capítulo 7.

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______.

No es mi culpa que el universo esté castigándome. A nosotras.

A Billie y a mí.

Sigo olvidando que Billie está jodida también, lo cual debe significar que soy narcisista. Genial. Pienso en la hermana en el auto conmigo, quien está teniendo un cumpleaños realmente de mierda. Y la hermanastra que vive en mi antigua casa con su psicópata madre, a quien, según mis diarios, he estado torturando durante una década. Soy una mala persona, e incluso una peor hermana.

¿Siquiera quiero recuperar mis recuerdos?

Miro por la ventana y observo mientras pasamos todos los otros estúpidos autos. No tengo ningún recuerdo, pero puedo al menos asegurarme de que Claudia tenga algún recuerdo de este día.

-Oye, Billie.--digo.--¿Puedes poner algo en ese lujoso GPS por mí?

-Sí.--me dice.--¿Cómo qué?

No conozco a la chica en el asiento trasero. Ella podría estar súper metida en los videojuegos de rol hasta donde sé.

-Una sala de juegos.--digo.

Veo a Finneas y a Claudia animarse desde el asiento trasero. ¡Sí! Me felicito. A todo humano le gustan los videojuegos. Es un hecho.

-Un poco extraño la hora que quieres ir a jugar videojuegos.--dice Billie.--No crees que deberíamos...

-Creo que deberíamos jugar videojuegos.--la interrumpo.--Porque es el cumpleaños de Claudia.--abro ampliamente los ojos para que entienda que esto no está abierto a discusión. Hace una expresión de "O" y me da una señal de aprobación con el pulgar. ______ odia la señal de aprobación con los pulgares, me doy cuenta por la reacción inmediata de su cuerpo ante ello.

Billie encuentra una sala de juegos no muy lejos de donde estamos. Cuando llegamos allí, saca su billetera y busca hasta que encuentra una tarjeta de crédito.

Claudia me mira, como avergonzada, pero me encojo de hombros.

Apenas conozco a esta chica. ¿Qué importa que esté gastando su dinero en nosotras? Además, no tengo nada de dinero. Mi padre lo perdió todo y el padre de Billie todavía tiene un poco, así que está bien. No solo soy una narcisista; también soy buena justificándome.

Llevamos nuestras fichas en vasos de papel, y tan pronto como estamos dentro de la sala de juegos, Claudia y Finneas caminan a hacer sus propias cosas. Juntos. Miro a Billie y lee artículo:

-¿Ves? Vamos.--dice Billie.--Vamos a comprar pizza. Dejemos que los chicos jueguen.

Me guiña un ojo, y trato de no sonreír.

Hallamos una mesa para esperar nuestra pizza, y me deslizo dentro de una cabina, envolviendo mis brazos alrededor de mis rodillas.

-Billie.--digo.--¿Qué pasa si esto sigue sucediéndonos? Este círculo interminable de olvido. ¿Qué haremos?

-No lo sé.--dice.--Encontrarnos mutuamente una y otra vez. No es tan malo, ¿cierto?

La miro para ver si está bromeando.

No está tan mal. Pero la situación sí.

-¿Quién quiere pasar su vida sin saber quiénes son?

-Yo podría pasar todos los días conociéndote de nuevo, ______, y no creo que me cansaría de eso.

Calor recorre mi cuerpo y rápidamente aparto la mirada. Ese es mi modo-operando con Billie: no la mires, no la mires, no la mires.

-Eres tonta.--digo. Pero no lo es. Es una romántica y sus palabras son poderosas. ______ no lo es, me doy cuenta. Pero quiere serlo, también me doy cuenta de eso. Quiere desesperadamente que Billie le muestre que no todo es una mentira. Hay un impulso en su interior cada vez que la mira. Se siente como una atracción, y quiero quitármela cada vez que sucede.

Suspiro y agarro un paquete de azúcar, vaciando el polvo sobre la mesa. Ser una adolescente es exhaustivo. Billie me observa, en silencio, dibujar patrones en la azúcar hasta que finalmente me agarra la mano.

-Hallaremos una solución.--me asegura.--Estamos en el camino correcto.

Me sacudo las manos en mis pantalones.

-Está bien.--a pesar de que sé que no estamos en ningún camino. Estamos iguales de perdidas como cuando despertamos en el hotel.

También soy una mentirosa. Una narcisista, una justificadora, una mentirosa.

Claudia y Finneas nos encuentran justo cuando llega la pizza. Entran en nuestra cabina, con las mejillas sonrojadas y riéndose. En todo el día que he conocido a Claudia, nunca la había visto reírse. Ahora odio más al padre de ______. Por destrozar a una adolescente. A dos adolescentes si me cuento. Bueno... tres, ahora que sé sobre Cora.

Observo a Claudia morder su pizza. No tiene que ser de esta manera.

Si pudiera simplemente salirme de esta... cuestión... podría encargarme de ella. Ser mejor. Para las dos.

-______.--dice, colocando abajo una rebanada.--¿Vendrás a jugar conmigo?

Sonrío.

-Sí,por supuesto.

Me sonríe con entusiasmo y mi corazón de repente se siente tan grande y lleno. Cuando miro a Billie, me está observando con los ojos vidriosos. La comisura de su boca se levanta en una pequeña sonrisa.

Jamais, jamais (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora