4. Sueños

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Las partes entre comillas y en cursiva son sueños/flashbacks.

"El pelirrojo caminaba por los pasillos del instituto con emoción; aunque las clases habían empezado hace una semana, para él ese era su primer día de clase, y no podía sino estar expectante.

Se había tenido que mudar debido al trabajo de su hermana mayor, así que iba a empezar la preparatoria en otro sitio distinto, lejos de su ciudad natal, pero esa idea en vez de causarle nerviosismo o temor, hacía a su corazón latir con fuerza y entusiasmo. Le encantaban las nuevas aventuras, y sinceramente, necesitaba un cambio de aires después de la muerte de su padre.

Llegó a la aula que le correspondía tras un rato deambulando por el sitio, y permaneció al lado de la puerta esperando a que el profesor le diera permiso para entrar y presentarse. Estaba pensando en cuál sería la mejor forma de dirigirse a sus futuros compañeros cuando notó la presencia de otro chico a su lado.

Era alto y castaño, muy delgado a simple vista, y a parte del uniforme de la escuela llevaba el cuello y los brazos cubiertos de vendas, algo bastante extraño a decir verdad.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no sabía en que momento había aparecido a su lado, pero por las horas que eran, o él también era nuevo o llegaba tarde.

El castaño también dirigió su mirada hacia él y se quedó observándolo unos segundos; su mirada vacía y inexpresiva hizo que le recorriera un escalofrío a lo largo de la espalda, parecía un muerto viviente. Al final, cuando iba a decir algo, el chico giró la cabeza y abrió la puerta para entrar en la clase; pudo escuchar al profesor riñéndolo, pero no oyó la voz del de ojos marrones en ningún momento, así que la curiosidad le pudo y se asomó un poco para verle ir hacia su sitio. Fue entonces cuando el adulto se percató de la presencia del pelirrojo, y con un semblante amable le invitó a pasar al aula y a presentarse a sus compañeros.

Con decisión caminó al frente de la clase y se irguió con orgullo y una sonrisa en sus labios; todos lo miraban extrañados y curiosos, y no era para menos, su apariencia llamaba la atención donde fuera: pelirrojo y de ojos azules, piel clara con algunas pecas adornándola, y una sonrisa llena de confianza y una mirada desafiante, pero sin dejar de parecer alguien amable si no era molestado. Además estaba el detalle de que llevaba su propio uniforme, una variación del de la escuela, aunque en realidad del uniforme del centro solo llevaba la camisa; vestía unos pantalones verdes a cuadros y una americana roja junto con una corbata azul, y por último, un accesorio para nada usual: una gargantilla negra alrededor de su cuello.

Tras dar un vistazo a sus compañeros no pudo evitar buscar con la mirada al chico de hace unos segundos, y lo encontró, al final de la clase justo al lado de la ventana, y estaba mirando por ella de forma totalmente desinteresada, como si él o el mundo entero no existieran, y no parecía tener intención de dirigir su mirada a él ni a nadie más que estuviese a este lado de la dichosa ventana. Así que dejando correr al rarito chico momia, se aclaró la garganta y empezó su presentación con voz firme.

- Me llamo Nakahara Chuuya, soy de Yamaguchi pero me he tenido que venir a Yokohama, así que estudiaré aquí la preparatoria. Me gustan las artes marciales, pero mi pasión es la música, y voy a convertirme en un artista reconocido y todo el mundo conocerá mis canciones!

Se quedó observando a los alumnos sin borrar su sonrisa pero todos lo estaban mirando aun más extrañados y alguno con una pequeña sonrisa de burla mal escondida. No le importaba, no iban a ser los primeros en reírse de su sueño, muchos se habían burlado de él y no le importaba, ya se arrepentirían de sus risitas cuando él estuviese sonriendo en el escenario y ellos aplaudiendo en la pista.

Backstage (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora