cap 15

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-jingyi ven a poner los platos-

-¿Cuántos?- pregunto sabiendo la respuesta pero dispuesto a jugar una broma.

-¿por qué preguntas eso?, somos siete lo sabes- se giró para mirarlo

Jingyi le sonrió mientras sacaba copas de la alacena -bueno crei que este año seríamos ocho-

-¿De qué hablas?-

-¿no invitaste a la hermana de la vecina?, ¿qué no pásaste la Navidad con ella?- el gesto de su tío cambio y sin pensarlo tomo uno de los palillos que estaba en la mesa y al mismo tiempo Jingyi salió corriendo hacia la sala.

-¡no es cierto! ¡perdóname! ¡hago lo que quieras pero no me lo claves! ¡ya tío por favor!- gritaba corriendo alrededor de los sillones -¡pero debes admitir que tengo razón!- el joven seguía sonriendo casi jurando la pena que inundaba al hombre.

-tío, hemos llegado- Jingyi aprovechó la distracción y salió corriendo a la entrada colocándose detrás de los recién llegados.

-hermanos por favor, el tío Qiren me quiere matar- Xichen lo sostuvo detrás de él, muy acostumbrado a esas situaciones y le ofreció una sonrisa al hombre que lucía amenazante con su palillo.

-Xichen, Mingjue, que gusto verlos- su aspecto cambio de uno terrorífico a uno  más amable y Jingyi pensó que era un buen actor.

-tío, ¿que le has hecho a Jingyi para que venga corriendo así?- Mingjue sonrió y pasó su brazo alrededor del más chico.

-Xichen controla tu protección hacia el hermanito Jingyi, acabamos de llegar-

-ese mocoso está diciendo muchas cosas impertinentes, tu mejor que nadie sabes como es él- volvió a levantar su palillo y el otro volvió a esconderse detrás de Mingjue.

-No es nada impertinente, era una pregunta totalmente sería. ¿ustedes sabían sobre él y la hermana de la vecina?, quien por cierto aún no me quiere presentar-

La cara de los tres tomo diferentes gestos uno de nervios y los otros dos de sorpresa. Mingjue fue el primero en reponerse.

-tal vez podemos hablarlo en la cena, cuando los demás estén aqui.-

-cierto- respondio Xichen y miro a su tío con una sonrisa -te lo tenías bien guardadito-

-callate- los cuatro rieron y volvieron a la cocina.

-¿cómo te va en la escuela?- pregunto su hermano. Faltaba poco para la cena por lo que se encontraban esperando en la sala tanto la comida como al resto de la familia.

-No me quejo pero la vida loca que me prometieron es una farsa, las únicas veces que salgo es cuando se acaban los exámenes.- respondió fingiendo tristeza

-la carrera que escogiste es muy complicada, en algún momento dejaras de dormir.-

-estoy a punto de hacerlo, me tengo que recordar a diario que me gusta la medicina-

-¿y qué tal lo pasan Sizhui y Jin Ling? apuesto a que están igual que tu- dijo sonríendo Xichen quien tenía a duquesa en sus piernas. Esa gata lejos de ser huraña era muy cariñosa y siempre buscaba quien le hiciera mimos, eso le pareció tierno a Xichen por lo que no la había soltado desde que llegaron.
La sonrisa de Jingyi se perdió y la recupero a la misma velocidad, no quería recordarlos, a decir verdad no sabía nada de ninguno de ellos desde la cena de Navidad y planeaba mantenerlo así un par de meses más, cada que recordaba lo que les hizo se sentía mal; las personas a las que más atesoraba eran a las que más había hecho sufrir y saber que en cualquier momento llegaría una de ellas no le ayudaba en lo absoluto.

Entre tres es mejor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora