Capítulo doce.
Los dos al mismo tiempo se pararon y dejaron sola a la castaña. Esta los vio alejarse y los imitó. Caminó hacia la recepción y pidió la tarjeta de su habitación con Ed. Subió por el ascensor y luego entró hacia la habitación. Agarró un bolso y puso todas sus cosas para la playa.
— ¿Disfrutando el día?
Samuel acomodó su reposera y se sentó junto a ella.
Le sonrió. —Sí. —miró el libro que traía—. ¿Qué lees?
—Lord of rings.
—Yo fui a ver la película cuando recién se estrenaba. —Sonrió triunfante—.Y me leí The Hobbit —Continuó.
La observó. —Hace poco se estrenó la película, ¿fuiste a verla?
—No. —dijo casi en un susurro—.Tengo que ir a verla.
— ¿Quieres darme el honor de llevarte? —Le extendió la mano.
_____ rió por debajo y posó su mano sobre la de él. —Me encantaría.
Samuel sonrió y besó su mano haciéndola estremecer.
Desvió la mirada hacia el mar. De alguna forma u otra, Samuel la ponía nerviosa. Y eso la incomodaba. Acomodó sus gafas de sol y se untó protector solar por los brazos. Repitió lo mismo con sus piernas.
— ¿Quieres que te ayude con tu espalda?
—Oh. —Sonrió nerviosa—.Claro.
Samuel untó un poco de protector solar en su mano y se acomodó atrás de _____. Pasó ambas manos por la espalda de la castaña. Cerró sus ojos al sentir el suave contacto de las manos de Samuel. Le gustaba esa sensación.
—Bien... —Cerró la puerta detrás de ellos—. ¿Qué me querías decir?
Ed se sentó en la silla junto al escritorio. Pasó su mano rápidamente por su cabello alborotado y luego abrió la boca para hablar.
—Anoche. —Hizo una pausa—. Anoche casi beso a _____.
Stuart no le contestó. Su mirada se dirigió a la ventana abierta en par en par. Caminó hacia su cama y se sentó en esta.
— ¿Estabas ebrio?
—No del todo, pero lo estaba.
— ¿Querías besarla?
— Sí y no.
—Habla coherente.
—Una parte de mí sí quería besarla, pero la otra parte...
Stuart lo miró. —Estas confundido. —Afirmó.
— ¿Qué hago?
—Sigue haciendo lo que estás haciendo. —Se levantó.
Frunció el ceño. — ¿Cómo?
—Siendo el chico más ciego que he visto en toda mi vida.
Caminó hacia la puerta y antes de irse se volvió para mirarlo. —Cuando te haga una escena de celos, dile que necesito hablar con ella.
Sacudió su cabeza y lo imitó.
Bajó hacia la planta baja con el ascensor. Cuando las puertas se abrieron se encontró con un par de ojos verdes mirándolo. Hizo una mueca de disgusto.
— ¿Pasa algo?
—No me digas que te olvidaste. —Hizo un puchero—. Me prometiste que me llevarías a almorzar.
— ¿Lo hice? —Ella asintió—. Lo siento. Lo olvide.
—Te olvidas de todo últimamente. —Sonrió burlonamente—. Disfruta tu día solo.
—Eso haré.
Entrecerró sus ojos y giró sobre sus talones para dirigirse hacia la puerta de salida. Al llegar miró sobre su hombro esperando que él la siguiera. Pero no lo hizo. Caminó hacia la misma dirección por donde se fue Anahí y luego se desvió hacia el centro.
Varias fanáticas de él se acercaron a pedirle autógrafos y fotos. Forzó una sonrisa e hizo lo que le pedían. Siguió caminando hasta encontrar un bar. Sabía que era muy temprano para empezar a tomar, pero no tenía otra cosa que hacer.
Empezó a atardecer. ______ y Samuel se encontraban saliendo del cine. Hablaban de la película y se reían de sus comentarios ridículos. Una mujer con un micrófono se acercó. _____ maldijo por debajo y forzó la mejor sonrisa que tenía para las noticias.
—Señorita _____, ¿podemos hacerte una serie de preguntas?
—No tengo nada mejor que hacer, claro.
— ¿Cómo lleva su relación con el cantante Ed Sheeran?
