extra 2

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-¿A dónde iremos?-

-Eso es un secreto- contesto Sizhui tomándolo de la mano.
Salir del edificio que ahora era su hogar lo puso más curioso, no era ninguna fecha especial que él recordará, no había aniversario ni cumpleaños, aveces era olvidadizo pero no tanto, además su teléfono tenía marcadas todas las fechas especiales por lo que estaba seguro de que nada se le escapaba de las manos.

Caminando hacia la derecha se confundío aun más, para ese lado ya no había mucho que ver, en su mayoría solo había casas y el lugar donde se cortaban el cabello y a menos que alguno fuera a tener un cambio de apariencia no sabía por que pasar por este lado. El chico que ya los conocía por ser clientes los saludo y le guiño un ojo a Jingyi.

Al parecer ese joven era más consciente de lo que pasaría que él mismo.

-¿y Jin Ling?-

-el nos está esperando- siguieron caminado un par de cuadras más hasta que llegaron a un parque. La gente que estaba era muy poca lo que era raro ya que era domingo y tumbado cerca de un árbol Jin Ling estaba recostado con los ojos cerrados. Ninguno dijo nada y simplemente se acercaron uno besandolo en los labios y el otro en la frente.

-ya estamos aquí- dijo Sizhui

-¿ya me dirán para que vinimos hasta acá?- Jin Ling se incorporó y les sonrió.

-Yo tampoco lo sé, Sizhui me trajo y me dijo que los esperara, tiene suerte de que mañana entre tarde al trabajo.-

-mañana será mi turno de hacer guardia en el hospital- Sizhui vio como ambos le pedían explicaciones y se dejó caer en el pasto.

Eran ya siete años que llevaban juntos, cinco viviendo juntos y no sabía cuantos años llevaba enamorado de los dos hombres frente a él. Durante sus años de universidad Jin Ling no se mudó con ellos y ellos tampoco dormían mucho juntos más que nada por toda la carga de trabajo que llevaban en la escuela. Pero el que definitivamente se llevó todas las de perder fue Jingyi y ellos solo podían apoyarlo en lo más que también se los permitían sus horarios.
Después de sus años de medicina general tuvo que pasar otro año de servicio social y otro año en su especialización en cardiología y otro año para terminar su tesis, y durante esa época la única manera de verlo era por foto. Jingyi siempre llegaba cansado y apenas salía de la ducha se dormía o hacia tareas y al día siguiente tenía que estar en el hospital a primera hora mientras lidiaba con sus maestros. Muchas veces Sizhui preparaba la cena y esas mismas veces solo comían Jin Ling y él. Un día Jingyi expresó un nuevo miedo: "Que se aburrieran de él y lo abandonaran, para ser una relación solo de dos". Ese día ni siquiera le importó llegar tarde al servicio social por lo que tuvieron que consolarlo rápidamente y regañarlo por pensar esa clase de cosas y mandarlo al hospital de nuevo.

Sus propias carreras tampoco fueron fáciles, Jin Ling tuvo que memorizar miles de leyes y cláusulas para sus exámenes y él ahora sabia: inglés,  francés, español y alemán y todos siempre los utilizaba para entablar ofertas con diferentes socios de la compañía donde trabajaba pero su admiración siempre era para sus compañeros. Ahora su vida era relativamente más tranquila, Jin Ling pasaba sus días en el Bufete en el que trabajaba y él en la empresa, los dos descansaban los fines de semana, el único que seguía corriendo por la vida era Jingyi y ellos siempre lo esperaban con comida recién hecha y un baño caliente. El hombre siempre se los agradecía por eso los días que tenía libres eran aprovechados al máximo, razón por la cual tenía una idea, una idea que deseaba compartirles.

-Quisiera que nos hiciéramos un tatuaje-

-¿Un tatuaje?-

-quiero hacerlo y me preguntaba si ustedes también quisieran- Jingyi y Jin Ling se miraron, luego lo miraron y después volvieron a mirarse.

Entre tres es mejor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora