enorme la esperaba.

La castaña suspiró, era momento de seguir trabajando.

Ron se encargó de hacer un chequeo a la seguridad dejándola con su equipo de trabajo.

-El ministro sueco anunció su estadía durante el evento y le envió un ramo de rosas con tulipanes, los puse en su despacho Señora Ministra -Le notificó Hannah.

-Excelente, ¿hemos sabido algo del ministro húngaro? -Preguntó la castaña.

-Su esposa dio a luz a su hija hace tres días, dijo que haría lo posible por estar pero que no era seguro -Dijo esta vez Anna.

-¡Qué lindo! Ponte en contacto con Madame Malkin, le enviaremos un obsequio -Dijo Hermione con una sonrisa. Conocía muy bien a Maryam la esposa de Jurguen el actual ministro, le tenía mucho aprecio.

Luego de pasar horas y horas arreglando itinerarios y concretando detalles poco a poco el personal se iba yendo.

Ron volvió y se mantuvo cerca de ella junto con otro auror que no conocía, supuso que era uno de los de nuevo ingreso. Al culminar con sus últimos deberes se puso de pie.

-Ministra le presento a Lucian Valkov, es nuevo y está en proceso de prueba -Le dijo Ron presentándole a un joven alto, rubio y bien parecido.

Lucian inmediatamente se tensó ante la presencia de la castaña.

Ella es míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora