Capitulo 3

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Los tambores hacían eco en el templo vacío, el viento helado golpeaba sus pieles, revolvía sus largos cabellos y les ponía la piel de gallina. Hyukjae y Donghae se encontraban de pie uno frente al otro, ambos con ropa de gala, todo bordado en oro y las telas de seda. Estaban firmes en medio del lago, el agua helada les estaba provocando dolor en los huesos. El aliento de ambos escapaba en una nube blanca. Se encontraban descalzos y los pantalones habían sido doblados hasta la mitad de las espinillas.

Los eruditos formaban un círculo alrededor de ambos fuera del gran lago y lejos de la orilla de este los generales y funcionarios estaban tras ellos. El más sabio de los hombres, los bañaba en el agua de la prosperidad. Los futuros esposos se tomaban de las manos, la voz del anciano predicando mientras avanzaba pesadamente entre las aguas.

"Sino me asesinaban probablemente moriría de hipotermia". Pensó el joven omega temblando ante el aire helado.

Yo Lee Donghae, me levantó y asumo la corona y el trono

El cielo, la luna y las estrellas serán sus consejeros y el Sol su guía.

Los llevaré hacia la prosperidad y la grandeza.

Un Alfa que se mantendrá en pie y nos protegerá.

A lado de mi compañero de vida.

Un omega con sangre real que nos fortificará.

Me convertiré en el rey de esta nación y a mi lado el rey consorte caminará.

Hoy son unidos, sus cuerpos, sus almas y sus corazones. Hoy se convierten en uno solo. Hoy empiezan su camino hacia la eternidad.

Hasta la eternidad.

El silencio envolvió el lugar, los tambores pararon, la voz del sacerdote se detuvo y el agua apenas y se movía bajo ellos. Los brazos fueron unidos por hilos gruesos, sus frentes juntas una contra la otra. El aire helado golpeaba con fuerza y ferocidad, era lo único que causaba algo de ruido.

La oscuridad apenas dejaba distinguir entre la penumbra, la luz de la luna era tenue. Así que cuando una llama se prendió entre los dos el mas joven dio un brinco sorprendido. El hombre entre los dos, soltó lo que sea que trajera y la llama del fuego se apagó antes de llegar al agua.

Tal vez fue el frío, las altas horas de la noche o el cambio abrupto que acababa de suceder en sus vidas pero comenzaron a sentir como el humo caliente los rodeaba y envolvía como suaves líneas grises parecían tejerse entre sí, no era asfixiante más bien resultaba reconfortante y tal vez eran solo alucinaciones del más joven o era debido a que moría de hambre porque puede que sintiera el aroma particular de los frutos rojos, de uno en especial, por un segundo, un instante. Casi dudo pero era verdad, sucedió.

Estaba hecho.

Acababan de unirse por el resto de sus vida, y lo podían sentir, aún no se unían físicamente. A esas alturas el agua ya no era tan helada, el frío no les ponía la piel de gallina y la presencia del alfa parecía simplemente tranquilizar al más joven. Era raro, extraño. Sentir su piel caliente tomarlo de las manos, eran rasposas, la piel de un hombre que ha luchado por vivir.

Levantaron la vista un poco, sus oscuros ojos, viéndole, como si lo vieran por primera vez, esos ojos negros y profundos le estaban provocando sensaciones extrañas. Sintió miedo de perder algo, angustia de no poder seguir, dolor y añoranza. Sintió la furia porque se le arrebató algo y sintió profundas ganas de llorar.

Se acercaron hasta que sus labios se rozaron con suavidad, como si intentaran encontrar algo. Donghae podía escuchar su corazón, retumbando con fuerza e hizo lo que cualquier omega haría, respondió sumisamente el beso y baje la vista. Los gruesos labios del alfa tocaron titubeante la frente y el omega se acurruco en sus brazos soltando con suavidad sus manos para envolverlas en el delgado torso, siendo correspondido.

El joven sonrió contra el pecho del alfa, este primero moriría antes de que dejara que algo le pasara, era su deber y su obligación, se aseguraría de ello. Tenía a un alfa fuerte y temido. Un asesino experimentado, a un veterano de batalla. Nadie le diría que no, nadie se pondría en su camino y nadie lo hará.

Lleve una mano a su corazón. "Sería mío, le daría mi cuerpo, mi alma y mi corazón de ser necesario, si él suyo era mío, no me negaría nada, jamás pudo hacerlo. Como seria capas de hacer eso a quien le dio todo, a quien escuchó, a quien le dará un hijo. Seré feroz y firme, lo conozco siempre le gustó llevarme la contra y siempre se rendía a lo que quería". Pensaba el más omega dejándose llevar por sus instintos.

—Por aquí.- La voz del anciano los sobresalto. Un suave toque en la espina dorsal y lo relajo.

Siguieron al hombre, avanzaron con esfuerzo en el lago hasta poder salir de este, pisando las finas piedras que se incrustaban en su piel. Dejó caer las ropas libremente. Caminaron hasta la entrada del palacio, todos estaban en las orillas del camino, haciendo reverencia a su paso.

Las puertas de roble fueron abiertas, la luz del amanecer empezaba a salir. Sus pasos eran silenciosos. Llegaron a la escalinata de piedra, dos de los sirvientes se agacharon y le secaron los pies húmedos y colocaron los zapatos de tela blanca al ahora rey, dos pasos atrás, y ofrecieron respeto en una profunda reverencia. Hyukjae se apartó de su lado colocándose tres pasos a su espalda, levanto la vista y lo vio, la sala del trono.

—¡El rey va a entrar!- Las puertas se abrieron y subió , atravesando el marco con la barbilla en alto y el rostro inmutable. Los hombres en túnicas moradas en fila a los lados. La luz atravesaba la tela rojiza de las lámparas de madera, dando un tono extrañamente cálido al lugar. Cuatro pasos, tres pasos, dos pasos, se fue acercando hasta subir los últimos escalones y se sentó. Por primera vez en el trono del fénix. Hyukjae tomó asiento tras el velo, como rey regente.

Un trueno se escuchó a lo lejos, el aire azoto las puertas, y como el sol ascendía por el este la lluvia se avecinaba por el oeste. Y por primera vez en lustros llovería, el día del matrimonio y la coronación de Lee Donghae. Que oportuno.

—Largo sea su reinado.

—¡Largo sea su reinado!- Vociferaron los presentes, los que estaban fuera de la sala del trono y cualquiera que se encontrara cerca.

"Claro que mi reinado sería largo, muy largo y próspero". Fue el pensamiento del ahora rey.

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High King [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora