Tengo miedo a enamorarme

Capítulo 35

Llegué precipitada a mi casa. Al cerrar la puerta, apoyé la espalda en ella y descansé un poco después de la carrera que hice.

-Hija, ¿qué te pasa?-Se preocupó mi madre mientras se sacaba las manos tras terminar de fregar los platos

-Mamá, voy a ir al cine con un amigo, ¿vale?-Subí corriendo las escaleras, sin esperar la respuesta de la mujer

-No puedes ir-Se llevó sus manos a la cintura-¿No te acuerdas que venían tus tíos y primos?

-Oh mierda-Frené en el penúltimo escalón, llevándome mi mano a la frente-Pero...¿a qué hora vienen?

-Pues-Se lo pensó por un momento-A las 20:00

-Jo...¡llegaré antes de las 20:00!-Mi madre me atacó con su famosa mirada-Venga, porfaaaa-Junté mis manos como señal de súplica

-¿A qué hora has quedado?

-A las 19:00, pero...puedo decirle de quedar más temprano

-Bueeeno...oye, ¿y con quién has quedado?-El corazón se me aceleró, ¿le digo la verdad? ¿o le miento?

-Con...-Pensé algún nombre-Con Rubén y Alejandro-Improvisé, mi madre no conocía a Marcos, y por tal de ahorrarme el interrogatorio...

-Ah...-Se metió en la cocina, pero antes de dar el segundo paso, me miró de nuevo

-¿Y Abraham no va?

-Eh...no, no puede, mamá no me distraigas más que no me da tiempo

-Huy vale vale...-Ya sí que se metió en la cocina

-Por fin-Murmuré para mí misma

Miré el reloj. Joder. ¿¡Media hora para prepararme!? Pero antes debía consultarle a Marcos el cambio de hora

-¿Sí?-Pronunció tras descolgar el móvil el chico de la otra línea

-Marcos

-Hey Rebe, ¿pasa algo?

-¿Podemos quedar a las 18:00 mejor?-Coloqué el móvil entre el hombro y la oreja, para abrir el armario

-Claro que sí...¿por qué?

-Después te cuento, ¡adiós!

-Adiós

-¡NO ESPERA NO CUELGUES!

-Vale vale, pero no me dejes sordo-Bromeó

-Lo siento...no me recojas, ¿vale? Quedamos en...

-¿El parque?-Propuso él

-Sí, en el parque, ahora sí, ¡hasta luego!

-Adiós

Me vestí muy apurada, demasiado, que ni me había secado bien el cuerpo, y mojé un poco la ropa. Solté la toalla de mi pelo, que estaba todavía chorreando. Me lo peiné, y para disimular el mal pelo que se me había quedado, me coloqué un gorrito de lana. Me maquillé no mucho. Cogí móvil y dinero. Salí corriendo hacia el parque, donde me estaba él esperando desde hace 5 minutos.