Capitulo 15

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Tomé una bocanada de aire, me levanto dirigiéndome al baño. Entro y me lavo los dientes, tomo un poco de agua mojando mi rostro, me miro en el espejo y empiezo a ver sombras corriendo por la habitación.

Solo son alucinaciones.

Nada más.

Salgo del baño sintiéndome inseguro, no sé si me pueda acostumbrar a este nuevo mundo en el cual me han metido preso.

Una cadena de muerte perpetua, ¿Tal vez?

Eso no tiene lógica, mi vida tampoco.

— ¡WISH YOU WERE GAY! — Anabell grita desde abajo.

Mis oídos van a estallar, han colocado música con todo el volumen, esta casa se va a derrumbar.

Bajo a la cocina y veo a Sally bailar con la escoba, Anabell con la trapiadora y Tom... ¿Con la nevera?

Definitivamente no me voy a poder acostumbrar.

Tom se abraza a la nevera y mueve sus caderas según el ritmo, está loco, es un demente, ¿Quien hace eso? Tom.

Anabell me ve y se acerca moviendo sus caderas, me toma de los hombros y pega su cuerpo con el mío, sus ojos se clavan en los míos, esa sonrisa traviesa no demora en salir, sus dedos tocan mis labios maltratándolos.

— ¡Diviértete! — Me grita en el oído por la fuerte bulla que hace el equipo de sonido.

Sally baila descaradamente sobre la escoba, acaso ¿La está seduciendo? Su pequeña ropa deja al descubierto su piel pálida pareciendo sensual. 

Esta sí que está loca, ¿Cuándo han visto una viejita hacer eso?

Atravieso y esquivo cada mirada pervertida de estas dos. Paro en la cocina y me detengo en la nevera queriendo buscar algo de comer.

— Necesito sacar algo de comer — Digo, señalando la "pareja" de Tom.

— No la mires, es mía — Me da la espalda, abraza la nevera y le coquetea con sus manos.

Están tan mal, que ni el mejor psiquiátrico podría con ellos.

Claro, antes te matan.

Y luego van y bailan con todos los elementos de cocina que tengas.

Bueno, no hay que exagerar, solo hay que sobrevivir y ya.

Suena tan fácil...

— Hey Tom, quita la música y dale un desayuno decente a Tyson — Ordena Anabell organizando su cabello.

— Gracias — susurro, pero nadie me escucha.

Tom hace lo que le dice Anabell y luego me mira a mi — ¿Qué quieres comer? gatito.

¿En serio tenía que usar un gato para referirse a mí?

— Eh.. no sé, chocolate con galletas —Respondo inseguro, no tengo mucha hambre la verdad.

— Comerás frutas acompañadas de un jugo saludable, no dejare que comas cualquier cosa —Dice pasando por un lado de Tom —Nosotros comeremos más tarde.

— ¿Pero por qué? — Exclama Sally acercándose.

— Tenemos cena en otro lugar — Contesta con un tono suave y perturbador.

Si ellos se van, sería mi oportunidad perfecta para salir de aquí.

Tom se agarra el mentón y añade con una mirada sombría: — Eso suena tan bien.

— Hey Tyson — Sally me llama.

— ¿Que? — Respondo confundido.

— Tu no te quedas solo, pequeñito — Hace pucheros.

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