Capítulo 28

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Diana.

A la hora indicada Luis estava fuera del edificio de apartamentos. Cenamos en un elegante restaurante, aunque de mi parte no comí demaciado; mi apetito no estava en su mejor momento, mi encuentro con Mike en mi apartamento me dejó como en un limbo.

No sabía que hacer, por primera vez en todos estos años, descubrí que aún sigo amando a Mike a pesar de todo.

El me lastimó en su momento, pero ahora me hace sangrar desde mi interior. Su comportamiento era tan egoísta, sólo pensava en si mismo, no en lo que yo sentía, en el lazo que nos unía. El siempre solo pensó en el.

Recuerdo muy bien ese día. Mike tenía aproximadamente una semana de tener un comportamiento extraño, estava distante, nervioso, poco expresivo; no es que el fuese miel pura con las palabras, pero era muy atrevido y morboso. Pero todo eso había cambiado, aunque el creía que, yo no lo notaba.

Ya teníamos un poco más de un año de ser novios. Mis padres aún no lo sabían y los suyos de igual manera, así lo habíamos decidido. Por lo menos en esos momentos, el ya había terminado su carrera y ayudaba a su padre en la empresa de construcción que me había dicho que tenía.

Yo apenas hiba por mi segundo semestre. No hablábamos mucho del tema familiar, èramos sólo nosotros. Creíamos que en esos momentos aún no era tiempo.

Pero su familia sospechaba que el tenía una relación, así como mi madre. En una ocasión el me dijo que me llevaría a casa de sus padres, era el cumpleaños de su madre y creía era hora que los conociera, acepte un poco nerviosa. En esos días no se me daba muy bien conocer personas nuevas, era muy callada y los nervios me traicionaban.

Llegó por mi temprano, siempre fuera del condominio donde vivía. Unos minutos más tarde estábamos fuera de una gran propiedad con una enorme casa de más de tres piso, con un jardín de grandes proporciones, digna de un castillo de cuentos de hadas.

Era preciosa, estacionó la camioneta fuera de la casa cerca de una fuente, yo estava muy nerviosa. Yo llevaba de regalo que con la ayuda de Mike había conseguido, era un lindo reloj con piedras rosas muy fino.

- Oye belleza tranquila, que no te dejaré sola.- tomándome de la mano.

- Lo prometes?.- estava que moría de los nervios.

- Lo prometo, además estoy seguro que les vas a agradar. Eres perfecta.- y dejo un ligero beso en mis labios.

Aún con su mano afianzando la mía llegamos hasta la gran puerta de madera, que sin necesidad que llamaramos ala puerta está se abrió. Y una linda mujer de cabello rubio, con ojos azules nos recibió, vestía un lindo vestido turquesa que llegaba hasta sus rodillas.

- Hijo! Ya te estábamos esperando- y poso sus ojos en mi, era la madre de Mike.- que sorpresa, no sabía que traerías compañía.

- Ella es Diana, es mi novia- ella mostró mucha alegría y me dió un fuerte abrazo.- Diana ella es Mirella mi madre.

- Mucho gusto y Feliz cumpleaños.- dije dándole mi obsequio.

- Muchas gracias, no debías molestarte- cerro la puerta tras nosotros- pero pasen tu padre estará muy feliz de esta noticia.

Caminamos hasta una pequeña sala, se escuchaba algo de música en algún lugar de la casa. Con Mike esperamos sentados mientras su madre iba en busca de su padre.

- Ves no fue tan malo.- dice dándome una hermosa sonrisa.

- Si tenías razón, pero no puedo evitar sentirme así.

- Todo estará bien, papá es un poco serio pero que su apariencia no te intimide.

- Tus palabras deben alentarme? Porque sólo me están poniendo más nerviosa- digo sonriendo.

Si No Te Hubiera Conocido ( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora