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Ayuda de un rufián

  —  por amor a lo divino —  exclamó en voz bajita, suspiró , y miró el GPS del auto por última vez. La carretera, por ser a las afueras, solo tiene flujo de comionetas y eso le genera desconfianza. Hastiado, maldijo entre dientes y se estacionó a un lado de la glorieta. Salió con su celular en mano buscando señal y casi se monta encima del preciado Shelby de jungkook, solo para joderle por no llenar bien el combustible, es un desprestigio tener un auto tan caro y no tenerle recargado. Impresionado por sus pensamientos, taehyung se dedico a ignorar la pequeña voz en su mente que genera innecesarias ideas en cuanto a sus reacciones hacia jungkook.

Un camión iba pasando, el trasero pavoneante de taehyung buscando señal le dio una espléndida vista al camionero, que emocionado y con una gran sonrisa lasciva tocó el claxon, gritándole además cumplidos guarros. El aludido giro, miró con asco la cara barbuda de aquel hombre, pero al ver sus vacíos y tristes ojos debajo de esa capa de lujuria le hizo sentir lástima, así que le ignoro y no dijo nada. — Mirale el lado positivo a esto, puedes parar a un camionero y ofrecerle una mamada para que nos lleve a la ciudad.  — recomendo Henoc, recibiendo un regaño en su cabeza por parte de la pequeña y puritana masita, jimin. Taehyung le lanzo una mirada mordaz. Y Henoc le alzó las manos en son de paz  tratando de arreglar lo que dijo, con un "solo decía ", que lo hizo rodar los ojos divertido pero disimuladamente.

  —  he notado que eres muy callado, solo hablas lo necesario. — Continuó está vez jimin con el miel dulce de sus ojos derramando comprensión hasta por los poros, observando de forma analítica a taehyung. Alzó en su cabeza la capucha de su chaqueta acolchada, y sus despeinados cabellos cayeron de forma agraciada en su frente, su rechoncha y apachable cara sufrió un gran asalto por el frío, que coloreo de rojo su nariz. Tímido, miró la reacción contraria, taehyung sólo río de forma amable mientras seguía buscando que las rayas de la señal se llenarán del todo.

   ¿Jamás escucharon del lobo que se viste de oveja?

Bueno, está vez el lobo está dentro de una oveja, y gracias a ello tiene dos naturalezas, desde la más genuina y pura hasta la más sangrienta y desalmada. — ... ¡la tengo! —  aviso, con algo de apuro llamo a un remolcador de autos para que vinieran a buscar el Shelby. La señorita que lo atendió le habló de una forma tan aburrida; casi haciéndolo sentir insignificante, y solo para decirle, mientras mascaba chicle, ya que se oía a través del parlante, que no había servicio en ese momento para sacarlo de su apuro. — señorita, debería considerar abandonar su trabajo porque, enserio, es un asco ejerciendolo — se quejo de forma tranquila remarcando la palabra 'enserio' , y antes de que la contraria pudiera responderle, colgó.

—  Bueno, creo que esto no podría empeorar — comentó positivo jimin, sin saber lo que se aproximaria a partir del primer golpe.

ཧᜰ

Suspiró llevando sus cabellos hacia atrás — ¿Y cómo se llaman?, lindos—  preguntó de forma insinuante la chica, se inclino un poco hacia adelante para que su bequeña blusa de tirilla resaltara más su escote, que deja a la vista unos pequeños, blanquecinos y proporcionales par de pechos, mientras se agarra del brazo de taehyung. Ambos retiraron la mirada algo incómodos de ella, aunque sin ser muy obvios, porque sería feo ofender de cierta forma a la hija del camionero que les hecho una mano. Aunque los cerdos que el señor transporta hagan oler el camión asqueroso, su hija se les insinue y hasta él mismo tenga cara de matón, ninguno de los dos se quiere dar el lujo de recriminar algo. Así que solo se hicieron los de vista ciega, oídos sordos y olfato descompuesto.

Carraspeó algo tenso y a través del espejo retrovisor vio la mirada asesina que le mandaba el padre,al parecer nadie trata mal a su perfecta princesita. — Yo soy taehyung y el es jimin —  respondió mientras miraba al señor, lanzandole con la mirada un '¿ya es suficiente?', casi implorativo. Pero no fue sificiente a a los ojos adversarios, así que continuó —  ¿ Y usted cómo se llama señorita? —  indagó, a su mente llegó barnabi con su forma culta y sincera de hablar, da por seguro que si estuviese ahí le fuese dicho de manera educada y complicada que era una pequeña y sucia golfa. Luego, vino Yoongi, lo imagino metiendo la pata diciéndole que era una zorrra y a jungkook, riéndose mientras lo retaba por aquello. Río internamente , imaginando como Dakota se indignaria ya que es una feminista a más no dar, y a Vlad tratando de coquetear con su frío y ácido humor.

Solo lleva dos meses, incluso menos con algunos, conviviendo en el mismo penthouse y siente que, sin duda alguna, se han vuelto recurrentes y algo costumbrosos en sus día a día. Miro de forma dura hacia fuera recordando todo, y jimin le dio un pequeño toque en su hombro como señal de apoyo, como si hubiese leído sus pensamientos. — Estoy seguro de que estarán bien. Solo tenemos que buscar a un rufián muy orgulloso —  comentó jimin revelando algo que a su parecer no tiene importancia, pero es pieza clave.

ᜰꦿ➢Destino༒ [kv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora