Niall y yo seguíamos distantes, con mucha frialdad de por medio, llevábamos tres días sin hablarnos casi, y desde el lunes yo no había vuelto a pisar el Velvet & Gold. Era jueves, así que me quedé con Mackenzie estudiando Francés. Ella ya sabía que Niall y yo estábamos enfadados porque yo no estaba de acuerdo con la manera de trabajar de Niall, pero la chica aún así intentó hacer de mediadora para solucionar esto, sin mucho éxito, ya que era imposible conseguir que el ojiazul cambiase su forma de actuar, por el simple motivo de que él había tenido que revivir el periódico que se encontraba bastante hundido y para él, esto había tenido éxito. En cuanto a mi, era yo el que debía rectificar, a fin de cuentas la forma de actuar de Niall no era tan cuestionable, y de hecho, si no llega a ser porque quien aparecía en aquella portada era el chico por el que yo sentía algo, no me habría enfadado con él y no habría cuestionado su forma de trabajar.
Pero, a la vista estaba que yo no pretendía rectificar ni disculparme con él, por lo que Mackenzie había dejado de presionarnos para arreglar las cosas y había decido dejar que nosotros diésemos el paso cuando considerásemos que era el momento adecuado para hacerlo, lo cual era bastante impreciso. La clase estaba siendo algo complicada, pero sólo porque yo no estaba demasiado atento a lo que la chica me estaba explicando, por lo que despejé la mente y seguí escuchándola.
—Oye Mack —dije yo interrumpiéndola— ¿Cómo supiste que eras bisexual?
—Vaya —dijo la chica sorprendida pero sonriendo— no es lo que esperaba que me preguntases precisamente. Pues a ver, a mi me llamaban la atención las chicas desde hacía algún tiempo, pero confirmé que me gustaban las chicas en una de las últimas fiestas del curso pasado, una chica me besó y estuvimos bailando y hablando, pero se quedó solo en eso ¿Por qué lo preguntas?
—No, por nada —solté yo al instante— sólo tenía curiosidad, no solemos tener conversaciones de este estilo y de vez en cuando sientan bien.
—¿A ti hay un chico que te hace dudar de tu sexualidad? —soltó la chica de labios rojos— ¿o no quieres admitirlo por tu masculinidad frágil?
—Obviamente Harry Styles me hace dudar de mi sexualidad —solté yo con una sonrisa— ese hombre es un dios griego. Y deja de vacilarme Mackenzie, no tengo masculinidad frágil.
—Eso está por ver —soltó Mack mirando su libreta con una sonrisa pícara— a fin de cuentas nunca te he oído decir que un chico te parece guapo, por ejemplo Niall, ¿qué te parece Niall?
—Pues... —dije yo pensando algo que directamente nunca me había planteado— supongo que Niall es muy guapo. Quiero decir, míralo, su pelo rubio, ojos azules... sí, es guapo.
—No suenas muy convencido, pero te la dejaré pasar —dijo la chica riéndose— creo que deberías hablar con Niall y decirle que estás enamorado de él.
—¿Qué?
—Froy —soltó Mackenzie— pasáis mucho tiempo juntos, es normal que hayas empezado a sentir algo por él, lo veo en tu mirada. Quizá por eso estás enfadado con él, porque estás enamorado de él y no eres capaz de aceptarlo, y mucho menos decírselo.
—Me acabo de perder completamente —solté bastante confuso— yo no estoy enamorado de Niall, para mi es un amigo, pero no lo veo de forma romántica, quizá podría llegar a verlo como un mentor o como un hermano mayor del que aprender, pero no como un novio.
La chica asintió y miró durante un instante sus papeles, estuvo pasando páginas al tiempo que me dirigía de vez en cuando alguna mirada acusadora, casi sin mediar palabra, sólo interactuaba mediante miradas.
—¿Estás seguro de que no te gusta? —volvió a preguntar Mack— si te gusta no es nada malo, yo te aceptaré te guste quien te guste.
—¡Mackenzie! —solté yo sonrojándome al tiempo que me reía— que no me gusta Niall, ya te lo dije, créeme.
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Moral of the Story
Teen FictionA veces piensas que estás enamorado, cuando simplemente estás sufriendo, confundes amor con una mera distracción de la vida que tienes, en la que no eres feliz, en la que sólo intentas sobrevivir, día a día, sin que nada importe. Y posiblemente esa...