Epilogo

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~Dos meses después~

—El príncipe heredero Lee Jin-Young.- Susurra Donghae con su bebé en brazos después de casi un año sin verlo. La piel de su hijo era tan blanca como la luna y su cabello de un negro oscuro como la noche. —Al menos no heredaste la nariz de Hyukjae.- Le dice al pequeño meciéndolo con suavidad. Los ojos castaños del bebé lo veían sin despegarse de él.

—Pero si sus orejas.- Dijo su madre viendo al pequeño con ojo critico.

Donghae solo rodó los ojos ante el comentario de su madre, sabía que ella adoraba al pequeño y estimaba a su yerno solo le gustaba hacerse la dura.

—Mamá, mi bebé es hermoso.- Dice el castaño recargándose en el pilar del quiosco a la orilla del río.

—Claro que si, se parece a ti. Lo único que tiene de tu esposo son las orejas, el cabello y la piel blanca como la luna.- Dice la reina madre tocándole la mejilla regordeta al pequeño príncipe heredero.

—Hae, ya es hora.- Dice Hyukjae acercándose hacia ellos. La reina madre se despide y el alfa se acerca hasta Donghae besando su frente.

—Ya casi va a cumplir su primer año, nuestro hijo.- Dice el castaño.

—Si.- Susurra el moreno con la vista desviándose hacia el agua cristalina.

—Sabes que no es tu culpa, que perdiera a dos de mis bebés. Ni que Siwon lograra tomar el trono o me dejara en cinta.- Explica Donghae acercándose a su esposo.

—Era mi deber, mi obligación protegerte a ti y mi bebé...

—Y lo hiciste, lo mantuviste vivo a él y me salvaste a mi de ese...bastardo. Sin ti seguiría en sus garras y se que hiciste lo posible para que regresara al trono.- Le sonríe al alfa acercándose por un beso el cual el otro le corresponde con disposición.

—Pude haberte evitado tanto dolor.- Susurra Hyukjae acariciando la mejilla del más joven.

—Lo hiciste. Ahora vamos para terminar con esto de una vez por todas.- Le dice Donghae caminando con el alfa a su lado y su bebé en brazos.

Era un día soleado, pero el clima se sentía fresco, el aire soplaba con suavidad y las hojas se movían un poco. Llegaron a la entrada de las mazmorras, siguieron a uno de los soldados hasta una de las celdas. Las antorchas iluminaban el lugar bastante bien, casi cada lugar. Cuando se paró frente a una de las celdas el hombre corrió hacia el pero las cadenas lo detuvieron a centímetros de los barrotes, su rostro era irreconocible con la mirada llena de furia.

—El príncipe heredero Lee Jin-Young. Míralo bien es lo último que verás.- Se aleja de la celda hacia la oscuridad del lugar. —Si nuestro hijo hubiera nacido, nadie sabría que tú eres más el padre y mucho menos hubiese llevado tu apellido.- Hablo con la voz inexpresiva y monótona.

Donghae disfruto ver cada una de las torturas que le impartió Hyukjae, sintió tanto placer cuando vio como lo castraban, como los mutilaban y se volvían irreconocibles con la sangre, la suciedad y las heridas. Pero decidió que quería que murieran, tanto Siwon como su padre. Todos los soldados y aquellas personas que los apoyaron habían tenido una muerte rápida, pero ellos fueron torturarás dos meses personalmente por Hyukjae. Y hoy era su ejecución.

Le entrego a su pequeño a Sora para que lo llevara al palacio, cuando su hijo estuvo fuera del lugar dio la orden para terminar con eso de una vez.

Sus hombres jalaron las cuerdas, abriendo las celdas laterales de Siwon y sus padres donde dos tigres que no habían sido alimentados en cuatro días se guiaron por el olor de la sangre hasta saltar sobre ellos. Mordieron, rasgaron y trozaron cada parte de su cuerpo, mientras seguían vivos. Los gritos de dolor y miseria solo lo reconfortaban.

Era malo guardar rencor en su corazón, por ello su rencor moría cuando ellos lo hicieron. El olor era asqueroso y los gritos cesaron. Hyukjae se acercó a las celdas y se inclinó, los ojos sin vida de los Choi miraban a la nada mientras los tigres se daban un festín.

—Cuiden que no quede ni rastro de ellos.- Ordena Hyukjae poniéndose de pie.

Donghae camina al lado de su alfa, hacia la salida donde la luz del sol es reconfortante.

—Siempre supe que tenías una vena sádica.- Dijo Hyukjae con halago y un poco de burla.

—No se de que me hablas. Tú eres el que se encargó de todo.- Respondió el castaño mientras avanzaban por el jardín.

—Y tú lo disfrutaste en primera fila.- Añade el moreno mientras llegan a la sala del trono. Donghae no responde solo se acerca al trono y toma asiento en el. Su alfa lo ve desde abajo con una sonrisa orgullosa.

—Mamá está feliz de que Jin-Young no heredó tu nariz.- Se burla el más joven desde su lugar en lo alto.

—Tu madre siempre tan amable igual que tu.- Dice Hyukjae acercándose a Donghae, tomando asiento a su lado tras el velo rojo como consorte.

—Jamás creí que pudiera hacerlo.- Confiesa el omega con una sonrisa apenada inclinándose al frente, apoyándose sobre sus rodillas.

—¿Ser rey?- Pregunta Hyukjae curioso.

—No, amarte.- Responde el castaño con una sonrisa.

—Tampoco creí que pudiera amarte, especialmente con lo caprichoso y mimado que eres.- Se burla el alfa con una sonrisa cálida en los gruesos labios.

Ambos se sonrieron, conociendo sus debilidades, sus fortalezas y lo molesto e irritables que podían ser, pero se amaban. Y amaban al pequeño hijo que habían tenido, su hermoso príncipe de ojos castaños y cabello oscuro como la noche. De piel pálida como la luna y las estrellas reflejadas en su piel como lunares.

Viviendo larga y pacíficamente esperando reencontrarse en cada una de las siguientes vidas.
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Y éste cuento se ha acabado...

Espero les gustara la historia, se que quizá esperaban que fuera más larga pero siempre la visualicé como un fanfic corto de veinte capítulos, fueron dieciocho pero es casi igual.

Les quiero, muchas gracias por su apoyo y comentarios, por votar, leer y llegar hasta el final conmigo. Les mando besos y abrazos. 🥰😘😘😘❤️🌺💙❤️🌺💙

High King [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora