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—SI ALGUIEN ME HUBIERA DICHO QUE SERÍA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE VERÍA, te hubiera abrazado mucho más fuerte, y te hubiera dicho "Te amo" muchas mas veces.
No se si pueda continuar, si pueda levantarme de aquí, y seguir con la vida, pero se que es lo que hubieras querido.
Tengo que aprender a vivir en tu ausencia, a sobrevivir sin ti, tengo que sobrellevar el dolor vacío que siente mi corazón.
Tengo que aprender a vivir de los recuerdos, los mejores momentos junto a ti, momentos que nunca mas volverán, te amo, y te amaré hasta el final de mis días, desearía poder decírtelo otra vez, te extrañaré cada día, con cada parte de mí.
Te fuiste muy antes, te fuiste sin mí, eras una persona increíble, y el que no pudo ver eso, no sabe lo que se perdió, gracias por todo y perdón por tan poco, solo quisiera verte una última vez, solo un segundo más.
He perdido tanto, que creí que tu estarías siempre a mi lado, pero no fue así, te me fuiste, no pude protegerte, no lo hice, lo siento tanto, lo siento Wells.
Eres lo mejor que le pasó a mi vida, lo mejor.
En mi corazón vivirás enternamente.
Hasta vernos otra vez, hermanito—
Me levanté, y dejé su tumba, Clark llegaba detrás mio, no había cruzado palabra con nadie, y espero que lo entiendan, solo quiero estar sola, y pensar.
Mi aspecto no era el mejor, tenía los ojos muy hinchados de tanto llorar, aún no podía creerlo, no podía asimilarlo, será muy difícil, demasiado.
Muchos creían que lo habían matado los terrestres, pero yo no, habíamos estado conversando todo ese tiempo, y nadie se acercó a atarcarnos.
Alguien más lo había matado, y yo lo encontraría.
••••••
Había perdido a Wells, pero no me daría por vencida, no me tiraría a llorar todos los días, debía ayudar a protegernos, debía protegerme, mi padre ya había perdido un hijo, no dejaría que pierda otro.
Llegué hasta la nave y entre, Clark, Finn y Monty estaban allí.
—Si, lo logré, sigue operando—estuve confundida por un momento pero luego lo entendí.
—Olive, ey, ¿estás mejor?—Finn se acercó a mí, mientras pasaba un brazo por mis hombros, acercándome a él, le sonreí y asentí.
—¿Te lo quitaste?—le pregunté, frunciendo el ceño.
—Si—habló despreocupada—¿Qué? Monty necesitaba un brazalate.
