Si No Te Hubiera Conocido ( Editando)

Capítulo 26

Siento náuseas, mi cabeza da vueltas y mis oídos emiten un sonido agudo.

Diana Black... El no debía, no tiene ningún derecho.

Todos los reunidos en la reunión dieron aplausos mientras me decían "Bienvenida"

Yo... Esto ya es mucho.

Mike.

La ví ponerse pálida, note su respiración agitada.

Di exactamente donde quería.

Mientras los reunidos daban la bienvenida, yo solo era un espectador de lo que en ella ocurría.

Se disculpó y salió de la reunión.

- Ethan encargaré por favor.- pedí saliendo de la sala de reuniones tras ella.

La ví cursar el pasillo ala izquierda que da a los baños para el personal. La seguí sin dudarlo, como deduje ella entró al baño para damas.

Ví que no hubiera nadie y al estar seguro entre y pase seguro ala puerta.

Ella estava recargada en el lavabo, el agua del grifo corria, su piel es blanca pero en este momento pareciera perder todo atisbo de color en ella.

- Debo preocuparme por tu reacción?- pregunté sereno aunque por dentro estava muy preocupado.

En su rostro se dibujaba miedo. Ella me vio por el espejo. Su rostro cambio al momento de sostener mi mirada. Era toda una fiera, y enfundada en ese traje negro que contrastaba perfectamente con si tonalidad de piel conllevaba a una lucha interna por no tocar su cuerpo.

- Eres un maldito.- vaya al parecer aún sigue sin aprender mucho de insultos; debemos ayudar en eso.

- En serio Diana es lo único que dirás? Debes expandir un poco tu repertorio de insultos, creí que con los años aprenderias.

- Estas disfrutando esto verdad- se dio la vuelta y quitó la maravillosa vista que tenía de su lindo trasero.

- Acaso te avergüenza llevar el apellido Black?.- di un paso hacia ella- o temes que el mundo sepa la historia?- levanto una de mis cejas.

- De lo único que siento vergüenza es de ti.

- Que bueno- digo llevándome una mano al pecho fingiendo - porque me dolería que dijeras que te avergüenza llevar, mi apellido.

- Eres un hijo de puta.- y sentí calor en mi mejía. Vaya que pesada tiene la mano está mujer.

- Ese insulto está mucho mejor.

Pero derrepente algo en su vista cambio, la expresión en su rostro dió un cambio radical. Y dió dos pasos más a mi.

- Me atacas en los puntos más bajos creyendo que así voy a derrumbarme cierto?- su voz era serena y eso me dejó desconcertado. Ese olor ese maldito olor que nunca olvidaría, mi sistema respiratorio parecía ceder ante el.

- Sabes, cambie tanto gracias a ti ahora tus palabras no me van a lastimar como antes. Me atacas así para alejarme, eso es más un escudo para ti que para mi. Lo haces para negar todo lo que yo provocó en ti.

Quede helado con sus palabras, todo eso era verdad; como pudo ser capas de decifrarme en tan poco tiempo.

Tenía que alejarme de ella. Pero también quería que me perdonará. Como sería eso posible en nuestra situación.

- Sabes, aún recuerdo tu aroma- era hora de jugar mi carta- en mis sueños aún puedo escuchar tus gemidos mientras te tengo presa del placer. Aún recuerdo cada centímetro de tu piel.- y allí estava la reacción que quería, su respiración se agito, pero no de coraje la conosco tan bien que se que su cuerpo está gritando de placer ante mis palabras.