Narra Amalia
-¿Qué me pasó... Dónde estoy! - dí un respingo, estaba acostada en una acolchonada cama y olía a hiervas frescas, era un ambiente agradable, pero claramente no era un sitio conocido.
Me levanté y me dirigí a la puerta, estaba cerrada, pero desde afuera llegaba un olor dulce.
*Snif* *snif*
- Es olor a chocolate, pero, dónde estoy - tomé el pomo de la puerta y lo llene de raíces, pero sin éxito logré abrir. - esperen un momento....
Una Rafa de imágenes me recordaron que Lila me había tomado a mí y a los hermanos de yugo.
Maldición, debo sacarlos de aquí rápido. Pero dónde estoy. Dónde están ellos. ¿Por qué huele a flores? El olor de alguna forma me relajaba, pero sin saber dónde estaban chibi y grugaloragan me sentía algo alterada.
Tome una semilla de mis muñecas y la tire bajo la puerta.
- Vamos muñequita, confío en ti para que revises todo y encuentres a los pequeños. - la semilla estalló y se convirtió en una muñeca, al instante pude sentir como empezaba a correr, confío en que me llevará con los niños y sabremos salir de aquí, pero poco después se oyó un fuerte ruido, luego un rugido, débil pero imponente, era grugal, mi muñeca los encontró. Más sin embargo también una puerta se abrió, alguien iba por los niños.
-¡Ey tú, déjalos, ven por mi si eres tan valiente!
Sin respuesta
-¡Bien aquí cobarde, Lila se que me oyes, deja a los pequeños en paz y ven a enfrentarte a mí!
Nadie respondió, maldición, que puedo hacer. Estaba a punto de intentar meter todas las raíces que pudiera al suelo y derribar esa puerta, pero de golpe pero silenciosamente está se abrió, debido a la oscuridad de la habitación y la claridad de exterior de la misma me tomo unos segundos darme cuenta de quien estaba frente a mí.
Lila.
Con una mirada estoica y una pose de superioridad estaba parada frente a mí, frene mi ataque inminente, necesitaba guardar fuerzas, pero debía estar alerta por si me tiraba algo.
- No te preocupes, los niños no me interesan - su voz sonaba calmada y dió un paso al frente. -. Sin embargo, tú me interesas demasiado.
- Cómo se que grugal y chibi estarán bien. ¡No confío en tu palabra, utilizaste a Kriss y su novia, y atacaste el hogar de...! - no termine la frase, se le dibujo una sonrisa que me dió escalofríos.
- ¿El hogar del pequeño rey? Solo fue un daño colateral, además no fue mucho. Los niños están bien, Tritón los cuidara mientras tú y yo charlamos. Y Kriss y su noviecita, fueron muy lindos, me ayudaron a encontrarte, son una linda pareja, sus hijos serán hermoso. - río con sorna.
- Estás loca.
- Cariño, se llama planeación, llevo años esperando esto, yo veo a futuro.
- De que quieres hablar, no me des tantos rodeos.
Sonrió de lado y cerro la puerta tras de sí, se sentó en su cama y palmeo un poco a su lado para indicarme que me sentara. Un poco vacilante me acerco y me senté.
- Bien, habla.
- Amalia, ¿recuerdas lo que pasó cuando éramos unas niñas? ¿Cuando tu madre y mi madre.... Dejaron este mundo? - su mandíbula se tensó, y yo me quedé estática, ¿por qué quería sacar ese tema a relucir ahora? - ¿Sabes? Tú mamá no pudo salvarse, mi madre hizo todo lo posible, incluso dejaba de estar conmigo o dejaba de comer o dormir por encontrar como salvarla, lamentablemente no lo logro por más que intentó, su antídoto estuvo listo tarde. Era una gran reina, sabía cómo tratar a todos y era muy amada, - sus ojos brillaron con furia - pero mi madre también era una Aniripsa respetada y siempre ayudó a tu familia, y después de la muerte de la reina TÚ padre, empezó a detestar a mi mamá, ella cayó enferma debido a todos sus desvelos y falta de alimentación intentando salvar a tú madre. ¿Y qué hizo el gran rey Sadida? Se llevó el antídoto, y prohibió que se suministrara medicina a mi madre, de una flor que solo ustedes tienen, y que la hubiera podido salvar a tiempo.
Es cierto, habían ocurrido muchas cosas en cuanto mi madre cayó enferma, sin embargo, no recuerdo haber estado atenta a Lila ni su madre, la apreciaba muchísimo, pero la perdida que tuve me dejó aislada a la realidad un tiempo.
Lila se levantó de la cama, su mirada seguía insoldable, sin embargo, pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- ¡Mi madre se puso salvar! ¡Hizo todo en sus manos, incluso cayó enferma intentando salvar a la tuya! ¡ Tu padre la mató! - su grito dejo un eco en la habitación, nadie dijo nada, yo también había dejado escapar unas lágrimas ante recuerdos tan devastadores.
- Lila... - mi voz estaba queda, sentía que se iba a quebrar en cualquier instante - Se que lo que mi padre hizo estuvo mal, se que no te ayude pero... - alzó su mano en seña que no dijera más.
- Entiendo que estuvieras devastada, yo también estaba preocupada por la reina, pero lo que tú padre hizo fue muy ruin. Y tú, después de lo de mi madre ni un estaremos bien me viniste a decir, te empezaron a llenar de lujos y cosas para intentar llenarte, y a mí ya ni siquiera les importaba, "es la hija de la Aniripsa que mató a la reina" decían por esos grandes pasillos. Sin embargo, podemos llegar a un acuerdo. - se recostó en su cama de lado mientras me miraba, estaba en una posición que pareciera que quisiera provocarme.
Me corrí un poco más lejos de ella, esto ya resultaba incómodo.
- Lila, me alagas, pero no me interesan las chicas, ¿me comprendes? Ya tengo alguien que me gusta, y creeme, no es chica. - empecé a agitar mi mano, y ella solo puso una cara seria.
- No seas estúpida Amalia, no me interesan las mujeres, y mucho menos tú, princesa caprichosa. - se volvió a sentar - Mira, vas a escribirle una carta al querido rey diciéndole que si te quiere de vuelta va a tener que darme la mitad o todo el reino Sadida, así podré hacer medicina y venderla a todo el mundo, y posiblemente también hacer algunos venenos para alejar las malas hiervas.
- Ni lo sueñes, Lila.
- ¿Ah, no? Entonces veremos qué opina el pequeño Selatrop cuando algo le pase a sus hermanitos, y la causa sean unas enredaderas que posiblemente le sean familiares.
Abrí mucho los ojos, claramente Alguien como ella debía tener conocimiento de plantas, pero ¿enredaderas como las de los Sadida? ¿De dónde pensaba sacarlas?
Empezó a agitar una pequeña bolsita con semillas y saco una, era idéntica a la que uso con mis muñecas, esparció un polvo y de esta salió un tallito, luego una rama, y finalmente se extendió por su brazo hasta ser una enredadera, idéntica a las de mi gente.
- Y bien Amalia, ¿Qué crees que pensará yugo?
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Hey Hey hey! Buen fin de semana a todos, ¿Cómo se encuentran el día de hoy? Espero que muy bien, aquí tengo otro capítulo para ustedes y espero lo disfruten, nos fuimos un poco más allá recordando a la reina Sadida y lo que parece un doloroso pasado para la Aniripsa, ¿Creen que Amalia este dispuesta a escribir esa carta? ¿Cuando llegará la caballería a rescatar a los cautivos? Y lo más importante, ¿A chibi y a grugal les habrán gustado el chocolate y galletas que les hizo Tritón? Todo esto y más en el próximo capítulo.
PD: no se por que puse todo eso al final pero me aprecio interesante.
Espero les guste, den estrella y comenten si quieren algún cambio.
Su servidora, Zafir0324. Ah, y si pueden, ¿podrían ir aquí y darle me gusta? https://www.webtoons.com/es/challenge/secretos/juego-de-baile-y-encuentro-inesperado/viewer?title_no=473116&episode_no=2
Sería d mucha ayuda, bye.
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UN AMOR DE SELATROP (WAKFU) (YUGO X AMALIA) || CANCELADA ||
FanfictionDespues de salvar de nuevo al reino sadida y a todo el mundo de los doce, la hermandad del tofu tenia un merecido descanso, yugo y adamaï vuelven a casa, y evangelyne y tristepin igual (y ruel :v), pero la princesa amalia decide tomar ella tambien u...