Por otro lado, los disparos seguían sonando. Muchos hombres habían caídos, otros habían decidido escapar y uno que otro los retuvo Anabell y sus compañeros como rehenes.
Anabell se escondía detrás de una pared con el arma en alto, esperaba allí con paciencia al hombre que venía detrás de su alma. Y cuando este apareció, Anabell salió de su escondite y sin darle tiempo de procesar todo, disparó.
El cuerpo cayó al piso como los demás.
Un hombre alto y robusto se acercó a Anabell con su arma en bajo.
— No hay mas cuerpos. Los demás se han ido antes de que los matemos. — Su voz varonil se torna seria en cada palabra.
— Damian... Él esta aquí — Comenta la mujer segura de sus palabras.
Ambos corren hacia la salida, los hombres de confianza van detrás de ellos. El sonido de un motor les llama la atención. Era el carro de aquel hombre que Anabell tanto odiaba.
Y ahora, estaba escapando de su propio caos.
— ¡No lo dejen ir! — Ordena Anabell furiosa tomando el rifle de uno de sus hombres.
Dispara varias veces pero ninguna da al objetivo.
Damian había escapado.
— Maldita sea Damian, estas me las pagas mal perdedor — Piensa en voz alta.
En la mirada de esta mujer, había fuego. Había prendido en ella esa chispa de venganza que tanto la caracterizaba.
Aquel hombre cometió el peor error de su vida. Iniciar una guerra que nadie pidió.
Un extraño olor se empezaba alborotar. Anabell dio la vuelta observando a sus hombres, queria buscar la respuesta en sus rostros, pero todos estaban tan desconcertados como ella.
— Eso huele a...
— Gas — Anabell termino la frase con enojo.
El ataque de Damian no era tan simple como todo creíamos. Él había preparado esto mucho antes.
Un plan que no podia fallar.
Sabia perfectamente que pelear contra Anabell no era pan comido, sabia que todo podia salir mal, asi que hizo su plan B.
Quemar lo que ella mas apreciaba. Su mansión.
Tyson*
Era una punzada tras otra, mis lagrimas se retenían en mis ojos con fuerza. No quería llorar. Debía de creer en las palabras que la chica me decía, "Todo saldrá bien".
— ¡Necesitamos un maldito medico! — Se queja Tom perdiendo la paciencia por completo.
Unos pasos fuertes se escucharon acercarse, todos nos alertamos. No sabíamos lo que estaba pasando allá abajo.
— Nadie se mueva — Susurra Tom observando la puerta con detenimiento.
Los pasos se escucharon mas fuertes. Eran varias personas que se acercaban y tan solo teníamos a Tom para defendernos.
Mis ojos no dejaron de ver la puerta en ningun momento, queria ver a que me enfrentaba esta vez. Quería ver mi vida de quien podría depender.
Y los ví.
Anabell y sus hombres entraron a la habitación, todos se veían preocupados y afanados. Algo malo estaba pasando, o por lo menos algo peor.
— Mierda, Tyson — Anabell corrió a mí al notar mi herida, se arrodilló y presionó la herida con sus manos.
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Eres Solo Mio ✓
Misterio / SuspensoSus sonrisas cínicas hacían eco en la mente de Tyson Hoods, un joven traumado con su pasado, sin saber que su futuro era aun peor. Ella era desquiciada, una sucia y perversa psicópata y con ella un grupo de locos mas. ¿Que hay detrás de cada uno? Aq...