Perfecta Oscuridad (No.2 de la Trilogia Peligroso)

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Belle giro su vista encontrando a Marco a su lado, lo removió haciéndolo a un lado de la cama.

- ¿Cómo llegaste hasta aquí? – pregunto la castaña a su marido mientras este pestañaba.

- Tengo copia de llaves de todas las habitaciones, desde que ocurrió lo de esa noche, no pienso dejarte sola ni un momento así no me quieras a tu lado.

Ella soltó un bufido y se levantó de la cama.

- Lo siento mucho... - respondió ella-. Siento haberte dicho aquello, no quiero irme de tu lado y menos alejar a Lucca.

- Perdóname a mí, no debí mencionar nuestro pasado.

- Creo que ambos teníamos cosas atravesadas en nuestro corazón, es normal sentirnos ahora así – le dedico una sonrisa al tiempo en que pasaba sus manos por la barbilla de él.

- He hablado con Leandro, le he dicho que te entrenare yo mismo, lo hare antes de que otro lo haga.

- Marco... – quiso protestar su mujer.

- Él ha accedido, porque sabe que soy el mejor en la orden.

- ¿Ha sido en realidad por eso? ¿O porque le has amenazado?

- ¿Cómo podría amenazarlo? – se rio su marido-. No conoces a Leandro como yo, puede ser un demonio cuando se lo propone.

- ¿Cuándo puedo empezar a entrenar amore?

- Creo que eso deberías decidirlo tú.

- ¿Te parece si comenzamos hoy mismo? – enarco una ceja ella.

- Está bien – Marco quiso protestar por considerarlo muy pronto, pero se había hecho la promesa de repasar las decisiones de Belle-. Lo haremos como tú quieras.

- Grazie – lo abrazo ella-. Y desde luego Lucca va a estará ahí – guiño un ojo en dirección a su hijo-. ¿Quién crees que es mejor amore?

- Por supuesto que yo – dijo orgulloso el mafioso.

- Eso es porque no me has visto. Puedo superarte.

***

Belle se abalanzo sobre marco y este la esquivo haciéndose a un lado.

- Debes ser más rápida que yo.

- No puedo – se dejó caer al suelo ahitada-. Habían estado hora y media en el gimnasio entrenando.

- Si puedes hacerlo, solo necesitas una motivación para hacerlo.

- ¿De que hablas?

- Todos actuamos bajo nuestros propios instintos, cuando tenemos una motivación poderosa, nos volvemos peligrosos.

- Quizás... No sea capaz de lastimar a otra persona, no me crie para hacerle daño a otros.

- Está bien... - Marco se acercó hasta ella y la observó fijamente-. Escucha lo que te diré ahora, imagina que estas sola en la casa junto al bebé, entra un tipo desconocido que busca solo una cosa, llevarse a Lucca a como de lujar y alejarlo de ti. Esta armado y no dudara en dispararte ¿qué harías? Lleva en sus manos a Lucca, se está marchando por las escaleras dime ahora, ¿qué harías....

- No voy a dejar que nadie toque a mi hijo – belle se levantó del suelo y empujo con fuerza a Marco hasta el suelo, lo tomo del cuello de su camisa llevada por la emoción del momento-. Voy a disparar sin dudar y matar a quien sea si le tocan un cabello a mi hijo – respondió apuntándole con el arma que horas antes su marido le había dado.

- Has aprendido – apenas pudo articular Marco por la falta de aire.

- Lo siento – dijo ella quitando sus manos de su cuello.