Capítulo seis.
Una semana después todo seguía igual. Los dos salían a la playa, paseaban por la ciudad, hablaban con fans. Ed seguía teniendo citas con Anahí, la vendedora, y _____ cada vez se ponía más celosa.
Una noche, ella lo esperó hasta que él llegara de su supuesta “cita”. Se abrió la puerta dejando a entrar a un Ed Sheeran completamente ebrio. _____ intentó preguntarle en dónde estuvo, con quién, si se cuidó (por precaución). Ed no le dio ninguna importancia a las preguntas y se dejó caer sobre la cama. _____ esa noche terminó durmiendo en el sofá de la habitación.
Pensó que iba a hacer la primera y última vez que iba a dormir así, pero las noches se repitieron y repitieron. Su mejor amigo había cambiado.
- ¿Pasa algo? –la miró-. Te noto callada.
Lo miró. Se puso sus gafas de sol y cambió su vista en dirección hacia la ventana evitándolo. Ed bufó y la imitó.
_____ estuvo todo el viaje sin decir ninguna palabra, en cambio Ed se la pasaba hablando con el taxista, que por casualidad, su hija era fan de él.
Veinte minutos después, ya habían llegado al Cristo Redentor.
_____ fue la primera en bajar, sin antes despedirse del taxista y agradecerle por traerlos. Ed se quedó intercambiando algunas palabras y luego bajó dirigiéndose hacia su amiga que lo esperaba con los brazos cruzados.
- Dime, ¿por qué te tardaste tanto?
- Solo me pidió un autógrafo para su hija –respondió con su tono suave.
Caminaron hacia donde la gente se estaba sacando fotos con su familia. Todos sonreían como si no tuvieran ningún problema. _____ lo único que quería ahora era estar sola y volver a Londres. Pensó que las vacaciones en Brasil con Ed iban a hacer divertidas y ella podría olvidar todos sus problemas.
Pero no. La pesadilla sigue.
Forzaron una sonrisa en el momento de la foto y luego Ed la miró.
- ¿Qué pasa? –intentó acomodarle un mechón de pelo, pero ella se corrió-. ¿Por qué eres tan dura conmigo?
Ella lo miró y se mordió el labio inferior intentando no romper en llanto. Pero le era imposible. Un grupo de chicas se acercó hacia Ed, chillando su nombre. Fans. Ella se alejó a unos metros para darles privacidad mientras una lágrima corría por su mejilla. Odiaba que su vida fuera tan dramática. Lo único que quería era casarse, tener hijos, morir con su esposo de viejos. Pero la suerte estaba en contra de ella. Tanto, que antes de que le propusieran matrimonio, su novio tuvo un accidente y falleció. Y para colmo, del hombre que estuvo enamorada, ahora se lo pasa de cita en cita con su… ¿compañera?
La rabia comenzó a consumirla por dentro. Ella debería ser Anahí. Ella debería tener el amor de Ed. Pero lo que ella no sabía era que Ed sentía lo mismo por ella.
- Ahora si… -dijo acercándose hacia ella-. ¿Me vas a decir que te sucede? ¿Por qué a veces estas tan insoportable? –le preguntó un poco irritado.
- ¿Yo soy la insoportable? A veces me pregunto qué le pasó a mi mejor amigo después de irse a vivir a Londres. Dime, porque si yo cambie, tú también lo hiciste.
- Esto no tiene sentido.
- ¿No tiene sentido? –sonrió irónicamente-. ¿No tiene sentido tener que aguantarte todas las noches ebrio, que me maltrates, pero igual tener que sonreírle a la vida? Porque yo ya estoy cansada de hacerlo.
- ¿Eso hago? Enserio, _____, no fue mi intención –se acercó un poco más hacia ella.
- No te me acerques –lo paró con sus manos-. Lo último que quiero ahora es tener algún contacto contigo.
- Entonces, ¿qué vas a hacer?
- Irme de aquí.
- ¿Quieres ir al hotel? Creo que podríamos…
- ¡No, Ed! Me quiero ir de aquí, de Brasil. Quiero volver a Londres.
- ¡¿Qué?! No, _____, no puedes dejarme solo.
- Tienes a tu vendedora, ¿por qué quedarte solo?
Ed la miró y ella entrecerró sus ojos. Él esbozó una sonrisa de triunfo y _____ cambió su expresión a una un poco más relajada.
- Con que eso era –lo miró con interrogación-. Te molesta que me junte con la vendedora.
- Claro, si ella hace que vengas todas las noches ebrio.
- Yo creo que estas celosa –la abrazó por la cintura.
- ¿Yo? ¿Celosa? Pff, seguí soñando Sheeran.
- Sí, estas celosa de que yo le comparta mi saliva a otra chica.
- No empecemos.
- ¿Y por qué más estarías celosa, si no?
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