Capítulo 6

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Profundiza el beso, pero rápidamente la quito de encima.

— ¿¡QUÉ TE PASA!? — reclamé enfadado —¡Yo respeto a mí hermano, estúpida!

— ¿Y acaso yo sí? —Suelta una carcajada —Es tan solo un pendejo inútil que...

Le doy una bofetada algo fuerte antes de que siga diciendo babosadas.

— ¡ERES UN IDIOTA! —Exclama acariciando su mejilla.

—Y tu una zorra, así es que lárgate de mí vista y de mí vida — Le escupo siguiendo mí camino.

— Me las pagarás maldito —Amenaza yéndose con enfado.

—Haz lo que se te dé la gana, al fin que ni me importas —Solté sin dejar de caminar.

No me importa mí vida, me va a importar la de ella.

Sin poder evitarlo suelto una carcajada, pobre ilusa.

Y ahí está, el lugar desde donde empezó todo. Todo está limpio, como si nunca hubiera pasado nada aquí, todo está intacto, no hay olores y ni siquiera un rastro. Aunque bueno, ya ha pasado un poco de tiempo, pero esas imágenes en mí cabeza las tengo totalmente grabadas, y son muy distintas a las que puedo ver hoy.

— ¡Hey tu! —Me llama un chico alto que viene acompañado de otros tres.

— ¿Qué quieren? —Responde fastidiado.

— Muy alzadito ¿no? — Se echa a reír con sus amigos.

— Te venimos a dejar un recado —Se acerca el que parece ser líder.

—Yo no quiero...

Sentí un fuerte golpe en el estómago que me hace jadear y luego una patada más en la pierna, haciendo que me arrodille.

— ¿Qué pasó con el valiente, ah? - Me patea una vez más en el estómago.

Jadeo del dolor. Pero no me voy a dejar a mí nadie me va a humillar más. Me levanto de forma rápida y me tiró encima del que me golpeó, le doy un fuerte puñetazo, no tardó mucho en sangrar el labio inferior. Sin darme cuenta, me empuja y me empieza a golpear de forma agresiva sin parar.

Mí cara arde del dolor, me ha roto la nariz y el labio. Me levanta de un jalón, y me da una bofetada, se ríe, y ahora me apuñala en la entrepierna.

—¿Se quieren divertir con él? — Pregunta sin dejar de golpearme.

Los chicos sonríen satisfechos, y se acercan con una sonrisa malévola. Sin previo aviso uno de ellos encaja una navaja en mí pierna, y yo caigo al suelo.

— Que bonito reloj tienes — Dice uno de ellos quitándomelo.

—A mí me gusta la correa —Comenta el otro.

—Llévense lo que quiera — Dice el líder sonriendo .

— Bastardos — Murmuré lleno de dolor.

Intento levantarme, pero se para en mis piernas y salta en ellas haciendo que se quiebren. Gritó al escuchar cómo crujen mientras las sigue maltratando, duele y mucho. Se acerca a mí cara, y la golpea un par de veces contra el suelo hasta que caigo inconsciente.


Narrador Omnisciente*

Los tres chicos se ríen a carcajadas, y el líder le sigue golpeando las piernas, sintiendo lo débiles que son.

— Muy divertido ¿verdad? —Habla una voz que no se deja ver fácilmente.

— ¿Dónde estás? — Grita uno de ellos —Vení y te rompemos la cara también

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