—Estamos bien. —Mintió con una gran sonrisa.
—Nos hemos enterado del inconveniente que tuvieron con Anahí López, ¿eso no perjudicó su relación?
—Creo que se nos está haciendo tarde para ir a cenar. —Hizo una mueca—. Lo sentimos.
Empujó a Samuel para que caminara en dirección al hotel. Cuando estaban lejos de la prensa, Samuel dibujó una sonrisa burlona en su rostro.
—Ya sé de dónde te me hacías tan conocida. —La miró—. Eres _____ _____. Te he visto en las noticias con un amigo tuyo colorado.
— Ese es Ed Sheeran.
—Guau. —Exclamó—. ¡Voy a salir en las noticias! —Sonrió como un niño cuando entra a una tienda de dulces.
—Debiste haber saludado a tu mamá.
Comenzó a reírse ante su comentario pero al ver que Samuel no lo hacía paró. — ¿Dije algo malo?
—Mi mamá murió hace dos años.
Quiso pegarse.
A Samuel se le olvidó ese delicado comentario de su familia. Ahora entendía por qué se había puesto triste cuando habló de sus padres y de su hermana esa misma mañana. Quería arreglar su comentario, pero ya era tarde.
—Oh, lo siento. —Fue lo único que pudo decir.
—Ninguno de mis padres vive.
—Vaya que lo siento. No sabía, no sabía sobre eso. Juro que lamento haber hecho ese, ese estú|pido comentario.
—No importa. Fue mi culpa no contarte sobre eso.
El camino de vuelta hacia el hotel fue silencioso. Ninguno habló desde esa conversación. La dejó en la puerta de entrada del hotel. _____ lo abrazó y le dio un beso en su mejilla.
—Nos vemos mañana.
Subió hacia su habitación cansada. Se quería bañar y acostarse a dormir. No tenía hambre para ir a algún lugar a cenar. Atravesó la puerta y la cerró sin hacer mucho ruido. Ed levantó la mirada.
— ¿Dónde estabas?
—Salí.
— ¿Con quién?
— ¿Ahora tengo que decirte con quién salgo? —Él asintió—. Con Samuel.
—Sabes que no tienes que salir con extraños, y ahora menos que corre el rumor de que sos mi novia.
—Yo nunca te dije que no salgas con Anahí, mientras sabia que con ella los periodistas iban a inventar tontos rumores.
— ¿Y por qué no me lo dijiste?
—Nunca me escuchas cuando te hablo.
—Eso es mentira. —Se defendió.
—Me obligaste a ir hacia otro país desconocido sin escuchar si quería ir o no.
— ¿Estás diciendo que no querías venir?
— ¿Quién querría viajar hacia otro continente pensando que su felicidad volvería mientras que solo su tristeza aumenta?
Tomó su ropa rápidamente y se metió al baño antes de que Ed le contestara. Abrió el grifo del agua caliente. Comenzó a sacarse su ropa y la dejó acomodada sobre la mesada. Esperó a que el agua caliente este lo suficientemente caliente y abrió el grifo del agua fría para no quemarse. Cuando el agua estuvo en su temperatura adecuada se metió y comenzó a enjabonarse.
Pasaron cinco minutos y ______ cerró los grifos. Se envolvió con su toalla y se secó. Se cambió, lavó sus dientes y desenredó su cabello. Abrió la puerta y Ed la volvió a mirar.
—No entiendo.
—Mira Ed, yo no quiero hablar sobre el tema. —Lo desvió.
—Pero yo sí. —Tomó su mano y la entrelazó con la suya—. ¿Por qué decís que estas infeliz?
Se zafó de su agarre—. Porque sí. —Respondió fríamente.
— ¿Te hizo algo malo Anahí?
—Dime que no hizo. —Caminó hacia el otro extremo de la habitación.
—No entien…
—No vuelvas a decir que no entiendes, porque si entendes de lo que te estoy hablando. —Se dio vuelta y lo miró—. Odio a Anahí desde la primera vez que te habló en la tienda. Odio que pases todo el tiempo con ella. No me prestas atención y eso me lastima. —Ed no respondió—. ¿Y sabes por qué me lastima? —Esperó que responda, pero él solo la miraba fijamente en silencio—. Porque me gustas. —Respondió con lágrimas en los ojos.
