Tengo miedo a enamorarme

Capítulo 22

-¿Quién era?-Preguntó Marcos

-Mi...un amigo-Solté, todavía nadie sabía que Abraham y yo estábamos saliendo-Oye, tengo que irme

-¿Me das tu número y ya hablamos?

-Ah, eh sí, por supuesto-Enumeré mi móvil-Bueno, chao

-Adiós-Y Marcos se acercó lentamente a mí, y nos dimos 2 besos (en la mejilla) como despedida

Me dirigí a casa de Abraham, con buen humor, y tenía ánimos; cuando llegué, me abrió la puerta serio, aunque yo tenía puesta mi mejor sonrisa, cosa que le extrañó un poco a Abraham, pero no le quiso dar importancia, solo me abrazó por un largo tiempo.

-¿Sabes qué pasa hoy?-Dice Abraham, separándose un poco de mí, quedando frente a frente, todavía agarrado a mi cintura y yo a su cuello-Hoy hacemos 1 semana

-Y las que nos quedan...-Me acerqué a sus labios, dejándole un beso, y Abraham me lo devuelve poco tiempo después

Entramos dentro, saludé a su madre con un simple ''Hola'', y nos fuimos a la habitación de Abraham.

-Tengo unas ganas inmensas de gritarle al mundo entero que te quiero

Yo solo hice una pequeña carcajada, me había dejado en blanco totalmente.

-No te rías, que lo paso mal

-Idiota...

-¿Se lo decimos ya a Rubén y Alejandro?

-Si se lo decimos, ¿te callas ya?

-Sí

-Vamos

Abraham se levantó de la cama con un salto, me cogió de la mano y fuimos dirección a casa de los chicos; llamamos al timbre, y nos abrió la madre.

-Hola chicos, pasad pasad, están en su habitación

-Gracias-Respondí simpática

Subimos, abrimos la puerta, y allí estaban, jugando a la play, como no...

-Ey-Saludaron ambos hermanos al unísono

-Tenemos que deciros algo-Dijo Abraham bastante impaciente

-Veras...

-Bueno, hablad

-Rebe y yo estamos saliendo-Tras esto, con su brazo izquierdo me llevó hacia él, posando un beso en mi frente

A Alejandro se le cayó el mando, se levantó y llevó a Abraham al cuarto de baño, a saber por qué.

-Oye, que me alegro mucho por lo vuestro

-Gracias, pero ¿qué bicho le ha picado a Alejandro?

-Eh...no nada nada

-Venga ya, dímelo-Me senté a su lado

-No, no puedo decírtelo en serio

-Pero ¿por qué no?-Me enfadé un poco

-Rebe vámonos-Ordenó Abraham serio

-No entiendo nada, ¿qué pasa?

Abraham me coge de la mano y salimos de la casa.

-¿Qué ha pasado?-Me cabreé