Oscuro

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Otro día más llegando a San Mungo, Hermione estaba agotada en todos los sentidos. Pero no podía pasar por alto la situación de Harry, eso sería muy egoísta tomando en cuenta que él la salvó.

Mientras caminaba hacia la habitación donde se encontraba el elegido, Ron iba discutiendo con Lucian acerca de algo relacionado con la seguridad. Lukke los ignoraba y no quitaba su vista de Hermione, el chico se tomaba muy en serio su trabajo.

Draco estaba con Kingsley trabajando en la investigación. Hermione había tenido que asistir a una rueda de prensa para calmar al mundo mágico, pues en los siguientes días los magos habían mostrado su preocupación hacia su ministra.

Al doblar hacia la izquierda en el pasillo un hombre elegante de traje iba de salida.

Theodore Nott...

-Theo, que sorpresa verte aquí.

Saludó la castaña al joven. Nott le sonrió y besó su mejilla.

-Hermione, sólo vine a ver a Potter -Dijo sonriendo de medio lado.

-¿Ah si? ¿Y a que se debe la visita?.

-Potter me pidió que viniera -Explicó- Dijo que quería firmar los papeles del divorcio.

Hermione frunció el celó confundida. El sanador salió de la misma habitación y la saludó con cordialidad.

-No entiendo, usted dijo que él no podía exponerse ante situaciones de estrés o presión... Dijo que era peligroso -Habló dirigiéndose al sanador.

El hombre se encogió de hombros.

-El señor Potter me dijo que era urgente y que sólo viendo al señor Nott encontraría un poco de paz. Él fue quién lo pidió.

-Eres una mujer libre Hermione -Dijo Theo.

Hermione suspiró sin poder relajarse.

"¿Y ahora que está haciendo Harry?" Pensó un poco frustrada.

-¿Puedo verlo? -Preguntó.

El sanador le dio instrucciones nuevas que sorprendieron a Hermione, pero al final entró.

Sobre la camilla sentado y con la mirada perdida estaba Harry. Hermione no pudo evitar notar lo abatido que estaba.

Los días no habían estado pasando en vano, todavía no hay un tratamiento y la magia avanza. Harry trata de disimular todo lo que puede, pero Hermione lo conoce y sabe que está sufriendo.

-Hola -Saludó.

Él la miró y sus ojos estaban apagados, la chispa de antaño estaba muerta. Solo eran hoyos profundos y vacíos.

Hermione tragó duro.

-Hola -Respondió.

-Me encontré con Nott en el pasillo.

Harry asintió- Le pedí que viniera.

-Lo sé, me lo dijo. ¿Por qué lo hiciste? No era necesario, podía esperar...

-¿Esperar qué? -Preguntó interrumpiéndola- Iba a pasar tarde o temprano... Solo estoy facilitando las cosas.

Hermione sintió una tristeza enorme, ya nada la ataba a Harry.

-Ven, siéntate -Le pidió señalando un espacio en la camilla junto a él.

Despacio ella caminó hacia él y se sentó donde le indicó.

Ella es míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora