Mabel Pines a la edad de 9 años quedo huérfana tras un accidente automovilístico. Llega al convento de Saint Mary, una residencia entre el bosque de Gravity Falls. Queda bajo al cuidado de sus institutrices religiosas Ángela Orozco y Alessa Gillesp...
Advertencia: Lectura para mayores de 18 años en adelante, contiene temas de situaciones de tema erótico y sexual. Lenguaje adulto y vulgar, drogas y violencia. Fanfic no recomendado para adolescentes. Se los voy avisando que la historia tiene temas fuertes.
Recuerden es una historia de Ficción/Erótica/Darkfic. Los protagonistas son mayores de edad.
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Capítulo 01: La Estrella Perdida
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Una noche oscurecida de mediados de noviembre, el cielo estaba cubierto de nubarrones grises que ocultaban el cielo estrellado y la luna. El aire fresco desprendía un olor a tierra mojada un aroma petricor que arrastraba la tierra seca del camino. En la carretera de Oklahoma por la intersección kilómetro 53 dentro de un vehículo gris un modelo Volkswagen Golf de 1974 iba la familia Pines regresando de su viaje, a unos cuantos kilómetros de regresar a casa a Piedmont.
La madre de los gemelos se encontraba cantando una canción que sonaba en la radio; Olivia Newton – Magic una de sus preferidas la cual subía un poco el volumen mientras su esposo conducía y seguía el ritmo tarareando. Mientras que la señora Pines cuidaba y veía un muñeco de porcelana que había comprado en una subasta cercana antes de regresar a casa. Un viejo payasito con el rostro entristecido que cargaba un perrito dormido en sus brazos. Mason uno de los gemelos se acercó inclinándose sobre su asiento para colocar mala cara mientras veía la figura que su madre había adquirido por tan solo 4 dólares.
- Mamá yo quería ese videojuego. – Hizo un puchero. – Y solamente valía la misma cantidad que costaba esa fea figura.
- Mason ya lo hablamos, esos juegos pudren la mente. – Menciono mientras limpiaba la figurita de los restos de tierra que se encontraba atrapada en los lugares más cortos del muñeco. – Aparte mira este payasito es demasiado lindo, ira perfectamente en la vitrina.
- Ese dinero pudo haber sido para el juego, que tenía más entretenimiento. – Dijo el castaño de brazos cruzados acomodándose en su asiento. – Que ese estúpido payaso.
- ¡Mason Pines! – Le alzo la voz su madre de forma molesta, como si una piedra le hubiera tirado su hijo directamente en su corazón, al ofender su adquisición. – Castigado por decir tremenda grosería, dos días sin videojuegos ni salidas ni televisión.
- ¿Qué? Eso es injusto – Protesto. – Exijo un juicio más sensato... ¿Papá?
- Uhh uyy... si tan solo te hubieras comportado campeón yo te habría comprado el juego, pero desafiaste la palabra de tú madre, y tu madre es la segunda ley en este momento. – Dijo su papá riendo. – Así que ni modo, tú mismo te quemaste.
