ᜰꦿ➢Destino༒ [kv]

14

Mi motivo

— Pasen con cuidado — exigió, e Internamente se agradece a sí mismo que su ropa sea los suficientemente cómoda y útil, no le gusta aquella cola guindante que solo es un intento de capa, ya que  esas telas largas, que a su parecer solo son una copia barata inspirada en la película inframundo, no sirven para nada. Pero por su supuesta elegancia gótica, Vlad y jungkook las utilizan, no sería a él al que se le atascaria algo en el dudativo puente. Se encogió de hombros y miró periféricamente los trajes formales de ambos.

Parece su sombra.

Miró divertido a Vlad

Sus palabras son demandantes pero detrás de ellas hay una leve sensación de preocupación que los demás no asimilan, pero jungkook si, él le conoce como la palma de su mano, es su hijo adoptivo después de todo.

Suspiro — No actúes como la madre histerica que nunca tuve — Desenmascaro divertido el transfondo de sus palabras. Desde que es pequeño, jungkook nunca ha tenido una vida plena, su madre lo vendió para ser un prostituto y con el tiempo decidió que era mejor disfrutar esa parte oscura de su vida que lamentarse una eternidad por ella. Por eso, y por muchas cosas más, siempre ha tenido la necesidad de enmendar sus errores, así suene muy ingenuo de su parte y se critique esa parte de sí mismo. Pero, a la hora de la verdad, él solo tiene una motivación y esa es su sed de venganza, su odio por la injusticia divina y el legado obligatorio que tuvo por ser un asesino; algo que lo enferma hasta querer hacerlo vomitar. Si el tiempo fuese a perdonar todos tus pecados entonces no habría la necesidad de preocuparse por morir antes de rectificar tus actos. Piensa cada noche antes de dormir en su cama king size, reconociendo lo irónicoa que es su vida y lo lujosa de ésta. Aún así, es consciente de lo inútil y estúpido que es intentar tener buenas acciones para compensar sus errores. Pero, eso es lo que lo hizo ser lo que es ahora, por eso ayudo a muchas personas. Un ejemplo es taehyung, Yoongi y otras miles más. Tal vez la vida al fin le recompense su intento de heroicidad.

— No me compares con esa zorra
—  La seriedad en sus palabras creo una tensión lo suficientemente incomoda como para que ninguno hable después de ellas. Su poca paciencia al sentirse atacado siempre ha sido su cosa favorita de Yoongi, y sólo por eso, jungkook le mando un guiño, haciéndolo bufar.

Cuando Yoongi  percibió que nadie lo veía, ehem, nadie como Dakota, sintió la libertad de sonreír de medio lado. Al asimilar la boba sonrisa en su rostro, que duró por unos segundos, la borro, corrió su mirada y analizó cada movimiento de jungkook y taehyung, siempre que los ve siente que lo abarca un sentimiento de nostalgia, recuerda la forma tan extraña de cómo se conoció con cada uno, y por cada recuerdo se aviva esa sensación de protección hacia ambos. Aunque sabe que jungkook es muy capaz de defenderse, sus pensamientos siempre le juegan en contra y el miedo de presenciar un momento en donde el sello le haga morir, le hace sentirse vacío. Por lo que, de forma sutil y desapercibida, le vigila sin que se dé cuenta porque él sabe que si se entera, jungkook es capaz de patearle el trasero repitiendo la pregunta "¿me crees tan débil?" para, desde su punto de vista, hacerlo entrar en razón.

Un crujido hizo eco y taehyung, que desde el inició del recorrido sólo miraba hacia un punto fijo , no pudo evitar mirar hacia abajo.Trago en seco y su mente empezó a hervirse a fuego lento, con mucho trabajo apartó su mirada y se volvió a centrar en el final del largo puente que por debajo tiene una caída de por lo mínimo 50 metros, con pasos leves y temblorosos se agarro más firme de las barandas trenzadas en un grueso, sucio y viejo lazo gris. Barnabi educadamente tomó su brazo derecho y le dio una pequeña y sutil sonrisa para tranquilizarlo. Él le devolvió el gesto y aceptó su amabilidad, mientras maldecia a los dioses inexistentes por su vértigo. — ¿Y como terminó siendo propiedad de kyrios? Joven taehyung —  distrajo, pinto una pequeña sonrisa inocente en sus labios, bajo la atenta e hiriente mirada de taehyung.

— Yo no soy un objeto como para pertenecerle a alguien —  bramo, sus lentas y abrasivas palabras divirtieron a barnabi. A veces una buena acción no tiene por qué ser vista.

  —  claro, entiendo — se encogió de hombros y sus astutos ojos azules se fijaron en su delicado rostro con suave virilidad. En un movimiento sutil observó hacia atrás y noto la pequeña sonrisa de jungkook dirigida hacia él, según lo que ha aprendido de jungkook ninguna acción se le escapa, y eso le causó algo de respeto.

Esa mirada de admiración es la última cosa que jungkook cree merecer, desde su punto de vista barnabi sólo está idealizando su persona al igual que los demás. Aunque siempre use ropa elegante y formal, tenga esa sonrisa juguetona y palabras sagaces, no borra la bestia interior que es por dentro, aquella bestia que se alimenta de la veneración y el terror;  disfruta llevar hasta el cielo a sus objetivos, pero después arruina sus vidas, por eso mantiene en lucha constante con el reflejo de su personalidad humana y lo políticamente correcto. Y siempre tendrá presente eso, recordando el momento en donde se convirtió en un monstruo, el momento en donde se convirtió en un homicida.

Después de una relativa eternidad todos pasaron con éxito el puente, pero su llegada no fue tan exitosa, porque con lo único que no contaban era la jauría de lycans que los esperaban al final de éste . Habían camuflado su olor, de seguro con vallas silvestres y demás frutas, si lo hubiesen hecho con pantano sólo oleria a perro mojado y ellos habrían notado la manada incluso antes de llegar. De sus alargadas mandíbulas sale una especie de espuma en gruñidos. Los guardias de Dakota les apuntaron con sus afiliadas lanzas, todos en posición de ataque esperando un solo movimiento de algún contrario para atacar.

Sus pelajes son de un negro sedoso y liso, ojos tan oscuros como la misma noche, dientes afilados y blancos, peligrosos y sedientos de entrrarse en alguna yugular.

Pero el momento nunca llegó, jungkook noto el rojo que predomina debajo de sus carbonicas miradas y con sólo levantar su mano, Dakota de inmediato hizo que sus guardias bajaran las armas. —  Yoongi, Vlad. Quitenle la  hipnosis— con una simple afirmación ambos se acercaron de forma lenta.

Yoongi por primera vez mostró sus ojos amarillos delante de tanta gente, nunca tuvo esa necesidad de mostrarlos,y por eso la mayoría se sorprendió, incluso taehyung, pero la incógnita para todos es

¿Cómo si su maestro es jungkook?

Pero, claro que barnabi ya sabe la respuesta.