INESTABLE ©

CAPÍTULO 21

GINA

Después de nuestra conversación, Samantha se pone de pie y se dirige hacia la sala

— ¿Vives aquí?— pregunta mientras mira a su alrededor y toma uno de los marcos de fotos que están en la pared— ¿La conoces?— pregunta alarmada mostrándome una fotografía de mi madre.

— Si... era mi madre— respondo confusa

— ¿Tú, tú madre?

—Sí, la mataron. ¿La conoces?— pregunto

—Ella es la señora que me limpiaba las heridas— me dice.

Me quedo en shock por un momento.

¿Mi madre estaba al tanto de esto? ¿Cómo DEMONIOS una madre permite que su hija salga con un enfermo así? Tengo náuseas, siento que me falta el aire.

— ¿Estás bien?— se acerca a mí

— ¿E-estas segura?— le pregunto— ¿Estás segura que es ella?

—Sí, era ella. No sé cuál era su nombre porque nunca me lo dijo, pero estoy segura que era ella— afirma.

Mi teléfono vibra y contesto sin mirar, agradeciendo en silencio por la breve distracción.

— ¿Hola?— contesto alejándome un poco de Samantha

—Voy llegando a casa de Karen, gatita, espero que estés lista— me dice Ryder por teléfono.

— ¿Que? ¿Cómo demonios te atreves a llamarme?—le reclamo

— ¿Y por qué no puedo hacerlo? Me diste tu número ¿No?

—Tal vez porque MATASTE A MI MADRE— le grito realmente molesta y Samantha fija sus ojos en mí.

—Tenemos que hablar de eso— es su repuesta después de un breve silencio

—Ry...—me interrumpo ya que Samantha iba a escucharme—..Yo no tengo nada que hablar contigo, vete a la mierda.

—Qué, ¿Estás con tú noviecito que no puedes nombrarme?— pregunta irónico— estoy doblando la esquina y cuando llegue me va importar una mierda como te encuentres vestida— sentencia antes de colgar la llamada.

—Tengo que irme, Samantha. Mañana trataré de volver— salgo de casa inmediatamente sin esperar su respuesta.

Me subo al auto de Frank y piso el acelerador en las pocas cuadras que me separan de la casa de Karen.

Al llegar estaba Ryder bajando de su motocicleta, salgo del coche cerrando la puerta de un portazo.

— ¿QUIÉN DEMONIOS TE CREES QUE ERES PARA DARME ÓRDENES?— le grito mientras saco el arma de la parte de atrás de mis pantalones y lo apunto.

— ¿Qué? ¿Ahora vas a matarme?—pregunta sin inmutarse siquiera por el arma que tenía apuntándole en la frente.

— Mataste a mi madre, desgraciado, ¿Por qué no debería hacerlo?— presiono más el arma en su maldita frente.

—Primero, porque no fui yo quién la mató—responde entre dientes.

— ¿Que? —su respuesta me sorprende y aflojo el agarre del arma, el tiempo suficiente para que Ryder me la quite, me gire en sus brazos y me coloque el arma en la sien.

— Segundo, porque ya no tienes el arma en tus manos y tercero— dice en voz ronca— porque me deseas tanto cómo yo a ti gatita— Su voz me causa escalofrío, por unos segundos me olvido de que me está apuntando con el arma y me permito disfrutar de su cercanía