Inocencia Mortal

Detonante

Eres lindo - sonreí ante el cumplido del hombre, a decir verdad esperaba que....- yo - titubeaba y eso me llenaba de ternura

Ya dilo de una vez!! - le gritó Kaow quien venía acompañado de Turbo y San. Mew enrojeció

Parecen una pareja camaleón - se burló San

P'Mew me gustas - confesé para luego darle un pequeño beso en sus labios y alejarme de ahí - te esperaré - casi grité antes de irme dejándolos atónito

No te importa que sea mayor? - me alcanzó y giro sobre mis talones - digo yo...

No, me...gusta la idea - admití volviendo a dar un beso y luego esconder mi mirada

Quieres salir oficialmente conmigo? - preguntó con un tono rojo tiñendo sus mejillas

Sí - respondí con mi corazón latiendo a mil, enrredé mis brazos en su cuello para luego besar sus labios, una vez más. Oía a sus amigos hacer barullo y divertirse a costa nuestra pero, ya estaba en una "relación" con el oficial Mew Suppasit, luego de seguirle el juego durante casi cuatro meses.
Lo que no me gustaba de este juego era el hecho de las sensaciones que sus palabras, gestos y cercanía despertaba en mi.

Pero tenía muy en claro cual era mi objetivo.

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Mi hermano fue dado de alta, pero no era el mismo chico alegre, risueño, estaba trastornado, deprimido muy deprimido. Había quedado confinado a una silla de ruedas, no volvería a caminar; cada noche despertaba gritando teniendo un episodio nervioso dónde perdía los papeles. desconocía, no, no quería ser consciente de cómo me afectaba esto.

Estaba en la cocina con mi madre, cuando oímos el grito de mi hermano, mis padres corrieron y yo me quedé estático en la cocina - todo está bien - me repetía, intentaba creer que todo estaría bien, pero nada, estaba bien, mis lágrimas corrían llenas de odio y frustracion

Oh por Dios Gulf!! - mi madre puso mi mano bajo el chorro de agua - que hiciste? - preguntó con lágrimas en los ojos. Tenía un corte en la palma de mi mano. Había presionado sin darme cuenta el cuchillo de cocina

Solo sonreí, mi madre era la mujer más fuerte, y mi padre lo intentaba.

Pero yo estaba cayendo en un estado desconocido, dónde sentía placer flagelandome, autolesionandome, dónde cada que sentía dolor, sentía que vivía.

Porque era culpa mía la condición actual de mi hermano.
Era culpa mía que me haya alejado de su lado.
Era culpa mía ver a mi madre llorar cada noche, escondida de nosotros.
Era culpa mía ver a mi padre hundirse cada día en su impotencia
Era culpa mía que solo Joo se haya compartido en el compañero idóneo de Mild.

Volví a mi vida, pero en esta ocasión era una vida llena de apariencias
Pero no, no podía existir tanta perfección, mis sentimientos eran casi niños o demasiados.....como decirlo.....demasiado volátiles, en mi mente siempre estaba aquella cobaya que había sacrificado en la clase de biología. Y el rostro de aquellos miserables que destruyeron la vida de mi hermano y me dieron la pauta para ser quien soy.

Pero un día que llegue a casa, Mild me espera como hace tiempo lo hacía, lo observé, trato de sonreír.

Mis papás salieron - me avisó, asentí - podrías servir la comida? - pidió, sus ojos tenían prominentes ojeras, lucía cansado, más delgado. Lo abracé

Mild lo siento!!- rogaba llorando abrazado a su cintura.

No fue tu culpa - soltó limpiando mis lágrimas y al fin a pesar de todo ví una sonrisa genuina en sus labios - solo sucedió...

Puedo ayudarte a seguir - ofrecí, apretando sus manos, él negó con la cabeza

Nada es, ni será igual - exclamó; Mild era estudiante de Arquitectura - crees que alguien me contrataría? Qué haría? trabajo de oficina? Postrado en esta silla....ahhh!!!! - gritó tirando lo que había en la mesa - soy como un parásito ahora - lloró desconsoladamente - no soy nada.....no soy nada..... - repetía esa frase

Mi hermano no dijo nada, Joo rompió el silencio, maullando a nuestro lado, hasta que al final me pidió llevarlo a su habitación. Así lo hice

Mild yo.....

Buenas noches Gulf - se despidió cerrando la puerta de su habitación.

Los días póstumos a nuestro encuentro, Mild, sonreía más, y compartía tan genuinamente con nosotros, todo volvía a ser como antes eso suponía, hasta aquél domingo.

Era domingo 11:50 AM, Mild aún no daba señales de haberse despertado, mi madre me envió a despertarle. No importa cuántas veces lo llamase, él...no respondió y cuando ingresé a su habitación, contemple la escena más dura y dolorosa para mí. Abracé su cuerpo intuyendo aquello que él no haría...

Di...dime qué no es cierto! - pedí, con todo mi ser temblando y un gran nudo en mi garganta - despertarás.... verdad!! - pero sabía muy bien que él no despertaría - Mild!! - grité impotente, mis lágrimas cayeron sobre su rostro inerte, abrace su cuerpo con más fuerza contra mi pecho.
Mamá!!! Papá!!! - llamé gritando. El dolor instalado en mi pecho se desató liberando mis lágrimas - mamá!!! - volví a llamar, por mi mete pasaba los recuerdos de aquel rostro sonriente y lleno de vida, ahora frío e inerte. Mis padres estaban destrozados. Y yo después de aquél día, me encerraba en su habitación, sin hacer ni decir nada en todo ese tiempo, a mi lado estaba Kaow y mi fiel compañero Joo.

Eran cinco hombres y una menuda mujer los que habían terminado con la vida de mi adorado hermano, destruyéndo mi familia. Ya esa era una cuenta a saldar.

Fue ahí que murió por completo el joven que reprimía sus deseos, que resguardaba esos impulsos insanos por el bien de su familia pero, que mal haría al liberar a la sociedad de ese tipo de personas? y nació este hombre con sed de venganza, sádico y que sin miramiento, ni compasión disfruta el dolor y la muerte y más aún de aquellos que me arrebataron a mi hermano, y entonces.......Comencé la cuenta regresiva.

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Ya había tomado la vida de cuatro, bueno "cinco" sujetos pero el tercero no era mío, habían dejado trazos en su cuerpo muy desordenados pero, lo asumieron como autoría mía. Curioso.

Oía la conversación de Mew y Kaow, prefería usar a un desconocido como Mew que involucrar a Kaow, quería saber cómo iba la investigación y que mejor manera que involucrarme con un policía.

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Llevaba siguiendo al sujeto número dos.

Vuelve con bien a casa - exclamó mi madre, al despedirme, está sería la primera noche donde mis manos que habían trazado detalladamente un plan, se pondrían manos a la obra.

Que quieres? - me enfrentó el tipo, dándose cuenta de mis pasos

A ti - dije quitándome la capucha

Ow pero mira nada más - dijo rodeandome para darme una mirada general, sonreí con suficiencia - una bonita cara, un bonito cuerpo, servido en bandeja de plata - dijo sarcástico mientras su mirada recorría todo mi cuerpo, para luego tomarme del brazo - quien te envío? - Preguntó sonriendo

Mis deseos - admití y no mentía, mis deseos de hacerlo sufrir y acabar con su vida me habían llevado a él: Black Adams

Nadie juega así mi vida - dijo tomándome de la barbilla, mirándome directamente a los ojos.

Quien no arriesga no gana - admití sin retirar mi mirada, era más que seguro que el hombre aquél no me recordaba.

Que tal si yo dirijo - pedí, el tipo sonrió - a fin de cuentas este es mi juego - recordé y vaya que lo ganaría

Okey - exclamó, siguiendo mis pasos al lugar donde bien podría morir está noche - vamos a dónde tú quieras.