Capítulo diez.
Al entrar al pub no era muy diferente a los que habían en Inglaterra. Era un poco más moderno, pero seguía con el toque tradicional de Gran Bretaña.
Caminaron hacia el bar y ambos pidieron una cerveza para comenzar la noche. Se miró al espejo frente a ella y pudo ver que su escote era muy llamativo estando sentada. Intento disimularlo pero con todas las miradas de la mayoría de los hombres la ponía muy incómoda.
Ed al notarlo se sacó su campera, que se había puesto antes de salir, y la acomodó sobre los hombros de la castaña. _____ le sonrió en forma de agradecimiento. Pasó sus brazos por las mangas de la campera de cuero negro y cerró el cierre. Le quedaba un poco grande pero tapaba su llamativo escote.
- ¿Sabes por qué Stuart esta acá?
- ¿Acá? –Miró ambos lados-. No lo veo –respondió haciéndose la tonta.
- _____...
- ¿Qué?
Levantó una ceja-. ¿Qué tramas?
- Nada –le sonrió.
Segunda ronda de cerveza. Tercera ronda. Cuarta. Quinta. Ed a partir de la tercera ronda comenzó a pedirse tragos más fuertes, como el vodka. _____ siguió pidiendo cerveza, pero luego quiso probar algo más nuevo para ella. Probó el tequila.
Muy fuerte para un principiante. Pidió otro caballito (vaso tequilero) de tequila para acostumbrarse al sabor. Comenzó a marearse y a tener más calor que el que tenía antes. Se sacó la campera de Ed y la dejó sobre el mostrador. Miró hacia ambos costados buscando a su amigo. No lo encontró.
Desesperada se levantó como pudo y se sostuvo con la ayuda de un chico. Levantó la mirada y unos penetrantes ojos verdes la observaban con preocupación.
- ¿Você está bem? –le preguntó.
Frunció el ceño-. Eu estou bem –respondió con dificultad al no acordarse bien las palabras.
- Descuida, hablo inglés –su acento le hizo temblar sus piernas-. ¿Quieres sentarte?
- En realidad estaba buscando a un amigo –respondió con una sonrisa forzada.
- ¿El pelirrojo que estaba sentado con vos hace unos momentos? –Ella asintió con su cabeza-. Esta bailando en la pista de baile –le señaló.
Giró su cabeza hacia donde él le estaba señalando. Sí, ese era Ed… con varias chicas alrededor de él. Una punzada de celos sintió dentro de ella. Una rubia, que parecía muy fácil, se acercó bruscamente hacia él dejando a las demás fuera del alcance. Comenzó a bailar moviendo sensualmente sus caderas haciendo que a _____ se le revuelva el estómago.
<< Esto no está bien >> se dijo.
Llevó rápidamente una mano hacia su boca evitando no vomitar enfrente de toda la gente.
- ¿Te encuentras bien? –le volvió a hacer la misma pregunta.
- No –dijo apartando un poco su mano de su boca.
- ¿Quieres ir al baño? –ella avergonzada asintió-. Ven. Te acompaño –tomó su mano y la guió hacia un pasillo.
Caminaron hacia el final del pasillo y entraron al baño de mujeres. _____ rápidamente fue hacia el inodoro y vomitó todo lo que había tomado esa noche. El joven que se encontraba con ella le sostuvo su cabello y luego la ayudó a pararse. _____ tiró la cadena y se encaminó hacia el lavatorio. Se mojó la frente, se lavó la boca y se retocó el maquillaje. Dio media vuelta y se encontró con que no estaba sola en el baño. Sintió como toda la sangre se le acumulaba en sus mejillas e hizo una mueca.
- Esto es… vergonzoso.
- No te preocupes. No es la primera vez que acompaño a una chica al baño por tomar demasiado alcohol por una noche.
Ambos salieron por la puerta. Caminaron todo el pasillo devuelta para volver hacia la pista de baile. La rubia con la que Ed había estado bailando se encontraba con otro chico repitiendo los mismos movimientos de caderas que había hecho. Ed no se encontraba donde lo habían visto por última vez. Posaron su vista al bar y él tampoco se encontraba ahí.
Los nervios y el miedo comenzaron a comerla por dentro. Tomó su mini cartera, que había dejado sobre el mostrador, y se dirigió hacia la puerta de salida cuando la tomaron por el brazo.
- No me dijiste cómo te llamas.
- _____ _____ -extendió su mano-. De Halifax, Inglaterra.
- Samuel Teixeira –estrechó su mano-. De Brasilia, Brasil.
Le sonrió bobamente y salió del lugar. Tomó un taxi y se dirigió hacia el hotel. Entró a la habitación. La luz sobre la mesita de noche era la única luz que se encontraba prendida. Dejó su mini cartera sobre el escritorio y sacó su celular. Quince llamadas perdidas de Ed.
- ¿Dónde estabas?
Una débil voz ronca le hizo sobresaltar y tirar su celular al piso. Bufó y se agachó para tomarlo y volverlo a armar. Miró hacia donde venía el sonido de la voz e hizo una mueca.
- ¿Dónde crees que estaba? –dijo mientras cerraba la tapa de la batería.
- Te busque por todas partes.
- Estabas muy entretenido bailando con tus “compañeras” de baile –dijo haciendo comillas con sus dedos-. Que un extraño tuvo que acompañarme al baño a vomitar.
Ed se acercó hacia ella y la abrazó. _____ confundida le correspondió el abrazo. Se separó de él y notó que habían lágrimas en sus ojos azules. Frunció el ceño.
- ¿Estuviste llorando?
- Pensé que te había pasado algo al no contestarme el celular.
- Lo siento, lo tenía en modo vibrador.
- Nunca más lo tengas en modo vibrador, ¿lo prometes? –dijo acercándose más a ella.
- Lo… lo prometo –respondió nerviosamente.
Ed pasó su mano por el rostro de _____ y tocó el labio inferior con su pulgar. Fue acercándose de apoco hacia el rostro de la castaña y rosaron los labios.
