High King [Omegaverse]

Capitulo 11

Las puertas del palacio de abrieron para la que un carruaje con ropas de seda fuese entregado, pero cuando se acercaron los soldados a revisarla terminaron con una flecha en el cuello cada uno. Fue cuestión de segundos para que todo se volviera un caos absoluto, los gritos de los aldeanos, los soldados del reino y los del gobernante Choi peleando unos con otros.

El sonido del metal de las espadas chocando unas con otras, fue lo que comenzó a resonar por todo el lugar. Cualquier persona que no estuviera dentro de su casa terminaba en el suelo rodeado de un charco de sangre. Choi Siwon entro al palacio con un solo objetivo apoderarse del omega, del rey.

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Era simple, iba al baño movía la tina de madera, abría la trampa en el suelo, se metía en ella y corría hasta la salida se quitaba la túnica roja de rey, se colocaba una azul con capucha, guardaba la otra entre sus ropas y salía por la parte lateral de los muros del reino donde Hyukjae lo esperaría para irse ya que éste saldría por otro lado. Eran simple pasos que debía seguir.

Eran las seis de la tarde, su madre estaba en el santuario, su esposo en la biblioteca y el en la habitación. No podrías saber que te estaban invadiendo hasta que los gritos y los golpes empezaron a escucharse por todo el lugar.

No debía buscar ni a su madre, ni a su esposo. Peleó con sus instintos y fue al cuarto de baño donde cerró y atoró la puerta, estaba a apunto de hacer lo que le indicó su esposo cuando una de sus doncellas entró a sus aposentos gritando y llorando mientras la golpeaban, simplemente no pudo resistirse.

Fue hasta donde estaban las ropas sucias de su esposo y rebuscó hasta encontrar una de sus dagas, salió con esta en la mano y apuñalo en el cuello al hombre, la chica estaba inconsciente en el suelo cuando se acercó a ella. Iba a auxiliarla cuando las puertas se abrieron y un hombre entró por ellas, le resultaba familiar, era el gobernador de una de las ciudadelas. ¿Cho? ¿Choi? Choi, era Choi.

—Oh pequeño te hemos salvado de las garras de tu alfa.- Donghae se queda quieto apretando con fuerza el puñal escondido entre sus ropas.

—No se a que se refiere, y no tienes nada que hacer aquí.- Grita Donghae furioso por las acciones que se acababan de realizar. Invadir el reino era un crimen atroz que se pagaba caro.

—Te lo explicaré de manera simple, alteza. Mataremos a tu esposo para liberarte de la crueldad en la que te tiene sometido y serás viudo, desgraciadamente tu bebé nacerá muerto, después yo me casaré contigo para darte soporte ante tu gran soledad gobernando el reino en tu nombre ya que no tendrás las fuerzas de hacerlo por la pérdida de tu hijo y engendraré en tu vientre un bebé con mi sangre, la sangre de la familia Choi, estará en el reino y gobernare mientras tú estarás atado, tu único uso será darme un pequeño alfa.- Se inclina con una sonrisa pertubadora en su rostro. Le toma con una sola mano la cara y aprieta sus mejillas hasta que le duelen.

En un movimiento rápido le pasa la punta de la daga por la cara y corre pero lo toma del brazo y le da un golpe en el rostro, tirándolo al suelo. Choi esta a punto de darle otro cuando uno de sus soldados lo golpea en la cabeza y saca la espada.

—¡Huya majestad!- Le Pide volteando hacia el otro hombre y comenzando a luchar. No lo piensa dos veces, esperando que la doncella esté bien corre al cuarto de baño, atranca la puerta y mueve la bañera hasta ella. Abre la trampa y se mete cerrándola y atando la puerta con el corazón latiendo sin control. Corre tan rápido como puede aún apretando el puñal entre sus dedos, reza para que la chica esté bien.

A medio camino encuentra la túnica que debe usar. Se quita la rojo con el dragón dorado y se seca la sangre, se coloca la purpura y el otro encima con la capucha, envuelve rápidamente la túnica de rey para esconderla entre sus ropas. Sigue corriendo hasta que ve la salida, se tiene que arrastrar por el piso para lograr estar fuera.

Cuando se pone de pie Hyukjae corre hacia el y lo toma del brazo jalándolo hacia los árboles altos.

—¿Donde estabas?- Cuestiona con la furia resbalando por su voz. Las manos y la cara están llenas de sangre así como la espada que enfunda y lleva en la cintura. Se cubre el rostro con la capucha y lo sube al caballo negro cargándola, Hyukjae se sube tras el y toma las riendas mientras se internan en el bosque.

—Mi madre...- Susurra con la mirada perdida al frente.

—Se fue primero, irá a la costa con sus hermanos, estará bien.

—¿Y nosotros?- Pregunta con la mejilla adolorida y punzando.

—A un santuario, ahí está mi hermana.- Responde simplemente, Sora, no sabía nada de ella desde que dejó de ver a Hyuk a los diez años.

Cabalgamos con calma lejos del palacio entre gritos y llantos desesperados. Había trampas por todos lados y otras falsas en la pared para despistar. Esperando que algunos de sus hombres pudiera huir, que alguno de sus soldados sobrevivan porque los iban a necesitar.