XXVI

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Eran las cuatro de la tarde cuando el timbre se hizo escuchar. Los cuatro amigos que se encontraban dentro pegaron un chillido de emoción. Era obvio quien estaba tras la puerta.
Los cuatro chicos se encontraban en la habitación del castaño dando los últimos toques a su outfit: pantalones negros rasgados en las rodillas, croptop color amarillo con pequeñas flores blancas, tenis básicos Nike color blanco y por último un choker sencillo color negro el cual era adornado por una pequeña flor dorada en el centro.
De nuevo el timbre se hizo escuchar, al parecer el rizado estaba ansioso por ver a su novio. 

-¡Listo!- gritó Nicandro cuando terminó de ajustar el choker. 

-Voy a abrir- contestó el castaño más alto mientras Ela se acercaba a Joaquín para rociarle un poco de perfume.

Se escucharon voces en la sala antes de que Ela y Nicandro dejaran salir al castaño, lo primero que hizo al salir fue toparse con la mirada de su novio, quien lo observaba con una sonrisa en el rostro. 

-Hola- dijeron al unísono provocando leves risas en ambos.

-Ten, te traje esto- dijo el rizado extendiendo un ramo de rosas rojas. 

-G-gracias, no debiste molestare.

-Nada de eso, lo mejor para ti- sonrió.

-Yo las pondré en agua, no te preocupes- dijo tomando aquel ramo de las manos temblorosas del castaño. 

Ya no teniendo nada en las manos y con un poco de duda, caminó los pocos pasos que lo separaban del rizado y lo abrazó por la cintura.

-En serio gracias, están hermosas- sus ojos brillaban mientras miraba a su novio sonreírle. 

Después de aquello se despidieron de los amigos de Joaquín, Nicandro como siempre le dio una advertencia: no lo traigas tarde, sé donde vives.

-¿A dónde vamos?- cuestionó cuando estuvieron ya en el auto en marcha. 

-A mi casa.

-Oh...

-Pensé que podíamos ver películas y comer chucherías, pero si prefieres ir a otro lado no hay problema- dijo sin mirarlo, pues aunque se encontraba conduciendo pudo notar el tono de su voz y no quería incomodarlo. Tal vez él prefería ir a otro lugar.

-No, no hay problema. Será divertido.

(...)

-¡Ya llegué!- dijo el rizado en cuanto cruzaron la puerta de entrada del departamento.

-¿Hay alguien más?- preguntó el castaño.

Una bolita de pelos corrió hacia donde se encontraban soltando pequeños maullidos.

-Hola mi amor- se agachó para levantar a su pequeño gato. 

-Oh, claro. Brillito ¿cierto?

-Mira Brillito, él es Joaquín ¿lo recuerdas?- y como si comprendiera la pregunta, soltó un maullido en respuesta- exacto, de quien te platicaba ayer- dos maullidos- dice que le agradas.

Joaquín no pudo evitar reír por aquella situación, le parecía muy tierna la manera en que Emilio se comportaba con su gato.

-Tú también me agradas Brillito- estiró sus manos y Emilio le entregó al gatito.

-Voy a preparar palomitas, ponte cómodo- señaló el sofá frente a él y se marchó a la cocina.

Para cuando regresó, Joaquín estaba recostado con Brillito sobre su pecho mientras le daba caricias. Su menté voló, remplazando al gatito por un pequeño niño de rizos castaños, la imagen era hermosa.

-Gracias imaginación- susurró para sí mientras sacudía su cabeza de lado a lado- me voy a poner celoso ¿eh?- dijo a la vez que levantaba los pies de Joaquín para sentarse y colocando estos sobre sus piernas.

-¿De quién?- preguntó su novio- ¿del gato o de mí?

-Difícil decisión.

Recibió un golpe en su brazo por parte de Joaquín y ambos rieron.



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Sin nota.















Espera, poner "sin nota" ya es una nota ¿no? :o 

Oh bueno, pues... espero que les haya gustado el capítulo:)

Recuerden que hay capítulo doble hoy, así que...

A las 25 estrellas y 10 comentarios subo la parte "XXVII".

Los amo❤

Pd: nervios a full de que lean el que sigue :s

Danzón|Emiliaco|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora