Capítulo 14

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19 de diciembre

Los cuatro estábamos sentados en el bordillo situado al frente del instituto, con las notas en la mano. Todos las habían visto, menos yo, que le pedí a Abraham que le diera un vistazo a las mías.

-Madre mía, pf...-Abraham se llevó su mano a la frente, yo entonces se las arrebaté de la mano y las vi con mis propios ojos

-Notable, sobre, sobre, sobre, notable...Las he aprobado todas con muy buena nota!-Dije muy ilusionada

-¡Muy bien pequeña!-Felicitó Abraham

-Oye, que soy más grande que tú, idiota- Me defendí

-Me da igual- Me sacó la lengua y se levantó- Bueno, vamos a celebrar las notazas de Rebe y que ya llega la Navidad, ¿no?

-¿Vamos al centro?

-Por mí genial

-Y por nosotros

-¿Y a qué esperamos? Let's go

….......................................................................

-Venga porfa porfa porfaaaa-Le suplicaba a mi madre

-¡Ya te he dicho mil veces que no!

-¿¡Pero por qué no¡?

-Porque ya hemos quedado en cenar con la familia de tu padre, cariño, de verdad que este año no va a poder ser-Me miró de forma comprensiva

-Vale-Dije sin ganas

Llamé a Abraham para decírselo, y cuando descuelga el móvil:

-Malas noticias

-No me asustes

-El 25 ceno con mi familia

-Pues yo también con la mía, así que...

-Jo, vaya mierda

-Pues sí...oye, ¿quieres venirte a mi casa a dormir? También vendrán Rubén y Ale

-Bueno...se lo preguntaré a mi madre, ahora te mando un mensaje, adiós cacho pan

-Oyeee...¿cómo que cacho pan?

-Pues eso, adiós

-Hasta luego

Tras colgar bajé al salón, lugar en el que estaba mi madre, y se lo pregunté, que obviamente si me dejó; seguidamente preparé una pequeña mochila con las cosas que me llevaría.

Llamé a su timbre y quien me abrió la puerta fue Alejandro, entré y saludé a todos.

Subimos a la azotea, en donde estaban situadas 2 tiendas de campaña, obviamente no muy grandes.

Mientras ''los tres mosqueteros'' se ponían el pijama arriba, yo bajé al baño, y también me cambié.

Dormimos Abraham y yo en una tienda, y Rubén y Alejandro en otra.

Antes de que fueran las 5:00 y nos quedáramos Abraham y yo dormidos, echamos unas risas, hablamos de nuestras cosas y poco más.

Tengo miedo a enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora